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De acuerdo con el médico Víctor Hugo Chur, especialista en alergia, asma e inmunología clínica, las alergias son defensas exageradas que el cuerpo emite cuando tiene contacto con sustancias, llamadas alérgenos, que se encuentran en el medioambiente. Los más comunes son los ácaros del polvo, caspa de animales, picaduras de insectos, pólenes y el consumo elevado de medicamentos.
Los alérgenos pueden ingresar al organismo por medio de las mucosas de los ojos, nariz, boca y la piel. “El cuerpo tiene centinelas, que son las células que analizan si la sustancia que está ingresando al organismo, por cualquiera de las mucosas mencionadas, le hará daño. Cuando interpretan que sí es dañina, lo tratan de rechazar y crean mecanismos de defensa, que son los síntomas de una alergia”, explica Chur.
Cuando el organismo interpreta que el alérgeno es dañino, produce defensas llamadas Inmunoglobina E (IgE), las cuales median una respuesta del cuerpo liberando primordialmente moléculas de histamina. Es por eso de que los medicamentos antialérgicos son llamados “antihistamínicos”. Esta molécula crea mecanismos de defensa para que la sustancia no ingrese al organismo. Por ejemplo, cuando ingresa un alérgeno de caspa de gato por la nariz, usted comienza a sentir picazón o congestionamiento, que son acciones del cuerpo para quitarlo y evitar que ingrese al organismo a provocar alguna enfermedad.
Aumento de personas alérgicas
La médica Carine Sost Avilés, alergóloga funcional de niños y adultos, señala que en Guatemala el 12% o 17% de la población padece de alguna alergia. Más allá de los factores ambientales que influyen en esta enfermedad, en el país cada vez son más los médicos que se especializan en su diagnóstico, por lo que eso puede influir en el aumento del porcentaje de la población con este padecimiento.
Es decir, años atrás se creía que tener congestión nasal o estornudos constantes eran señales de un virus o de gripe que eran difíciles de combatir, cuando en realidad son síntomas de algún tipo de alergia. Sin embargo, sí hay factores actuales que influyen en que más personas lo padezcan.
“Lo que dicen las guías oficiales de alergias es que el parto por cesárea aumenta el riesgo, por seis, de que la persona padezca alergias. Además, también lo hace la poca o nula lactancia materna y que a temprana edad el niño o niña consuma gran cantidad de alimentos procesados, con colorantes, preservantes y exceso de azúcar”, señala Sost.
La profesional explica que la flora intestinal es el conjunto de bacterias que se encuentran en el intestino y una de sus funciones es defender al organismo frente a bacterias, virus o enfermedades. Por lo que cumple una función importante ante las alergias.
La flora intestinal se daña cuando recibe altas cantidades de alimentos procesados que además de provocar enfermedades como diabetes e hipertensión, genera inflamación severa de las mucosas del cuerpo. Por lo tanto, una mala alimentación provoca que más bacterias dañinas ingresen al organismo, debilitando el sistema inmune y generando una reacción de defensa exagerada de las mucosas de la nariz, ojos, boca y piel.
Por su parte, Chur indica que los cambios ambientales como el aire acondicionado, la calefacción, contaminación en el aire, el uso aumentado de medicamentos y alimentos con substancias que afectan la mucosa gastrointestinal también hacen que una persona sea más propensa a las alergias.
Además, el mundo industrializado ha hecho que las personas no tengan mucho contacto con bacterias, virus y gérmenes buenos que son positivos porque vuelven fuerte al sistema inmune. Por ejemplo, ahora es común que los padres y madres de familia no permitan que un bebé se lleve sus juguetes a la boca o que un niño juegue con tierra.
“Según el reporte de la Organización Mundial de la Salud, si se continúa con la calidad de vida actual, para el año 2050 la mitad de la población a nivel mundial será alérgica a alguna sustancia del ambiente”, dice Sost.
Alergias más comunes
En Guatemala los tipos de alergias más comunes se dividen en tres grupos, según los expertos:
- Alergias en vías respiratorias. Son las alergias más comunes en el país, propensas en la niñez y adultez. En este grupo se encuentra la rinitis, conjuntivitis y asma bronquial. Se caracterizan por presencia de síntomas como la congestión nasal y picazón. La rinitis es la inflamación de la mucosa nasal, provocada generalmente por el polen. Presenta estornudos, irritación en los ojos y garganta, congestión nasal y abundante secreción de moco. Por su parte, el asma bronquial se caracteriza por la inflamación crónica de los bronquios, que causa la sensación de falta de aire, pitidos y sensación de opresión en el pecho. La conjuntivitis es la inflamación crónica de las capas de los ojos, causada por un alérgeno que ingresó por la respiración o por alimentos. Se manifiesta por medio del enrojecimiento de los ojos, lagrimeo y picazón.
- Alergias en la piel. En este grupo sobresalen las manifestaciones por piquetes de zancudos y pulgas, la dermatitis atópica y de contacto. La dermatitis atópica se caracteriza por provocar picazón, hinchazón y enrojecimiento continuos de la piel. Esta alergia es común en bebés, pero también puede presentarse raramente después de la adolescencia. En algunos casos, quienes padecen esta alergia tienen antecedentes familiares de afecciones alérgicas como asma o rinitis. La dermatitis de contacto surge cuando la piel tiene contacto directo con elementos como: níquel y otros metales, guantes de látex, bálsamo de Perú que se encuentra en varios cosméticos y productos de limpieza personal, telas, fragancias de perfume y cremas humectantes. Es probable que la primera vez que los utilice no presente alguna reacción, pero sí puede desarrollarse en futuras ocasiones.
- Alergias a alimentos. Estas alergias se producen por un fallo en la tolerancia del sistema inmune a alguna comida en específico. Los alimentos con más comunes que provocan alergia son la leche, huevos, mariscos, frutos secos como el maní, legumbres, soya y algunas frutas. Las manifestaciones que desencadena son náuseas, vómitos, diarreas, dolor de estómago, ronchas en la piel, picazón y rinitis.
Avances en el diagnóstico
Es necesario realizar estudios para identificar qué sustancias las originan, para lo cual existen tres tipos de procedimientos. A criterio de la doctora Sost, en Guatemala únicamente se cuenta con los más comunes.
Pruebas cutáneas. En esta evaluación, la piel se expone a las supuestas sustancias que provocan alergia, para observar y detectar la reacción del cuerpo. Por medio de un panel, se coloca el alérgeno en la piel y se realiza un rayón pequeño o un pinchón, para que la sustancia ingrese a la piel. Se espera por 15 minutos, aproximadamente, y se ven los resultados. Cuando el cuerpo responde con una roncha que mide más de tres milímetros de ancho, quiere decir que el paciente sí padece esa alergia. “Mientras más grande la roncha, más alérgica es la persona”, dice Sost.
Pruebas de IgE en sangre. Por medio de una prueba de sangre se puede detectar el número total y nivel de anticuerpos que tiene el organismo para combatir el alérgeno.
Procedimiento oral con alimentos. De acuerdo con Sost, esta evaluación se realiza muy poco en Guatemala, debido al riesgo que representa. En este método es necesario un sistema hospitalario capacitado, ya que el paciente es internado en el hospital durante 8 horas, se le introduce una dosis del alérgeno y se espera que el cuerpo reaccione, por lo que en ocasiones el procedimiento puede ser riesgoso para el paciente. Esta prueba se utiliza cuando las dos anteriores no han dado resultado.
Actualmente, a pesar de que más médicos se dedican al diagnóstico de las alergias, no existe una cura ante esta reacción. La tarea de los especialistas es tratar de detectar las causas y el alérgeno que provoca la alergia, para que el paciente realice una estrategia para alejarse completamente de esa sustancia.
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