Para que uno de estos ingrese a un dispositivo con sistema operativo Android -uno de los más usados en el mundo- basta con unos cuantos pasos. Lo más increíble es que es el mismo usuario el que lo deja pasar, obviamente no de manera consciente. Entonces, ¿cómo lo hace?
Bueno, un ejemplo simple es cuando se instala un juego y, con tal de usarlo, le damos aceptar a todo, incluso le damos permiso de usar la cámara o el micrófono.
Un reciente caso, que aún está vigente, es el de un malware que se disfraza de actualización de sistema. Se llama System Update (incluso utiliza el logotipo de Google) o RefreshAllData, y es del tipo denominado troyano remoto, el cual otorga el control del smartphone a un tercero. Esta aplicación no está en la Play Store de Google y aún así tiene miles -quizás millones- de descargas. Es capaz de grabar audio y llamadas telefónicas, tomar fotos con las cámaras frontal y trasera, monitorear ubicación por medio del GPS, capturar mensajes de Whatsapp, ver historial del navegador y extraer datos del móvil, entre otras actividades.
Tipos de Malware
Adware. Son los que añaden publicidad. Si el teléfono muestra anuncios donde antes no los había, es posible que tenga este malware.
Troyanos. Son difíciles de detectar. Es capaz de robar información del móvil, tomar fotografías o encender el micrófono para grabar.
Spyware. Se ejecuta en segundo plano para recolectar datos del usuario. Suelen abusar de permisos de cámara y micrófono.
Signos de que algo anda mal
Si el teléfono presenta alguno de estos síntomas hay que estar atento, pues podría tener malware:
- -Aplicaciones que tardan más en cargarse.
- -La batería se agota más rápido de lo normal.
- -Gasto desmesurado de datos.
- -Aparecen apps que no se han descargado.
- -Aparece publicidad donde no debería haber.
¿Qué hacer?
Para evitar intrusos aplique estos consejos:
- -Poner mucha atención a las apps que se descargan. Bajarlas únicamente desde sus sitios oficiales y, mejor aún, desde el Play Store de Google.
- -Usar un buen antivirus para teléfonos móviles. Puede descargarlos de la Play Store o de la web oficial del software.
- -Al conectarse a una red wifi pública o abierta, es mejor usar una VPN para evitar robos de datos.
- -Limpiar los archivos temporales -los pasos varían según el dispositivo-. En general, con Android basta con tener un limpiador de archivos basura. El punto anterior ayuda a solucionarlo, ya que casi todos lo incluyen.
- -Hay también formas manuales de solución, pero depende del dispositivo. Básicamente, hay que desactivar y desinstalar toda app desconocida.
- -También revisar Configuración, luego buscar “Instalar aplicaciones desconocidas”. En ese apartado aparecerá una lista con un texto que debería decir “No permitido”. Si alguna dice lo contrario, pulsar sobre ella y cambiar la configuración. Tener en cuenta que es posible que se tengan que hacer otros ajustes.
- -En Configuración, ver “Aplicaciones” y luego “Permisos”. Ahí aparecerán los elementos que nosotros hemos autorizado para que utilice una app. Si hay algo raro, desactivarlo.
- -Restaurar. Si las cosas aún no se solucionan, se puede resetear el dispositivo. Para esto se debe hacer una copia de seguridad para todo aquello que sea importante (fotos, videos, etc.). Ir a Ajustes y luego al submenú de “Copia de seguridad”, “Restaurar” o “Cuentas”.
¡Mucha atención!
- -No descargar apps luego de haber dado click en un banner de una web, aunque este parezca de un sitio seguro. Tampoco hacerlo mediante enlaces sospechosos que llegan por correo o mensaje de texto (SMS).
- -No bajar apps con premisas dudosas como personalizar el Whatsapp o que ayudarán a espiar el teléfono de otra persona, ni cualquier contenido que prometa dinero fácil.
- -Atención con teclados Android, pues algunos pueden tener key logger que registran y envían lo que se escribe a un servidor para después usarlo con fines maliciosos.
Otras fuentes: El País, Digital Trends, Geekflare, Hipertextual, Innoves y Xataka.