ciencia y TECNOLOGÍA
Qué debo saber antes de instalar energía solar en mi casa
Las tecnologías que usan los rayos del Sol para producir electricidad además de ofrecer autonomía energética bajan gastos en el hogar y reducen emisión de carbono.
La energía solar genera menos huella de carbono (CO2) durante su ciclo de vida, en comparación a los combustibles fósiles. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)
En un momento histórico donde los efectos del cambio climático son cada vez más visibles, parece urgente conversar sobre los esfuerzos que estamos reuniendo para encarar lo que parece ser una crisis irreversible.
Un ejemplo de esta gravedad se ha logrado ver a lo largo de 2024 con el incremento de las temperaturas solares que han perjudicado tanto la naturaleza -como se ha visto en constantes incendios forestales-, así como también ha influido en la calidad de salud de las personas.
Dentro de este escenario acorralado, es importante hablar sobre alternativas que nos permitan continuar con nuestras vidas utilizando de forma óptima los recursos que nos ofrece el planeta, entre ellos la energía que produce la irradiación solar.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha señalado que este tipo de energía representa una de las formas de generación eléctrica más limpia, ya que este tipo de producción genera menos huella de carbono (CO2) durante su ciclo de vida, en comparación a los combustibles fósiles.
Según datos de la Asociación Mundial Nuclear (World Nuclear Association), las emisiones de CO2 procedentes de la quema de combustibles fósiles llegan a sumar alrededor de 34 mil millones de toneladas por año.
Frente a ese panorama, la energía limpia juega un papel crucial, ya que puede hacer un contrapeso al cambio climático. La ONU refiere que la energía fotovoltaica constituye el sector más popular de mayor crecimiento de la tecnología solar, ya que además suministra energía con un nivel bajo de emisiones de carbono.
La energía fotovoltaica implica instrumentos que generan electricidad directamente de la luz solar, mediante un proceso eléctrico que se produce de manera natural en distintos materiales que incluyen células fotovoltaicas que se configuran en módulos y matrices.
En Guatemala, la energía fotovoltaica es cada vez más popular. Hasta finales del 2023 más de 9 mil 100 hogares y comercios se convirtieron en usuarios de algún sistema de distribución que genera energía eléctrica producida con fuentes renovables e inyecta excedentes desde propias instalaciones de consumo y producción; esto, según información de datos recopilados el ingeniero electricista y socio de la empresa Ddupla Desarrollos Inteligentes S.A., Carlos Boj.
"El mercado de energía está teniendo un crecimiento exponencial porque se le ha dado más visibilidad a la tecnología. Guatemala tiene una posición privilegiada en cuanto a energía solar", comenta Boj, quien además recuerda que el gobierno, así como el de otros 192 países participó del Acuerdo de París, con el cual se busca disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero para limitar el aumento de la temperatura global.
Energía fotovoltaica en casa
Janice Villatoro, representante del área de proyectos y capacitaciones del Centro de Desarrollo Tecnológico ADEP, especializado en energía solar y movilidad eléctrica, comparte que los sistemas fotovoltaicos, también denominados sistemas de paneles solares, funcionan como estructuras que inyectan energía a las redes locales de los inmuebles.
En el país estos sistemas se caracterizan por ser de dos tipos: de atado o conectado a la red, que ayudan al ahorro de energía dentro del inmueble y los de sistema aislado, que ayudan a la producción de energía eléctrica para uso del inmueble.
Villatoro explica que los sistemas aislados son útiles en comunidades donde hay poco menos de la cobertura habitual de electricidad. En estos casos, los paneles suelen utilizar baterías e implementos con alto costo.
En ese sentido, es más recomendable que las personas interesadas en la energía fotovoltaica opten por un sistema atado a la red. "Ese caso representa un ahorro de hasta 85% en la factura, aunque esto varía respecto al consumo de cada persona en su hogar", comenta la especialista.
