El equipo espera poner el satélite en órbita para labores de detección remota, sin embargo, su visión va más allá: demostrar que Guatemala tiene potencial para hacer cosas grandes en materia espacial y ser ejemplo para que más jóvenes se interesen en el estudio de la ciencia e ingeniería.
Prometedor
Cuando pensamos en satélites probablemente imaginamos aparatos gigantescos con varios componentes, pero el primer satélite guatemalteco es en realidad un pequeño cubo de 10 centímetros con menos de 3 libras de peso que ya ha sido creado por universidades de otros países, y cuyo estándar internacional es conocido como CubeSat.
“Entre más grande y pesado el satélite más costoso es ponerlo en órbita. Por eso empacamos todo esto con componentes miniaturizados”, explicó Luis Zea, coordinador del proyecto y docente del Departamento de Ingeniería Mecánica de la UVG, en una conferencia de prensa el viernes último, en la sede central de esa casa de estudios.
“Según los sensores que se le pongan a este tipo de satélites, podemos hacer monitoreo de incendios forestales, planificación urbana, ver la contaminación de los lagos o seguimiento de enfermedades endémicas y desastres naturales”, agregó.
En su desarrollo han participado 23 estudiantes de diferentes ramas de ingeniería de la UVG, quienes han manifestado su satisfacción por el aprendizaje obtenido y lo que esto representa para el país.
“Me entusiasma muchísimo todo esto porque es una muestra de que Guatemala es un país completamente capaz de producir y exportar tecnología. No tenemos ninguna limitación, y este proyecto es un ejemplo para cualquier guatemalteco que quiera innovar. Lo único que se necesita son ganas, dedicación y tiempo”, dijo José Antonio Bagur, quien fue parte de los primeros estudiantes de ingeniería de la UVG involucrados en el proyecto.
A mediano plazo, según el coordinador del proyecto, crearán un segundo satélite un poco más grande “que nos valide nuestros procesos de adquisición y procesamiento de imágenes desde el espacio”.
Por lo pronto, el equipo del proyecto busca fondos de entidades privadas y del público en general para su financiamiento, ya que terminar los trabajos técnicos y, sobre todo, lanzar el CubeSat al espacio en un cohete requiere de unos US$250 mil aproximadamente.
Si lo logran, podremos ver finalmente realizado, a finales del 2018, el primer satélite con sello guatemalteco fuera de la Tierra.