Camellia sinensis L., planta de la que proviene el té verde y el té negro, pertenece a la familia de las Theaceae o Ternstroemiaceae y es originaria del norte de la India y del sur de China. Es un arbusto perenne, ramificado que alcanza los 10 metros de altura, aproximadamente.
De acuerdo con Ma. Tránsito López Luengo, farmacéutica, en el texto Té verde, de la revista científica Fitoterapia en Elsevier, la planta del té verde fue descubierta accidentalmente por un emperador hace más de 4 mil años en China. Desde entonces, ha permanecido como una de las bebidas preferidas y más medicinales de países asiáticos.
La importancia que se le atribuye al té verde respecto a sus propiedades medicinales frente al resto de tés reside en su proceso de preparación. Para prepararlo, inmediatamente después de recolectar las hojas, estas se someten a un proceso de secado rápido por acción del vapor o por calentamiento.
Los procesos casi no alteran su composición química, ya que las hojas del té verde son estabilizadas y se evita su oxidación enzimática, indica López Luengo.
Propiedades del té verde
El té verde puede beberse en forma de infusión o bien ingerirse en forma de comprimido o cápsula. Contiene altas cantidades de flavonoides, polifenoles y catequinas, sustancias antioxidantes que ayudan a proteger a las células del cuerpo que podrían ser dañadas por mutaciones o cáncer, explica Eduardo Solís, naturópata.
Esta bebida, cuando se toma sin azúcar, no contiene calorías, ni proteínas, grasas y carbohidratos. Además, es rico en vitaminas A, C y E, también algunas del complejo B. Contiene manganeso, flúor, zinc y cobre, en pequeñas cantidades.
Beneficios del té verde
“El té verde es popular porque estudios científicos han demostrado que funciona para prevenir el cáncer y enfermedades cardiovasculares como la arteriopatía coronaria, que es cuando el aporte de sangre al miocardio está bloqueado en parte o en su totalidad”, dice Anaite Gutiérrez, nutricionista.
También se usa para la reducción de las concentraciones de lípidos en sangre, el alivio del dolor debido a la artrosis y los síntomas de la menopausia, o bien para adelgazar, conservar la memoria y potenciar la longevidad.
Estos son algunos de los beneficios del consumo constante del té verde:
- Previene algunos tipos de cáncer: debido a que contiene concentraciones de ECGC, una catequina que constituye el componente bioactivo de esta planta y es un potente antioxidante.
- Protege de enfermedades del corazón: el consumo constante de esta bebida hace menos propensa a la persona de sufrir un accidente cerebrovascular y disminuye la presión arterial alta, así como el colesterol y los triglicéridos.
- Mejora la función cerebral: el té verde contiene cafeína, menos que el café, pero que ayuda a producir una respuesta positiva del cerebro. Incrementa la activación de neuronas y la concentración de neurotransmisores, como la dopamina y noradrenalina.
- Reduce grasas y mejora el rendimiento físico: por ello se dice que ayuda a bajar de peso, porque impulsa el ritmo metabólico, además de que ayuda a quemar grasas. Sin embargo, se necesita acompañamiento de una buena alimentación y ejercicio constante.
- Previene de sufrir Alzhéimer y Parkinson: el consumo constante del té verde ayuda a proteger el cerebro del envejecimiento, por lo que ayuda a prevenir enfermedades degenerativas como el Alzhéimer y Párkinson. Los componentes de catequina podrían tener efecto protector de las neuronas.
- Previene algunos virus y de sufrir infecciones: los componentes de catequinas ayudarían a matar bacterias y virus, como la influenza. Esto ayudaría a prevenir infecciones. También promueve la salud bucal, ya que una de las bacterias más comunes que provocan enfermedades en la boca es la Streptococcus.
Quién no debe consumir té verde
Los expertos indican que, aunque sí hay evidencia científica acerca de los beneficios del consumo constante del té verde, se debe evitar tomarlo en exceso. Lo ideal es no exceder de cinco vasos al día, ya que de lo contrario podría provocar efectos secundarios como dolor de cabeza, diarrea, trastornos del sueño, mareos, acidez y ritmo cardiaco elevado.
Tampoco se debe mezclar con medicamentos y alcohol en exceso, ya que el té verde contiene cafeína, que al mezclarla con otros componentes podría provocar daños al organismo.
Las personas embarazadas y que estén dando lactancia materna deben consultar a su médico si pueden tomar té verde. Además, quienes padecen de ansiedad, glaucoma, problemas cardiacos, enfermedades en el hígado y anemia también deben consultar antes con un especialista o abstenerse de tomar esta bebida.
