Lo cierto es que la evolución de estos aparatos en el mundo ya no los hace independientes, sino que ahora también están conectados y son manejados por medio del Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés).
Los expertos alertan sobre esta dinámica de interconexión que pone la seguridad de los datos en jaque. ¿A dónde van los datos que reciben las aplicaciones y aparatos? Quizá una de las preguntas más importantes que se han hecho los expertos en el mundo.
El que todo esté conectado tiene también riesgos compartidos, dijo en 2019, Luis Furlán, director del Centro de Investigación en Informática Aplicada, de la Universidad del Valle de Guatemala.
Denise Giusto, quien se desempeña actualmente como investigadora en seguridad en ESET Latinoamérica, comenta que muchos juguetes para todas las edades, se pueden conectar a la nube, tienen cámaras, micrófonos y se han tenido eventos donde alguien ha accedido a los micrófonos y habla con los niños.
La experta comenta la necesidad de utilizar mejor todo este tipo de tecnología y también de reconocer qué ofrece la sociedad o marcos legales que puedan proteger a los usuarios.
¿Cuántos estamos conectados y qué hacer frente a la seguridad?
Gartner, una empresa consultora y de investigación de las tecnologías de la información explica que más de 25 mil millones de dispositivos estarán conectados para el 2021. Desde monitores de actividad física hasta termostatos, cerraduras, juguetes y electrodomésticos inteligentes, por dar algunos ejemplos.
Un paso para la seguridad es proteger la misma red del hogar, agrega Giusto, en caso de la red wifi es preciso cambiar la contraseña con regularidad y tener cuidado con quién se comparte. “Todos nuestros datos están caminando en esa red y sin estos parámetros fundamentales existe más probabilidad de un ataque a esos datos”, dice.
También es preciso estar atento a los últimos ataques y consultar con los fabricantes los parches de seguridad que ofrecen frente a estas amenazas. Giusto explica que muchos de los aparatos se usan a través de aplicaciones en tabletas y teléfonos, en ese sentido se necesita que el software esté actualizado y contar con las últimas versiones actualizadas del software del sistema operativo y chequear si existe la posibilidad de una segunda autenticación para ingresar a estas plataformas que almacenan estos datos.
Algunos dispositivos se manejan a través de aplicaciones. Lea las reglas de privacidad y detalles que se ofrecen.
Giusto agrega que como padres es necesario comunicarse con los hijos y explicarles el riesgo que se corre . Para mantener el diálogo los padres tienen que entender cuáles son estos peligros.
En cierta edad y con los más pequeños es preciso que usen la tecnología en lugares donde los adultos puedan supervisar y con los adolescentes es preciso orientarlos a tomar las mejores decisiones en cuanto a su seguridad.
En general los dispositivos IoT recolectan grandes cantidades de información personal y delicada que puede ser compartida y negociada en el mercado abierto. Esto ha hecho que se considere la ausencia de la puesta en práctica de normas de seguridad y prácticas de privacidad responsables y se busque una regulación.
En realidad la legislación por sí sola no será eficiente en todos los países. Aprobar regulaciones tardaría demasiado y nunca podrá seguirle el ritmo al panorama de riesgo, que evoluciona constantemente. Esto ha llevado a que más de cien actores representantes de la industria y defensores del consumidor crearan la Online Trust Alliance (OTA), una iniciativa de Internet Society.
La finalidad es que todos los involucrados, tanto los creadores, empresas, intermediarios y el mismo consumidor se pongan en alerta para elevar los niveles de seguridad de los dispositivos conectados, dice Furlán.
En este punto se han creado algunos principios para reducir los riesgos y aumentar la confianza. Esto se encuentra enfocado en que se cree una secuencia de seguridad desde la creación de cada uno de los dispositivos.
Para ello se ha creado una lista de opciones a evaluar como se muestran al pie de esta nota, en el que se involucran cuestiones como la autenticación, actualizaciones y otra serie de parámetros que podrían ayudar a la población a sentirse más seguros.
Al cuestionarle sobre los datos que se almacenan, comenta que todo queda del lado del usuario y es en la consola que se guarda la información sin que la empresa tenga acceso a detalles de privacidad.
“Si no tenemos ese cuidado de contratar un servicio podríamos dejar vulnerable la información de nuestros hogares”, explica.
Así que es un tema a evaluar cada vez que se descargan aplicaciones, se contratan servicios y se adquieren aparatos que se conecten con nuestra información. Se necesitaría una evaluación y buscar que la información sea lo más protegida posible.
Antes de comprar tecnología
Estos serían algunos elementos mínimos de seguridad que cada dispositivo tendría que ofrecer a los usuarios, según la Online Trust Alliance (OTA). Con estos requerimientos podría aumentar la seguridad de datos personales.
- Autenticación. Los dispositivos tendrían que solicitar autenticación para prevenir el acceso malicioso.
- Encriptación. Encriptar datos previene la escucha a escondidas de datos delicados.
- La seguridad debe incorporarse a todas las áreas, dispositivos, aplicaciones y servicios ya sean ofrecidos directamente o a través de terceros. Deberían realizarse pruebas con regularidad.
- Un aparato seguro debería ofrecer actualizaciones de manera segura y con una mínima intervención o un mínimo impacto sobre el usuario.
- Busque las políticas relacionadas con la privacidad.
- Las divulgaciones sobre la privacidad tendrían que ser fáciles de encontrar para tomar decisiones informadas.
- Los consumidores deben tener opciones y control sobre los datos reconectados por el dispositivo, servicio y la capacidad de transferir o eliminarlos en caso de pérdida o venta.
- Las comunicaciones con el consumidor luego de la compra deben ser establecidas para asegurarlo proactivamente, empleando las mejores prácticas para limitar los ataques de ingeniería social.