Este tipo de dinámicas llevan en ocasiones a sacrificar tiempo para uno mismo, para la familia y los amigos, dice Virgilio Cordón, terapeuta y coach en relaciones de pareja y familia, director de Virtus Institute.
Cordón comparte que una de las preguntas recurrentes con sus clientes es ¿cómo balancear mi vida profesional y laboral? “Y es que muchos a pesar del éxito profesional, se sienten agobiados por no tener el suficiente tiempo para compartir con su pareja, hijos, padres y amistades, lo cual con el tiempo provoca tensión por la falta de equilibrio y preguntarse: ¿En realidad vale la pena?”, dice el experto.
Explica que la felicidad la define como balance y, además, debe evitarse el daño colateral con aquellos que nos importan antes de que sea demasiado tarde.
Por su parte, Hugo Cruz, director ejecutivo del Centro de Investigaciones Humanismo y Empresa de la Universidad del Istmo, describe que en este contexto, la pandemia ha permitido un cambio en la dinámica laboral y ha marcado una nueva dinámica que permanecerá. La unidad en la que labora desde que comenzó el confinamiento se unió a una investigación de campo del balance de trabajo y familia en medio de esta época que ha llevado a romper paradigmas y a una nueva normalidad.
Este estudio entre marzo y mayo 2020 se hizo en tres países: España, Chile y Guatemala. En el caso de Guatemala mil 600 personas participaron al contestar una encuesta anónima sobre cuestiones del uso del tiempo, ventajas y desventajas del trabajo, entre otros aspectos, del que salieron ciertas recomendaciones para enfrentar el nuevo clima laboral, algunas de las cuales se mencionan adelante.
Pero, qué se requiere para hacer los cambios que lleven a organizar ese espacio propio. Cordón y Cruz hacen algunas anotaciones importantes para tomar en consideración si usted quiere llevar un mejor ritmo de vida en el que se sienta más pleno.
1. ¿Qué rol jugamos?
Cruz hace énfasis en que para organizarse es primordial reconocer qué tipo de rol se está desarrollando, si es como colaborador o jefe, así como el escenario que tiene en su diario vivir, es decir virtual, presencial o una mezcla de ambos.
Mientras Cordón recomienda que cada uno necesita establecer sus objetivos personales y profesionales. El secreto es que los objetivos profesionales deben tener el mismo esfuerzo y detalle que los personales. Esto no debe perderse de vista.
- Cree un plan con fechas definidas y dele seguimiento. Una vez tenga los objetivos definidos, compártalos para generar un mayor compromiso.
- Como apoyo en este caminar, es preciso que quienes se quedan en casa establezcan fronteras psicológicas. Entablar un diálogo con quienes se conviva para respetar las horas de trabajo y otras de actividades del hogar.
- También están las fronteras físicas. Esto implica tener un espacio propio para tener silencio y concentración en el trabajo. “Hay hogares pequeños y suena difícil, pero lo recomendable es delimitar cuál es el lado de la mesa que cada uno tendrá o el rincón de la sala que corresponde para estudiar o trabajar”, dice Cruz. De ser posible lo ideal es una persona por habitación.
- El hecho de estar en casa, no quiere decir que sea el 100 por ciento del día hábil o las horas de vigilia dedicadas al trabajo porque las personas alrededor también requieren de atención y cuidado. De igual manera si se está en modalidad presencial, el autocontrol es básico para tomar las horas necesarias de lo laboral y recordar que nos esperan en casa o se requiere de apoyo en el hogar.
- Además, cada uno necesita espacio para hacer ejercicio, comer y dormir bien, entre otras dinámicas de vida. Incluya en su diario vivir un tiempo para moverse. Si por ahora lo recomendable es no salir, existen tutoriales, cursos en línea y aplicaciones para ejercitarse. Esa parte no se debe descuidar porque el sedentarismo es una bomba de tiempo.
- Coma bien, no se trata de gastar demasiado sino de comer saludable y de manera balanceada para estar sanos y rendir mejor en el trabajo y estar en plenitud para compartir con la familia.
2. Cuando se es jefe
El líder de grupo necesita de empatía. Cruz explica que el jefe tiene que entender la realidad personal de cada uno de los colaboradores, para crear el clima ideal de trabajo. “No podemos pretender que los ritmos de trabajo sean los mismos de forma presencial que virtual”, expresa Cruz.
En casa los colaboradores además del trabajo tienen otras ocupaciones como atender hijos, comida y hacer compras. Esto no significa que el colaborador haga lo que quiera sino comprender que es necesario organizar el trabajo de forma distinta. Cruz aconseja que “si el colaborador tiene un adulto mayor en casa que requiere cuidados se debe reconocer que necesita atenderlo y eso no significa abandonar el trabajo, el jefe tiene que ser flexible y hacer planes en los que se responda por resultados, a través de establecer objetivos claros”. Esto lleva a negociar un horario flexible.
