Por esta razón, 60 países han firmado la Declaración para el futuro de Internet, un documento que fue sintetizada por la Casa Blanca de Estados Unidos y la Comisión Europea.
De acuerdo con información publicada desde el portal de esa última entidad, el grupo de socios “apoya un futuro para internet que sea abierto, libre, mundial, interoperable, fiable y seguro“. Asimismo, los firmantes del documento buscan comprometerse con la protección y el respeto de los derechos humanos en línea y el mundo digital.
Según la Comisión, los 60 países que se involucraron en esta propuesta incluye a todos los Estados miembros de la Unión Europea, así como países de Asia, Oceanía y América. En el mundo hispano, tan solo firmaron Costa Rica, Argentina, Colombia, República Dominicana, Perú, Uruguay y España.
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Al momento de la publicación de esta nota, la Comisión de la UE apunta que se espera que más países puedan sumarse a la firma de la declaratoria. También apuntan que la Declaración “se ajusta a los derechos y principios muy arraigados en la UE y se basa en la Declaración sobre los derechos y principios digitales”.
Información de la UE apunta que Internet también debería ser un lugar en el que las redes se empleen de la manera más fiable para evitar la discriminación injusta entre persona y que facilite la “disputabilidad de las plataformas en línea y una competencia leal entre las empresas”.
El planteamiento tras la declaración busca también reflexionar sobre los gobiernos autoritarios que han limitado el acceso a Internet abierto, así como a las plataformas en línea y las herramientas digitales que “se utilizan cada vez más para reprimir la libertad de expresión y negar otros derechos humanos y libertades fundamentales”.
Otra de las ideas principales de la iniciativa consiste en descentralizar Internet. De manera específica, se hace un cuestionamiento al hecho que varios países prohiben que ciertos servicios puedan accederse dada la ubicación.
De igual manera, la vigilancia desde la red global busca erradicarse. En el documento existe una denuncia hacia las técnicas “algorítimicas” para este tipo de hechos opresivos.
Por otro lado, los firmantes buscan “abstenerse de bloquear o degradar el acceso a contenido, servicios y aplicaciones legales en Internet”.