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¿En qué consiste?
Esta competencia simula una misión espacial, en la cual los participantes tienen el reto de diseñar y construir un CanSat —de can: lata, y sat: satélite, en inglés—, del tamaño de una lata de agua carbonatada. Este prototipo de satélite debe cumplir con una serie de requisitos y tareas; por ejemplo, la misión del 2019 consiste en explorar el uso de un sistema de control automático para el descenso de la carga útil.
El CanSat está conformado por dos módulos: carga útil y un contenedor que lo protege durante su separación del cohete, en el que se lanza a una altura de entre 670 y 725 metros.
Luego de que el CanSat es expulsado fuera del cohete, debe descender a una velocidad de 20 metros por segundo, con ayuda de un paracaídas. Cuando se encuentra a 450 metros de altura, el contenedor debe liberar la carga útil y este módulo debe descender a una velocidad de 10 a 15 metros por segundo. Mientras desciende, debe transmitir a la estación en Tierra la altitud, temperatura externa, voltaje de la batería, posición GPS y giro respecto de los tres ejes.
Durante una parte de la trayectoria no se permite el uso de baterías y se recurre a la energía de paneles solares. Está hecho de materiales livianos como ertalón —plástico de baja densidad y alta resistencia al impacto— porque, según los requisitos, no debe sobrepasar los 600 gramos de peso. Su costo no debe ser mayor de los US$1 mil.
La competencia dura siete meses y consta de varias fases durante las cuales los participantes presentan a los jueces informes extensos y detallados del diseño y pruebas del CanSat, previo a la fase final, que consiste en el lanzamiento del CanSat en Texas, dentro de un cohete facilitado por los organizadores.
Ambos equipos guatemaltecos tuvieron una participación destacada en estas competiciones: Pléyades UVG ocupó la posición 14 de 25 equipos, en el 2013, y Ek’ UVG se ubicó un año después en la posición 12 de 40 equipos finalistas, con un puntaje total de 76.36%. Este último estaba integrado por ocho estudiantes del último año de Ingeniería: Josué Rodríguez, Ana Silvia González, María Andreu, Derick Barrera, José Bagur, Christopher Luttmann, Juan Medrano y Lucrecia Donis. En algunas etapas de la competencia obtuvieron el primer lugar frente a equipos de Estados Unidos, Turquía, India, Irán, Canadá e Italia.
Participar en esta competencia permitió a UVG aprender de la metodología de Ingeniería de Sistemas de la Nasa para proyectos espaciales, aspecto clave para que posteriormente pudiera iniciarse el desarrollo de Quetzal-1.
Agradecimientos
El equipo del Proyecto CubeSat agradece a Avianca, Ipesa, Cemaco, Colegio Internacional Montessori, Fundación Juan Bautista Gutiérrez, Perenco, Melecsa, Exklar Technologies, Limtek, Apintar, Aratours, Asociación de Paracaidismo de Guatemala, FC Ingenieros & Arquitectos y Grupo Educativo del Valle por apoyar a estos jóvenes para viajar a Texas para participar en estas competencias, que fueron fundamentales para el desarrollo del primer satélite guatemalteco.
“Es agradable ver que cinco o seis años después, esa inspiradora experiencia que vivieran dos grupos de jóvenes se convirtiera en algo trascendental como el CubeSat, y que, en un futuro, se concrete en un segundo satélite guatemalteco y en un centro de investigación aeroespacial en el país”, expone Víctor Ayerdi, codirector del Proyecto CubeSat.
Inscripción
Información para participar en la competencia en el 2019:
- Las inscripciones para la competencia internacional de CanSats del 2019 estarán abiertas hasta el 30 de noviembre.
- El Proyecto CubeSat motiva a jóvenes universitarios a que participen, al ingresar al sitio www.cansatcompetition.com
- Los lanzamientos de los CanSats participantes se llevarán a cabo del 14 al 16 de junio del 2019, en Stephenville, Texas.
- En el 2018 participaron 32 equipos y el CanSat Siquieros, de la Universidad Autónoma de México, se llevó el séptimo lugar.
- A los equipos se les proporcionará los cohetes para lanzar sus CanSats, pero deberán cubrir los gastos completos del viaje.