Por eso mucha gente pregunta: ¿Las matemáticas son difíciles? Les aseguro que no lo son y que los niños pueden adquirir habilidades y conocimientos básicos de matemáticas, basta con acompañarlos correctamente, pero sobre todo es importante que nos alejemos de los mitos negativos sobre el aprendizaje y las habilidades de nuestros hijos.
Mito #1. Uno de los mitos matemáticos más poderosos y negativos es que solo algunas personas pueden hacer matemáticas, se necesita talento, muchas veces escuchamos a la gente decir “mi hijo no será bueno en matemáticas porque yo nunca lo fui.” Es curioso, porque nadie piensa eso de la lectura o escritura, ya que aprendemos a leer y escribir sin miedos y lo hacemos correctamente, aunque no seamos un Miguel Ángel Asturias o una Ana María Rodas. Los genes matemáticos no existen.
Hacer matemáticas requiere la coordinación de actividades de diferentes regiones del cerebro, como cualquier otra actividad mental.
El desarrollo de estos campos depende de muchos factores, pero lo básico es trabajar continuamente, desde la formación matemática y la disciplina que le ponemos. Es más probable que las familias con cierta inclinación por las matemáticas inspiren a sus hijos a participar haciendo acertijos y juegos matemáticos, pero no hay herencia involucrada.
Mito #2. Es difícil de disipar la frase “Los errores son malos”. Un niño de preescolar no comete errores, aprende sobre el mundo.
Muchos niños tienen un sentimiento de fracaso debido a los errores, se sienten inferiores por no estar haciendo bien las actividades planteadas en clase. ¡Eso no es correcto! La ciencia es clara en esto: cada vez que uno se equivoca en matemáticas se produce una conexión sináptica que es crucial para el proceso de la percepción y el pensamiento, se aprende poco a poco.
Mito #3. El siguiente mito se refiere al tiempo. Tendemos a pensar que velocidad es sinónimo de capacidad. Esto es un gran error. Dejemos de preocuparnos por la velocidad, no apresuremos a los niños a trabajar, enseñémosles consistencia y organización, y concentrémonos en la profundidad con la que se analizan y aprenden los conceptos.
Estamos rodeados de matemáticas cuando vamos a la tienda, cuando estamos en la calle o cuando vemos la televisión, por ello recordemos que no tenemos que aprender matemáticas, tenemos que hacer matemáticas. Hacer es ver, tocar, manipular, experimentar con objetos, etc. Los niños no son criaturas mecánicas o automáticas, debemos dejar de lado mitos y patrones y darles a nuestros hijos la oportunidad de aprender a su propio ritmo, con confianza en sus habilidades.
Matemáticas
Flor Momotic, Coach educativa Santillana
“Obvio” es la palabra más peligrosa del mundo en matemáticas. – E. T. Bell