Los sistemas atados o conectados a la red utiliza herramientas como un inversor de red, un medidor de potencia y los paneles solares que captan y transforman la energía solar en corriente continua. Seguidamente, el inversor hace que la corriente continua se vuelva alterna, la cual termina alimentando el inmueble.
Sobre la instalación
De acuerdo con Byron Saldaña, asesor en ejecución de proyectos y en la parte académica de ADEP, cualquier persona asociada a la Empresa Eléctrica de Guatemala, S. A. (EEGSA), Energuate o alguna empresa municipal de energía, puede optar por un sistema de atado a la red. No obstante, se deben considerar varios temas antes de llevarlo a cabo.
La principal consideración tiene que ver con los costos, ya que se debe ver este tipo de propuestas solares como una oportunidad de ahorro e inversión.
De acuerdo con Saldaña, en promedio una instalación de atado de red puede ir desde los Q.15 mil en adelante. Se debe considerar que las facturas mensuales de energía irán bajando eventualmente y el retorno económico puede esperarse en seis años aproximadamente, dice el experto.
Hasta finales del 2023 más de 9 mil 100 hogares y comercios se convirtieron en usuarios de algún sistema de distribución que genera energía eléctrica.
Otro tema a considerar es la instalación de los paneles y los otros implementos. Byron Saldaña explica que debe existir disponibilidad espacial en el techo o en zonas laterales a la construcción, ya que los paneles tienen una medida aproximada de 2 metros y medio. Dependiendo de cada propietario y las necesidades de su inmueble, en promedio se pueden llegar a requerir unos seis paneles de 500 watts.
Además de los paneles, los sistemas de energía también requieren de inversores que pasan la corriente alterna a un voltaje estándar y un contador bidireccional que puede leer tanto el consumo habitual, como la energía que regresa a la red (que consiste en el entramado de transformadores y líneas públicas), explica Saldaña.
Si bien este tipo de instalaciones son más frecuentes en construcciones con amplio espacio, es más complicado pensarlas en edificios verticales de vivienda, ya que se requeriría grandes dimensiones para abarcar a muchos de los residentes.
Otras recomendaciones
Al considerar la implementación de un sistema de energía fotovoltaico, es fundamental tener en cuenta que en áreas urbanas las complejidades incluyen sombras y techos reducidos, así como la presencia de postes y árboles que pueden obstruir la luz solar. Además, la construcción de segundos niveles o edificios grandes aledaños puede afectar la eficiencia del sistema.
Janice Villatoro de ADEP insiste en la importancia de una adecuada capacitación en el campo de la energía solar residencial. Según Villatoro, muchas personas intentan instalar sistemas fotovoltaicos sin la preparación necesaria, confiando en su conocimiento básico de electricidad o en tutoriales de YouTube, lo cual no es una práctica recomendada.
La experta enfatiza que cualquier persona puede realizar la instalación correctamente si cuenta con el seguimiento y asesoramiento adecuado, siguiendo la normativa del Código Eléctrico Nacional, mismo que suele instruirse en ADEP a través de capacitaciones individuales o grupales.
Alany Chávez, encargada de áreas de capacitación en ADEP, explica que los cursos incluyen una formación teórica y práctica que garantiza la correcta implementación de proyectos solares. Los costos oscilan entre Q900 y Q3 mil. ADEP también brinda asesoramiento personalizado para aquellos que ya tienen proyectos en desarrollo.
Carlos Boj enfatiza la importancia de realizar un análisis riguroso del consumo energético antes de proceder con la instalación de un sistema fotovoltaico. El ingeniero menciona que los futuros usuarios deben analizar su consumo energético anual que permitirá a los usuarios comprender mejor el retorno de inversión y el tiempo estimado para recuperar los costos de instalación.
También se deben investigar y consultar a proveedores que puedan proceder con la instalación. Boj menciona que en el mercado guatemalteco, la competencia entre proveedores puede llevar a una reducción en los precios, lo cual beneficia a los consumidores. Esta competencia también motiva a los proveedores a ofrecer mejores servicios y productos, aprovechando de manera eficiente el recurso solar disponible en el país.