“La autoridad, considerando el elevado riesgo potencial para los datos de millones de personas en Italia, preguntó qué datos personales se recopilaron, de qué fuentes y con qué intención“, dice un pronunciamiento.
Preguntó también cuál es la base jurídica para el procesamiento (de datos) y si son almacenados en servidores en China como parte del desarrollo de la inteligencia artificial (IA) generativa de DeepSeek.
La institución quiere saber también qué tipo de informaciones eran utilizadas para entrenar el sistema de IA de DeepSeek y, si los datos se extrajeron de internet, precisar cómo se informó a los usuarios del servicio sobre el tratamiento de sus datos.
El organismo envió sus preocupaciones a Hangzhou DeepSeek Artificial Intelligence y a Beijing DeepSeek Artificial Intelligence, dándoles 20 días para responder.
DeepSeek, con sede en Hangzhou (conocida como el “Silicon Valley chino”) desató el pánico esta semana en Wall Street con su nuevo chatbot desarrollado por una fracción del costo de sus competidores.
En diciembre del 2024, la autoridad italiana de vigilancia multó a OpenIA con US$15.6 millones por el uso de datos personales por su popular chatbot ChatGPT, pero la empresa tecnológica estadounidense dijo que apelaría.
La investigación inició en marzo de 2023, cuando el GPDP bloqueó temporalmente ChatGPT en Italia por motivos de protección de la privacidad, siendo el primer país occidental en tomar tal medida.
DeepSeek sigue en el punto de mira, después de que la Casa Blanca afirmara que investiga sus implicaciones de seguridad y en la misma China el gigante Alibaba lanzara un modelo de inteligencia artificial que asegura superar casi totalmente al de la competencia.
Desde el lanzamiento del modelo R1 el 20 de enero, la aplicación china, caracterizada por su código abierto y bajos costes de desarrollo, ha liderado las listas de descargas, mientras continúa sufriendo un apagón parcial tras denunciar ciberataques en los últimos días, sin desvelar su origen ni naturaleza.
Su irrupción ha revolucionado a los internautas y ha abierto las puertas a un posible cambio de las reglas del sector tecnológico, aunque también ha sido objeto de sospechas y críticas, sobre todo desde Estados Unidos.