Actualmente, 68 millones de personas viven en áreas afectadas por el estrés por calor extremo. Estas personas ya viven en lugares donde se dan temperaturas que causan estrés por calor basado en el indicador WBGT.
Si la temperatura aumenta 2°C se incrementaría alrededor de 1,000 millones de personas. Y según los modelos y simulaciones, un aumento de 4°C podría hacer que casi la mitad de la población mundial viva en áreas potencialmente afectadas.
El indicador utilizado para esta evaluación de una temperatura global de bulbo húmedo (WBGT) superior a 32°C es parte del estándar internacional para medir el estrés por calor en entornos de trabajo. Por encima de estos niveles, se recomienda un mayor tiempo de descanso por hora para evitar el agotamiento por calor.
Según el indicador, por encima de este nivel, las personas se definen como personas en situación de riesgo extremo. Los miembros vulnerables de la población y aquellos con trabajos físicos al aire libre corren un mayor riesgo de sufrir efectos adversos para la salud.
Actualmente, esto ya ocurre y la métrica se cumple en varios lugares, como partes de la India, pero este análisis muestra que con un aumento de 4°C, el riesgo de calor extremo podría afectar a personas en grandes extensiones de la mayoría de los continentes del mundo.
Para ilustrar esto, la Met Office presentó una serie de mapas que muestran las regiones afectadas por cinco efectos diferentes del cambio climático a 2°C y a 4°C. Pero no solo esto afecta el cambio climático, también las inundaciones de los ríos; riesgo de incendio forestal; sequía; e inseguridad alimentaria.
Este nuevo análisis muestra la urgencia de limitar el calentamiento global a muy por debajo de 2°C. Cuanto mayor sea el nivel de calentamiento, más graves y generalizados serán los riesgos para la vida de las personas.
Aunque muchos no lo quieran ver y conscientes que a veces es complicado de entender, el cambio climático severo generará muchos impactos. Para el caso de Centroamérica, parte de la región norte será afectada, y países como Brasil y Etiopía se enfrentan potencialmente a los impactos más severos, aunque eso no quiere decir que el resto de los territorios no se vean afectados.
Como muestra de esto, ya se dieron valores extremos este verano en Canadá. Cientos de personas murieron cuando las temperaturas se dispararon a casi 50°C en junio, un récord para ese país. Esto provocó que por primera vez en la historia un profesional forense atribuyera como causa de muerte al cambio climático. El forense de la provincia de Columbia Británica dictaminó que 570 de esas muertes repentinas estaban “relacionadas con el calor”.
Con información de https://www.metoffice.gov.uk/
Cambios climáticos
Norman Ávila
En todo el mundo, la OMS estima que los cambios climáticos provocan más de 150 mil muertes al año.