Sin embargo, la realidad podría resultar un tanto decepcionante para los amantes de la ciencia ficción ya que, aunque sí hay avances en esa dirección, lo que actualmente conocemos como robots, son en su mayoría programas de computación diseñados para hacer tareas de forma repetitiva que ayudan al ser humano.
Es muy probable que usted ya haya “chateado” con uno en línea o quizás ya leyó algún tuit que fue escrito por un bot. La realidad es que esta tecnología está presente en la vida cotidiana, pero su forma y funcionalidades distan de lo que se nos ha planteado en las películas y caricaturas.
De acuerdo con Roberto Martínez, analista de seguridad de Kaspersky, empresa que se dedica a la seguridad cibernética, un bot es un programa informático que puede simular el comportamiento humano en Internet y que realiza tareas repetitivas de manera automática.
“La programación de un bot puede estar diseñada para cumplir tareas muy básicas como automatizar procesos o también para realizar otro tipo de acciones que conllevan toma de decisiones a través de filtros o parámetros que se incluyen en su código de programación”, explica Martínez.
Entre los usos más comunes de los bots se pueden mencionar los siguientes
Edición automática de textos: Sitios como Wikipedia, cuyo contenido es creado por los usuarios, puede ser susceptible de que sus textos tengan errores, por lo que existen bots que recorren los miles de artículos donde llevan a cabo funciones rutinarias de edición, como corregir faltas de ortografía, mantener la coherencia de los enlaces, detectar y hasta detectar las contribuciones vandálicas, que es cuando un usuario coloca información errónea de manera deliberada.
Rastreo de sitios Web: algunos ejemplos de bots son los rastreadores web que emplean los motores de búsqueda, como Google, y recorren las páginas de internet de forma automática y recopilan información de ellas de manera mucho más rápida y efectiva de lo que lo haría una persona.
Simular seguidores en redes sociales y tráfico: se crean bots para aumentar el número de seguidores de una cuenta de manera artificial o para generar visitas a sitios web. Con esto se pueden posicionar hashtags y temas para convertirlos en tendencia o para influir en una conversación y hasta darle orientación.
Conversaciones: existen bots programados para simular una conversación humana, llamados chatbots, los cuales proveen de respuestas automáticas a los usuarios. Este tipo de servicios se ven principalmente en el comercio electrónico, donde un cliente puede comunicarse por Facebook Messenger o WhatsApp con una tienda para obtener información de productos u horarios de atención, por ejemplo.
Bots y coronavirus
En un artículo publicado en el sitio de la Universidad Galileo, se lee que La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro de Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) emplean software con Inteligencia Artificial para diseñar bots que informan y analizan los avances del Covid-19.
De acuerdo con el artículo, la información que comparte este software es sobre: consejos, respuestas a preguntas frecuentes, noticias de la OMS y desmiente los mitos del covid-19.
https://youtu.be/UWLY6xoArro
Aparte, La CDC presentó un nuevo bot al que el usuario puede indicarle sus síntomas y este tiene la capacidad de analizarlos y recomendar si es necesario acudir a un médico o si se trata de otro padecimiento como una gripe común.
El objetivo de esta iniciativa es evitar que las personas se acerquen innecesariamente a los centros de salud y así evitar que estos colapsen.
Karen Lara, experta en tecnologías de Universidad Galileo, manifiesta que se trata de un chatbot que al igual que un doctor, le pregunta al paciente sus síntomas para aproximar un diagnóstico; sin embargo, recalca que de ninguna manera esta tecnología debería de suplir la tarea de un médico profesional.
Lara agrega que la importancia de estas plataformas es que sus respuestas se generan a través de bases de datos alimentadas con información oficial provista por instituciones o autoridades fidedignas; sin embargo, es solo una guía que puede ayudarle a una persona a tomar una decisión.
Uso malicioso
Aunque es una tecnología creada con fines de ayudar a la humanidad, esta también puede emplearse para fines oscuros como difundir noticias falsas para alterar el curso de una conversación en torno a determinado tema o también se pueden usar para dirigir ataques cibernéticos.
Miguel Ángel Mendoza, investigador del laboratorio ESET Latinoamérica, explica que se utilizan para el envío de spam -correo masivo no deseado-, la distribución de códigos maliciosos, cryptojacking o minería -uso no autorizado de recursos de procesamiento de un ordenador para producir criptomoneda-, alojamiento de material ilegal o para la realización de ataques cibernéticos para “botar” determinado sitio Web.
En cuanto al tema de la desinformación, Mendoza señala que los dispositivos pueden ser configurados para realizar una instrucción, como publicar tuits, sin que haya una persona de por medio.
“Independientemente de la forma, su actividad se realiza de forma automática, por lo que una acción sencilla como publicar un hashtag, se puede potenciar y convertirse en tendencia. Se han identificado redes de bots maliciosas con millones de equipos comprometidos, por lo que el impacto de sus acciones es mucho mayor”, refiere el investigador.
Un artículo publicado por el sitio del Instituto Tecnológico de Massachusetts, MIT Technology Review, afirma que casi la mitad de las cuentas de Twitter que presionan para reabrir Estados Unidos podrían ser bots.
