Al principio Alexa, nombre inspirado en la biblioteca de Alexandria, no hacía mucho más que responder preguntas de cultura general, reproducir música y ordenar cosas del sitio web de Amazon. Pero se volvió mucho más versátil conforme Amazon aprendió más sobre lo que quieren los clientes. Alexa ahora puede realizar más de 300 tareas como pedir un auto, encender luces y controlar termostatos caseros.
Los dos aparatos nuevos, el Amazon Tap y Echo Dot, cuestan menos que los US$180 de Echo y ofrecen herramientas ligeramente diferentes.
Alexa compite con otros servicios controlados por voz que hacen más que el Echo como Siri de Apple, Cortana de Microsoft y el motor de búsqueda de Google que está integrado en los sistemas operativos de smartphones y otros dispositivos.
Echo ahora es uno de los artículos electrónicos más vendidos de la compañía con sede en Seattle, aunque Amazon no especificó cuántos ha vendido hasta la fecha. “La respuesta ha sido simplemente increíble”, dijo David Limp, vicepresidente de dispositivos de Amazon.
Amazon Tap, de 6,25 pulgadas -15.8 centímetros- es una versión reducida y que no debe enchufarse del Echo de 9,25 pulgadas -23.4 cms- que se vende por US$130. Para conservar el poder de la batería, se debe tocar un botón frontal en el Tap para que despierte a Alexa y escuche la pregunta u orden. Echo permite que la gente llame a Alexa con palabras que pueden escucharse hasta a 7,5 metros de distancia.
Echo Dot, de US$90, es el intento de Amazon de expandir la presencia del Alexa en el hogar más allá de la cocina o cualquier otro cuarto en donde el Echo suele permanecer estacionado.