El juez James Boasberg, del Tribunal de Distrito de Washington DC, desestimó el caso presentado en diciembre por la Comisión Federal de Comercio, la FTC, y más de 40 estados, una acción que, de prosperar, podría haber revertido la adquisición de Instagram y WhatsApp por parte de Facebook.
La demanda “no alegó suficientes hechos para establecer de manera plausible (…) que Facebook tiene el poder de monopolio en el mercado de los servicios de redes sociales personales”, escribió el juez en una exposición de 53 páginas, al tiempo que dejó abierta la posibilidad de que las autoridades vuelvan a presentar la demanda tras revisiones.
En las dos demandas presentadas en diciembre que se unificaron en un tribunal federal, funcionarios estatales y federales pidieron la revertir la adquisición de Instagram y WhatsApp, argumentando que Facebook había actuado para “afianzar y mantener su monopolio para negar a los consumidores los beneficios de la competencia”.
El juez emitió una opinión separada desestimando la queja presentada por los estados, diciendo que los fiscales generales habían esperado demasiado para presentar el caso por la adquisición de Instagram en 2012 y WhatsApp en 2014.
Boasberg dijo que la demanda de la FTC “no dice casi nada concreto sobre la cuestión clave de cuánto poder realmente tenía Facebook (…) es casi como si la agencia esperara que el tribunal simplemente asintiera ante la sabiduría popular de que Facebook es un monopolista”.
La FTC basó su caso en una afirmación “vaga” de que Facebook controlaba más del 60% del mercado de las redes sociales, pero la agencia federal “ni siquiera argumenta lo que está midiendo”.
“Nuevo alegato”
El juez estimó en su escrito que “el mercado que está aquí en cuestión es inusual de varias maneras, incluyendo que los productos que contiene no se venden por un precio (…) Por lo tanto, el tribunal no puede comprender exactamente a qué hace referencia la cifra de ‘más del 60%’ de la agencia, y mucho menos puede inferir los hechos subyacentes que podrían fundamentarla”.
Aun así, dictaminó que “este defecto posiblemente podría superarse con un nuevo alegato”, permitiendo a la agencia federal la posibilidad de volver a interponer la acción.
No hubo comentarios inmediatos de Facebook, pero sus acciones subieron en Wall Street después de la decisión, elevando la capitalización de la compañía por encima de 1 billón de dólares por primera vez.
La decisión se produce una semana después de que un panel del Congreso de Estados Unidos debatiera una legislación que conduciría a una revisión radical de las leyes antimonopolio y daría más poder a los reguladores para dividir las grandes empresas de tecnología.
También ocurre cuando existe una creciente preocupación sobre el poder de las principales empresas tecnológicas, que han dominado cada vez más sectores económicos clave y han experimentado un crecimiento constante durante la pandemia.