El experto habló con Prensa Libre sobre las nuevas tendencias en el transporte y cómo pueden ir de la mano de la conciencia ambiental.
¿Evolucionan los sistemas del transporte para ser más amigables con el medioambiente?
No es ese su objetivo directo, pero va a ser un efecto inmediato del cambio en la manera en la que usamos el carro.
No sabemos muy bien cuál va a ser la dirección ni la magnitud, pero el efecto más grande será la cantidad de kilómetros que manejamos.
Hemos pensado en el uso compartido de los autos. Por ejemplo, si vives en una ciudad que promueve el uso de carros compartidos a lo mejor piensas vender tu auto, o usarlo solo dos veces a la semana.
¿Cómo es una ciudad que implementa con éxito el sistema de vehículos compartidos?
No existe un ideal todavía, pero por ejemplo Singapur, que tiene muchos problemas de tránsito, cobra por usar las calles según la hora del día. Esto empuja a la gente a cambiar patrones de vida para minimizar el tránsito.
Para empezar hay que reducir la distancia que manejamos, meter más gente dentro de los carros, y si solo va a manejar uno, que sea un auto pequeño.
¿Qué papel juegan los autos híbridos?
El híbrido consume cien por ciento gasolina, pero tiene batería y motor eléctrico para aumentar su eficiencia. Está el híbrido eléctrico, que recorre una parte con energía eléctrica, y luego con gasolina. También está el cien por ciento eléctrico.
En EE. UU. ha funcionado obligar a los fabricantes a vender cierto porcentaje de estos autos como parte de su flota.
¿Cómo nos ayudarán los vehículos autónomos?
Estos no son necesariamente eléctricos, pero la mayoría sí. Sin embargo, la motivación principal para tener autos que se conducen solos en el futuro es la seguridad, para reducir la cantidad de accidentes en las calles.
Hay muchas situaciones que aún hay que resolver. Una de estas es que compañías como Googley y Testla trabajan en las tecnologías de estos carros de manera separada, y el conocimiento se queda adentro de los negocios.
El balance debería ser poder compartir la información y preservar la competencia.
¿Qué podemos hacer para empezar a contribuir a esto?
Simplemente intenta pensar a nivel social. Por ejemplo, si tu auto tiene un problema en el motor y no lo arreglas, haces sufrir a toda la ciudad; impones un costo a nivel social. No solo pienses en el costo y el beneficio tuyos, sino también en el de tus compatriotas.