El estudio reveló que los bots pueden representar entre el 45 y el 60 por ciento de las cuentas de Twitter que hablan de covid-19 y muchas se crearon en febrero; desde entonces se ha difundido y amplificado información errónea sobre el tema, incluidos los consejos médicos falsos, las teorías de conspiración sobre el origen del virus y los esfuerzos para poner fin a las órdenes de quedarse en casa y reabrir Estados Unidos.
“Siguen patrones muy usados de campañas de influencia coordinadas, y su estrategia ya está funcionando: desde el comienzo de la crisis, los investigadores han observado una mayor polarización en el discurso de Twitter sobre el tema”, se lee en el texto.
De acuerdo con Martínez, el uso de las redes de bots se ha incrementado en redes sociales debido a la penetración e impacto que pueden lograr al transmitir algún mensaje o manipular una tendencia.
También se han convertido en un medio para difundir campañas de desinformación. Esto es debido a la facilidad para crear y operar cuentas falsas de forma semiautomatizada que permite lograr un efecto amplificador entre las personas que no identifican que el mensaje está surgiendo de una cuenta falsa.
Es por esto que el experto comparte las características típicas de cuentas de redes sociales que son bots, para que puedan ser identificadas:
- Tienen seudónimos o nombres similares.
- Se han creado el mismo día.
- Las publicaciones enlazan a los mismos sitios.
- Utilizan frases similares.
- Cometen los mismos errores ortográficos.
- Se siguen entre sí o siguen a una misma cuenta.
- Utilizan las mismas herramientas para acortar URL.
- Solo están activos durante un mismo período.
- Las descripciones de sus perfiles son similares.
- Utilizan como foto de perfil imágenes genéricas o de otras personas que se pueden encontrar fácilmente en Google.
Manipulación del discurso
Los bots que se emplean para la desinformación, usualmente persiguen desviar el curso de una conversación con fines de afectar a la opinión pública respecto a un tema.
Un ejemplo de ello es un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Brown, el cual descubrió que una cuarta parte de las publicaciones que niegan la existencia de cambio climático en Twitter fueron escritas por bots.
Los investigadores descubrieron que los tuits publicados por bots crearon la impresión de que había un alto nivel de negación respecto a este fenómeno ambiental.
Se analizaron 6.5 millones de tweets del período que rodea el anuncio del presidente Donald Trump en junio de 2017 de que estaba retirando a los Estados Unidos del acuerdo climático de París.
El hallazgo mostró que el 25 por ciento de los tuits sobre el cambio climático probablemente fueron publicados por bots y su mayoría se centraron en la negación del calentamiento global o el rechazo de la ciencia climática.
Los bots están automatizados para publicar o enviar mensajes, pero deben ser configurados por un humano. El equipo de la Universidad de Brown no pudo identificar quién estaba detrás de estos bots que niegan el cambio climático.
Otros usos maliciosos
Erick Sosa, gerente del grupo de negocios de Nube Microsoft Centroamérica, explica que debido a que los bots son programas que pueden hacer tareas de forma repetitiva y automatizada, estos pueden ser empleados para fines maliciosos de distintas maneras.
“Si antes un cibercriminal podía extorsionar a una persona, con el empleo de los bots, podrá hacerlo con mil”, comenta el experto de Microsoft, quien explica algunos tipos de bots.
Botnets: son redes de bots que se usan para hacer algún tipo de ataque coordinado a sitios, usando tecnología de troyano.
“Los programas se instalan en la máquina de alguien y la convierten en un zombi, con el esto el hacker toma control de los recursos del sistema y lo usan para, por ejemplo, saturar con mensajes alguna página hasta que esta queda fuera de servicio.
Bots de spam: estos son enviados de manera masiva por medio de mensajes o correos electrónicos. Monitorean redes y entran en diferentes sitios Web para buscar vulnerabilidades que les permitan entrar a un sistema e infectarlo.
Bots de ataque de fuerza bruta: como hacen taras repetitivas de manera rápida, existen bots cuya única finalidad es hacer intentos repetitivos para adivinar las contraseñas de las cuentas de los usuarios, principalmente de banca en línea, para acceder a ellas y sustraer los fondos. Es por eso que muchos bancos tienen un tercer parámetro de acceso, además del usuario y contraseña.
Inteligencia artificial
De acuerdo con Sosa, los bots están diseñados para aprender y pone de ejemplo los chatbots porque cuando se les hace unan pregunta cuya respuesta no está en su programación, necesitan escalar el asunto hacia una persona real, pero en la próxima ocasión esto ya no será necesario.
“Los bots aprenden de las interacciones y de la enorme cantidad de gatos que se generan, además, entienden el lenguaje que se usa en las conversaciones. En algunos casos, para una persona es difícil diferencias si están conversando con un bot o con una persona real”, explica Sosa.
Aunque hay usos negativos para los bots, Sosa asegura que esta tecnología es de gran ayuda para las personas.
“Los bots llegaron para quedarse y son realmente útiles. Son una parte de la inteligencia artificial diseñada para amplificar el ingenio humano y ayudarnos en las tareas. Se debe ser cuidadoso, pero hay que entenderlos porque pueden hacernos más productivos”, concluye Sosa