Tras años de desarrollo, el casco será lanzado en el primer trimestre del 2016, aunque la fecha exacta y el precio aún no han sido difundidos.
“Siempre hubo distancia entre los jugadores y el juego”, comentó Jason Rubin, a la cabeza de los estudios Oculus. “Finalmente podemos crear universos que parecen ser reales.
El casco será vendido con un mando a distancia concebido inicialmente para la Xbox, una perspectiva considerada “increíblemente apasionante” por Phil Spencer, responsable de la división Xbox de Microsoft, que participó de la presentación.
“Creemos que podremos crear experiencias de realidad virtual de punta con Oculus, sobre la base de Windows”, el sistema operativo estrella de Microsoft, añadió.
Aunque no precisó si Oculus será compatible con la Xbox, Brian Blau, analista del gabinete Gartner, evoca una sociedad rentable para ambos que abriría también la puerta a una sincronización con Windows 10, la nueva versión del sistema operativo de Microsoft anunciada para fines de julio.
“Esto representa más para Microsoft y los juegos en su PC que todo lo que han hecho en años, en términos de novedades excitantes”, añadió Blau.
Palmer Luckey, uno de los fundadores de Oculus, mostró también un nuevo accesorio (Touch) que permitirá a los usuarios del casco manipular objetos en el mundo virtual o dar órdenes con gestos.
Facebook compró la compañía el año pasado por unos US$2 mil millones, en una “apuesta a largo plazo” según el cofundador de Facebook Mark Zuckerberg.
Más allá de las aplicaciones en videojuegos o cine, Zuckerberg cree que la tecnología de realidad virtual de Oculus podría ser aplicada de diversas formas en la mayor red social del planeta, como para asistir a cursos virtuales, consultar un médico a distancia o realizar compras en una tienda virtual.
“Las tecnologías inmersivas tienen muchos más para ofrecer que los videojuegos”, cree Blaud. “Pero este es un buen lugar para comenzar”.