Para llegar a esta conclusión, los investigadores realizaron un sondeo en la que participaron 137 adultos que se habían separado de sus parejas. Luego de analizar cada caso, se detectó que aquellos que aceptaron tener un encuentro sexual con sus exparejas vivían más felices que los que aún sufrían por la pérdida de una persona querida.
El verdadero motor de esa recuperación emocional podría haber sido el hecho de tener relaciones sexuales, sin importar si es con una pareja pasada o un encuentro ocasional.
De acuerdo con el estudio publicado en el Journal of Social and Clinical Psychology, aunque se tenga una relación solo por intimidad, resulta benéfico debido a que:
- Satisface parte del deseo
- Ayuda a recuperar la confianza en si mismo
- Mejora la autoestima
- Dan ganas de seguir adelante con la vida
Los profesores Tod Shackelford y Aaron Goetz, advierten que seguir teniendo intimidad con anteriores compañeros sentimentales podría resultar contradictorio. “Cuando existen terceros o posibles competidores, la relación se rompe en todos los sentidos y puede acarrear confusiones”, aseguran.
Los psicólogos creen que las ruputuras pueden dejarnos con necesidades que no son satisfechas y que la intimidad con una expareja provee ese sentido de seguridad, al menos en un parte.
El especialista en relaciones íntimas Tracey Cox dice que algunas veces “necesitas regresar para seguir adelante, y el lado sexual de la relación puede a veces hacernos ver claramente lo que idealizamos en la pareja o sentir mucho menos dolor por la ruptura de lo que pensábamos”.