- El covid-19 ha hecho aflorar un liderazgo más empático e integral. “No se puede pensar en los trabajadores como máquinas ni como seres aislados porque son personas que tienen familias y diferentes responsabilidades y lo bueno es que la pandemia ha sido un enorme laboratorio mundial de estas nuevas maneras de dirigir equipos y sí se puede trabajar y lograr eficiencia cuando hay empatía y comunicación”, reflexiona Cruz. Esto apela a la responsabilidad del jefe de ordenar reuniones cortas y eficientes con la finalidad que para todos sea productivo. Y que estas no sean después de las cuatro o cinco de la tarde para que no se extiendan.
- El jefe también tiene que ver la flexibilidad de horario para ingresar y salir para quienes trabajan en forma presencial. Está comprobado que si el jefe es flexible según las necesidades del empleado hay mejor eficiencia del empleado y mejora el clima organizacional, dice Cruz. Algunos podrían necesitar entrar y salir temprano y otros más tarde, el ideal es lograr eficiencia al conocer las necesidades de cada uno.
- Considerar la posibilidad de teletrabajo uno o dos días por semana es una política que la pandemia ha confirmado como una medida eficiente y valorada por los colaboradores. Cruz explica que esto reduce nivel de estrés, es un impacto positivo al medio ambiente por una menor carga vehicular, impacta en la economía de hogar porque no se gasta en traslados y existe una mayor satisfacción por parte del empleado.
- La dinámica de días de uso personal fuera de las vacaciones está siendo muy bien recibida. Estas pueden ser de 3 a 5 días al año con goce del sueldo. Se gana que el colaborador no mienta frente a actividades que tenga y genera lealtad, dice Cruz. La misma necesita reglamentos, como que no sean días seguidos, no son acumulables de un año a otro y que se avise con tiempo. Incluso podrían dividirse y tomarse en medios días.
3. La atención a los hijos estudiantes y otras responsabilidades
“Prestar atención a quienes conviven con nosotros ayudará a que las relaciones se fortalezcan y no se desgasten en el corto o mediano plazo”, agrega Cordón.
En ocasiones los colaboradores conviven con niños que estudian, así como con personas de la tercera edad que requieren apoyo.
Arturo Alejos, psicólogo, explica que la modalidad virtual educativa continuará durante el 2021 y los niños más pequeños requieren de mayor supervisión de los padres. ¿Qué hacer cuando los padres ya están trabajando en forma presencial?
“Se va a volver a ver cierta crisis para combinar el tiempo de papá y mamá, quienes deben ser muy creativos durante esta época”, agrega Alejos y sugiere que los padres se involucren en este proceso.
- Los roles por lo regular dan una mayor carga a la mujer, explica Alejos y los hombres han estado alejados de la responsabilidad de dar seguimiento a la dinámica escolar o de la educación de los hijos, han sido ajenos a ello y para alcanzar un mayor equilibrio se requiere de la organización y apoyo de ambos.
- Otro reto es que al estar en casa se busque comer juntos algún tiempo de comida y se tenga un espacio para compartir juntos.
- Cordón agrega que es necesario tener diligencia para concentrarse, ser dinámico y que el trabajo salga en las horas establecidas, con lo cual se logra atender y apoyar a quienes están con nosotros. “Conviene que haya una hora para comer, para trabajar, divertirse y convivir”, dice.
4. Reinvéntese continuamente
Una de las necesidades básicas de todas las personas es la variedad. Cuando no la obtenemos, usualmente nos sentimos abrumados, agotados y hasta aburridos, agrega Cordón.
Es por ello que debemos replantear nuestro trabajo y evaluar honestamente nuestras funciones y tareas. Estos propósitos pueden mejorar su nivel de vida, estar más sano y sentirse más feliz.
Su función en la organización es proveer mayor valor agregado… y de igual forma, para tener una vida más plena y balanceada, su función personal debería ser brindar mayor valor, tiempo y felicidad a sus seres queridos.
5. Ayuda de terceros
Cordón también comenta que a veces los cambios son difíciles. Reconozca si necesita ayuda de alguien con experiencia que le apoye en su proceso.
Busque personas que lo valoren a nivel personal y profesional, que le den su opinión objetiva, honesta y directa
Compartimos un vídeo del médico ocupacional Renán Brito, quien comparte más de algunos aspectos en la salud que afecta el conflicto entre trabajo y la familia. El exceso de trabajo puede llevar a consumo de alcohol, la insatisfacción con la vida y una sensación de angustia, entre otros impactos físicos.
