Después de una temporada de 2020 que batió récords y nos afectó directamente en noviembre con ETA e IOTA, toda la comunidad científica de la región ha seguido con atención los diferentes pronósticos, los cuales parecen indicar que será arriba de lo normal pero no tan extrema como el año pasado.
El pronóstico de varias agencias como la Universidad de Colorado coinciden en predecir que durante la temporada de huracanes de 2021, se podrían formar más de 8 huracanes, aunque no necesariamente todos llegarán a tocar tierra.
Cambio en la forma de nombrar las tormentas
Desde 1953, las tormentas tropicales del Atlántico han sido nombradas a partir de listas creadas y recicladas por el Centro Nacional de Huracanes.
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Esta agencia siempre comienza con 21 nombres. En el caso de que ocurran más de 21 ciclones tropicales con nombre en la cuenca del Atlántico en una temporada, cualquier tormenta adicional tomará nombres de una lista alternativa de nombres aprobados por la Organización Meteorológica Mundial.
La OMM solía utilizar el alfabeto griego al agotar la lista original, pero en marzo de 2021, la OMM decidió dejar de utilizar el alfabeto griego, citando confusión en torno a la convención de nombres y porque como ocurrió en 2020, 2 ciclones con el nombre del alfabeto griego causaron daños a Centroamérica, por lo cual los nombre no se debieran volver a utilizar.
La actividad de huracanes en el Pacífico se prevé sea en los rangos normales
Para el océano Pacífico, los pronosticadores del Foro Climático Centroamericano organizado por el Comité Regional de Recursos Hidráulicos ( CRRH – Agencia especializada del SICA) usando la técnica de los escenarios más probables de la temperatura del mar y de la selección de años análogos, ha pronosticado que la temporada estará dentro de los rangos normales.
En el informe elaborado el 17 de abril el INSIVUMEH indica que se espera que inicie la temporada lluviosa en Guatemala a partir de la primera quincena de mayo y será normal.
Recuerde que no importa cuántas tormentas se pronostiquen, con una sola tormenta que afecte la región o una zona muy poblada puede causar grandes daños materiales y humanos por lo que la preparación es clave para tomar acciones que ayuden a reducir el riesgo, aún se trabaja en reparar los daños que nos dejó ETA y IOTA.