Tecnología

CubeSat Guatemala. Ellas construyen el satélite guatemalteco

Un entusiasta grupo de siete  mujeres estudiantes son parte del proyecto CubeSat, cuyo aporte es relevante para llevar al espacio este aparato.

“Con su participación y trabajo, estas jóvenes son un claro ejemplo de que las mujeres tienen la misma capacidad que los hombres para estudiar y desempeñarse en todos los campos científicos y tecnológicos”, indica Víctor Ayerdi, director del Departamento de Ingeniería Mecánica e investigador de Universidad del Valle de Guatemala (UVG). “Más allá del excelente trabajo que desempeñan para que este satélite pueda ser una realidad, contribuyen a romper estereotipos que impiden que muchas mujeres puedan realizarse en estos campos, y que nuestra sociedad, en consecuencia, pierda esos talentos. Ellas pueden ser la inspiración para que más niñas y jóvenes se den cuenta de lo que son capaces de hacer, y sigan sus pasos”, dice.

“Las mujeres, en general, son más detallistas y cuidadosas que los hombres. En un proyecto con tantos detalles como este, es importante contar con diferentes perfiles que, en conjunto, aporten a la solución de los retos que enfrentamos”, expone Ayerdi.

María Fernanda Pineda, de 19 años, cursa Ingeniería Mecatrónica.


“Me uní al proyecto, porque me animó saber que Guatemala podrá lanzar su primer satélite. Me anoté como voluntaria, y me siento bastante dichosa de ser parte de él”, dice Pineda, quien está en el módulo de Potencia. “Me motiva saber que más mujeres se han integrado, para demostrar que somos capaces de seguir una ingeniería y cumplir grandes proyectos. Creo que este satélite será un gran paso para Guatemala y la universidad”, añade.

María Angulo, de 20 años, estudia Ingeniería Mecatrónica.


“Me uní al proyecto hace unas tres semanas. Hay mucho trabajo por hacer pero sé que se puede”, dice María, que trabaja en la parte de Comunicaciones y Control en Tierra. “Nos están dando una buena oportunidad de demostrar que somos capaces y que podemos hacer junto a los hombres un excelente trabajo. Tenemos mucho apoyo y eso me motiva para participar en proyectos en los que no estamos acostumbradas las mujeres”, agrega.

Cecilia Marsicovetere, de 22 años, cursa Ingeniería Mecatrónica.


”Estoy en el módulo de Potencia, todo lo que tiene que ver con la alimentación eléctrica del satélite”, dice Cecilia. “Es uno de los pocos módulos que están siendo diseñados 100 % por estudiantes. Ha sido un gran reto, pero bastante satisfactorio”, añade. “Cuando me uní al equipo, en el 2017, solo había otra estudiante y me emocioné que no iba a ser la única mujer. Me gustaría que, con el tiempo, esto cambie y que sea algo totalmente normal que en los equipos seamos mitad mujeres y mitad hombres”, refiere.

Lucía Lara, de 22 años, se encarga de la divulgación del proyecto.


Estudia Ingeniería Industrial y es parte del equipo de Medios y Contenido Creativo. “Este proyecto me permite poner mi granito de arena en la historia de Guatemala, para dar a conocer en qué consiste el CubeSat”, dice. “Es importante que las personas estén enteradas de las cosas maravillosas que se están creando aquí —UVG—, y que puedan entender la magnitud y complejidad que involucra lanzar el satélite. Estoy segura que hay muchas cosas más por aprender”, añade.

Nancy Mazariegos, de 19 años, cursa Ingeniería Mecatrónica.


“Este proyecto muestra que Guatemala, pese a ser un país en vías de desarrollo, está dando todo de sí”, dice Nancy, que está en el área de Comunicaciones y Control en Tierra. “Como mujeres, vivimos un desafío tecnológico, porque debemos demostrar que somos lo suficientemente capaces de estudiar estas ingenierías. Va a ser un trabajo largo, con muchos desafíos, pero, al mismo tiempo, inspiraremos a otras mujeres para que sigan nuestros pasos”, agrega.

María Fernanda Lee, de 22 años, estudia Ingeniería Mecánica.


Decidió estudiar ingeniería, pese a algunas críticas, porque estaba segura de que iba a lograr su sueño. Es la primera estudiante mujer que se integró al proyecto, con la idea de apoyar el campo espacial del país. Se encarga de los subsistemas Potencia y Térmico. “Me presentaron esta idea y no dudé en unirme a ella, porque sabía que iba a ser capaz de cumplir metas y que sería una motivación para que otras mujeres también trabajen con nosotras”, dice María Fernanda.

Fernanda Solórzano, de 22 años, estudia Comunicación y Letras.


Fernanda es la única integrante mujer del equipo que no estudia Ingeniería. Pidió ingresar como voluntaria al proyecto, porque le encanta la astronomía y astrofotografía. “Pensé que no me aceptarían, pero no fue así. Me encargo de hacer el plan de comunicación del CubeSat. Ha sido un poco difícil porque debo entender tecnicismos y procesos tecnológicos”, explica la joven, quien se ha sentido tan motivada, que al concluir su carrera, continuará estudiando Nanotecnología.

ARCHIVADO EN: