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Para sacarle el mejor provecho a los descuentos una buena idea es empezar por revisar su clóset antes de ir de compras. Esto le permitirá ser realmente consciente de algunas cosas importantes:
- ¿Ha comprado prendas luego de convencerse de que a pesar de que no le gustan del todo sí se las pondrá y luego no lo hace? Si es su caso seguramente encontrará algunas de ellas. Evalúe cuánto tiempo ha pasado desde que las compró. Si considera que ha sido porque no están a la vista o no ha encontrado la ocasión colóquelas en un lugar protagónico para darles una oportunidad, pero por un tiempo establecido. Si han pasado más de seis meses y siente que no las usará será mejor que las venda y use el dinero obtenido para nuevas prendas. Esto también le servirá para que en la próxima ocasión considere más de dos veces la posibilidad de comprar algo que la convenza por completo.
- Dedique especial atención a darse cuenta de qué prendas básicas y muy útiles le faltan porque las fechas de ofertas son ideales para conseguirlas. ¿Un suéter negro? ¿Una blusa blanca? ¿Un par de jeans? ¿Tacones negros?
- Revise y mantenga presente el aspecto de sus prendas más peculiares. Aunque la hacen destacar, seguramente no las usa tan seguido para no parecer repetitiva. Durante las ofertas puede aprovechar para conseguir otro de estos tesoros, pero debe ser completamente distinta a las que ya tiene para darle un giro a su guardarropa.
Después de tener claro qué prendas forman parte de sus conjuntos diarios y cuáles le hacen falta elabore un presupuesto. A veces una oferta puede ser tan tentadora que puede hacer que pierda de vista sus prioridades o que gaste más dinero del que tenía pensado. Al establecer un límite reduce estos riesgos y en caso de que encuentre algo que considere que sí vale la pena, tendrá una idea clara de si le es posible o no adquirirlo. Visite las páginas web de sus tiendas favoritas y de otras que tiene pensado visitar para darse una idea real de los precios.
Cuando llegue a las tiendas siga los siguientes consejos:
Tómese su tiempo y sea paciente. Cuando hay ofertas las tiendas suelen desordenarse mucho más rápido. Hay personas que toman alguna prenda y luego se arrepienten y las dejan en cualquier lugar y así la lista de las formas en las que las cosas quedan revueltas crece. Vaya de compras un día que no tenga tantos compromisos o esté consciente de que no podrá encontrar muchas cosas en poco tiempo. Lo más importante es que no compre por impulso o desesperación si siente que no ha encontrado nada.
Buscar ropa atemporal y que pueda usar prácticamente en cualquier fecha del año será la mejor inversión.
Cuando esté en el probador imagínese con qué combinará el producto que está considerando llevar a casa. Si tiene dudas al respecto y de eso depende su compra busque dentro de la tienda ropa de talle y corte similar a la que piensa utilizar para hacerse una idea.
Si por ejemplo, ve un par zapatos que le gustan pero está abierta a encontrar algo más por el mismo precio o quiere ver más opciones llévelos consigo mientras recorre el resto de la tienda. Así como usted habrán otras personas buscando ofertas y puede que no hayan muchas tallas, por lo que será mejor que “no los deje ir” hasta que esté completamente segura de que no desea comprarlos. Antes de llevarlos a la caja revise bien el estado del calzado, sobre todo cuando se trate zapatos hechos de materiales como charol, cuero o gamuza.
En el caso de la ropa ponga atención a las costuras, la cantidad de botones y el estado en general de la misma. Cuando hay productos en oferta hay pocas prendas y algunas de ellas pueden estar dañadas en menor o mayor grado porque muchas personas se las han probado con anterioridad o porque llevan mucho tiempo guardadas. Si un ziper no funciona es fácil encontrarle solución, pero si falta un botón y son muy peculiares, debe tomar en cuenta que deberá cambiarlos todos.
Finalmente recuerde cuidar muy bien de los productos que adquiera con su inversión. Revise las etiquetas para saber cuál es el proceso de lavado recomendado para evitar un desgaste.