Entre otras cosas, este permite mejorar rápidamente las fotos de forma automática.
La autocorrección mejora los colores, ajusta el contraste o corrige las perspectivas. Según informa la revista especializada alemana “Computer Bild”, esto casi siempre funciona sin problemas.
En Windows 11, por ejemplo, solo basta abrir el explorador de archivos y hacer doble clic en la foto que se desea editar para que se abra automáticamente la aplicación “Fotos”.
En caso de que esto no suceda, habrá que hacer clic con el botón derecho del ratón en la foto y seleccionar en la opción “Abrir con” del “Visualizador de fotos para Windows” con qué programa debe abrirse por defecto un archivo de imagen.
También en la versión predecesora de Windows se puede avanzar haciendo clic con el botón derecho.
En el programa abierto, la imagen de la fotografía aparece en vista ampliada. Allí se hará clic con el ratón en el símbolo “Editar”. Este se encuentra en la parte superior central a la izquierda y se reconoce por un lápiz delante de un símbolo de imagen. En el centro aparecen tres símbolos; el del pincel es el que se necesita para editar una foto. Pulsando sobre él, se abre a la derecha el filtro con la varita mágica que permite retocar automáticamente la imagen.
El control deslizante blanco permite aumentar el efecto (arrastrar hacia la derecha) o disminuirlo (arrastrar hacia la izquierda). Una vez editada la foto, se procederá a guardarla en el lugar que se desee.