El 630 es el más avanzado de los tres, el cual, además de conectarse con el smartphone vía bluetooth y monitorear la actividad física, el ritmo cardíaco y calorías quemadas, le ofrece al usuario varias mediciones como la distancia de sus zancadas al correr y su capacidad pulmonar máxima, entre tantos otros datos.
El reloj también “aprende” los hábitos del corredor y sus avances, por lo cual se adelanta para indicarle cuándo le conviene descansar o hidratarse.
El Forerunner 630 ofrece una interfaz gráfica, muy intuitiva, y actualiza los datos de las rutinas de ejercicio cada vez que se conecta al wifi. También monitorea la calidad del sueño del usuario.
El dispositivo cuesta US$400 solo, o US$450 con un monitor de ritmo cardíaco.
OTRAS OPCIONES
Los relojes Forerunner 230 y 235 son de gama media, y más asequibles que el 630: cuestan US$330 y US$250, respectivamente.
Estos se ofrecen en diferentes colores, y llegan con GPS incorporado y monitoreo de actividad física. El 235 mide el ritmo cardíaco mediante un sensor incorporado, mientras que el 230 depende de un dispositivo que se debe colocar en el pecho.
Ambos envían notificaciones desde el celular y ofrecen controles de música, así como funciones para compartir los logros del ejercicio en redes sociales.