Debido a su decisión, la auditora y madre de dos hijos se inscribió en un gimnasio, en el cual pudo practicar yoga, pilates y pesas. “Al principio fue difícil, porque pasé muchos años sin siquiera caminar más que lo necesario. Los primeros meses fui bastante irregular para asistir”, cuenta Carla, quien agrega que la motivación la encontró en el grupo de amigas que hizo en las clases de spinning.
Para esta mujer, fue determinarte que alguien más se preocupara por su salud física. “Mis compañeras me llamaban por teléfono para recordarme cuáles eran los horarios de las clases. Incluso, hicimos apuestas para ver quién asistía todos los días”, dice Carla con satisfacción.
Después de 11 meses de practicar ejercicio, en el que intercalaba clases de spinning, yoga y pesas, Carla ha bajado 20 libras y se siente con más energía durante su trabajo. “Los cambios son evidentes. Me estreso menos y duermo mejor. Además, el gimnasio me dejó unas amigas bastante solidarias”, agrega.
Carla asegura que, de todas las actividades que practica, las rutinas en la bicicleta estacionaria son sus favoritas, debido a que es un ejercicio dinámico, divertido y con mucho ritmo.
Factores de éxito
De acuerdo Ricardo García, entrenador personal, el spinning surgió en Estados Unidos y fue creado en la década de 1990 por el ciclista Johnny Goldberg, quien mandó a construir una bicicleta estática con la cual se pudieran ejercitar personas de todas las edades.
“En la actualidad, existen muchas técnicas y estilos para practicar este ejercicio. Básicamente consiste en el pedaleo y el control de los niveles de resistencia, para simular que vamos en un terreno plano o en una subida, por ejemplo”, explica García.
En esta actividad física hay tres componentes que han determinado su éxito. El primero es que el instructor también se convierte en un motivador. “Quienes lideramos al equipo, tenemos que conocer cuáles son sus necesidades y sus objetivos. Así podremos incentivarlos en cada clase a cumplir con sus metas. Yo procuro aprenderme los nombres de todos”, asegura García.
El segundo factor es la música. A criterio del entrenador personal, algunas personas subestiman el poder de los ritmos, pero, según dice, el cerebro humano responde mejor cuando la canción o le transmite energía y entusiasmo.
“Y el último punto. Quienes asisten a una clase de spinning se conocen y van forjando una relación de solidaridad. Esto ocurre porque cada quien conoce sus límites y va trabajando a su ritmo. Los retos son individuales, pero todos celebramos los avances”, enfatiza García.
Características generales
El spinning es un entrenamiento cardiovascular y aeróbico, principalmente; sin embargo, dependiendo de la modalidad, también puede tener características de los ejercicios anaeróbicos.
De acuerdo con la mexicana Jennifer Villanueva, nutricionista e instructora, las rutinas de spinning tienen una duración de entre 45 y 60 minutos. “Este es el tiempo estándar que nos permite pasar por diferentes fases, entre las que se incluyen el calentamiento, el entrenamiento (leve, moderado o fuerte) y el enfriamiento”, explica. En algunos casos, las clases pueden ser más cortas, de entre 20 y 30 minutos.
Para quienes se preguntan cuántas calorías pueden perder en una rutina completa, Villanueva dice que todo dependerá de la velocidad del pedaleo, las posturas que estimulan la resistencia física y los niveles de intensidad o fuerza. “Es muy difícil dar un estimado, pues también influye el metabolismo de cada persona. Me atrevería a decir que se pierden entre 400 y 900 calorías, aproximadamente”, afirma la nutricionista.
El spinning es una actividad física en la que se trabajan, principalmente, las piernas; sin embargo, García asegura que también se involucran algunos músculos de los brazos, el abdomen y el pecho.
Beneficios
Las personas que practican spinning con frecuencia, entre tres y cinco veces por semana, reciben varios beneficios. “El primero y el más evidente es la pérdida de peso, pero también deben acompañar las rutinas de una alimentación saludable y balanceada”, dice Villanueva.
Otra ventaja de este entrenamiento es que lo puede efectuar cualquier joven o adulto. “Las únicas contraindicaciones son para embarazadas en los últimos meses de gestación, personas con lesiones en las extremidades o pacientes con alguna enfermedades cardiaca que necesite supervisión constante”, explica García.
Si el ejercicio se efectúa bajo la supervisión de un experto, las lesiones son casi nulas, en comparación con otras actividades como correr, hacer pesas o practicar algún deporte. “El spinning es considerado de bajo impacto, por lo que es muy difícil que desgastemos las articulaciones”, asegura García.
A criterio de Villanueva, el spinning también ayuda a la salud cardiovascular, pues el esfuerzo físico que supone una rutina de ejercicios fortalece el corazón, mejora el ritmo cardiaco y nivela la presión arterial.
En cuanto a otros efectos beneficiosos, Villanueva y García coinciden en que esta actividad elimina tensiones y previene el estrés. También mejora la autoestima, pues los individuos se sienten mejor y con más vitalidad. “Como cualquier entrenamiento de este tipo, las personas producen endorfinas y serotoninas, dos hormonas que se vinculan con la felicidad”, concluye la nutricionista mexicana.
Consejos básicos
Antes de comenzar con el entrenamiento de spinning, un principiante debe conocer lo siguiente:
- Es importante saber cuál es la altura correcta de la silla de la bicicleta. Para medirla, párese a la par del equipo; el asiento debe queda a la altura de la cadera. Asimismo, el timón debe estar al mismo nivel del sillón.
- Al sentarse, su espalda debe quedar recta y levemente inclinada hacia delante.
- Las manos deben posarse sobre el timón de una manera firme, pero delicada. Agarrarlo muy fuerte es contraproducente, pues mandará mucha tensión a los brazos y antebrazos.
- Los pedales tienen unos cinchos ajustadores. Estos deben presionar bien los zapatos deportivos, para evitar que se separen durante el pedaleo fuerte.
- Aunque no hay un código de vestimenta, se sugiere llevar pantaloneta o pants y una camisa liviana.
- Hay que utilizar toalla para secar el sudor de la cara y de las manos.
- Existen varias posturas para practicar spinning. Lo mejor es que su instructor le explique a detalle cómo es cada una y cuáles son sus beneficios.
Alimentación e hidratación
La nutricionista e instructora Jennifer Villanueva ofrece algunas recomendaciones para rendir de manera adecuada durante una rutina de spinning.
- La hidratación antes, durante y después al entreno es fundamental. “Regularmente el entrenador indica cuándo es momento para tomar agua. Sin embargo, usted debe parar y beber líquidos si siente la boca reseca. Recuerde que las personas que practican actividad física necesitan hasta tres litros de agua al día”, dice la experta.
- Quienes hacen ejercicio cardiovascular constante requieren fuentes de energía; es decir, carbohidratos complejos o de absorción lenta. “El día que usted tendrá una rutina de spinning puede comer, unas horas antes, pastas integrales, papas horneadas o camote cocido. Es importante no llegar al gimnasio con sensación de llenura, pues esto afectará el rendimiento”, explica Villanueva, quien agrega que, previo al entrenamiento, una galleta integral o una rodaja de pan con mantequilla de maní es una buena opción.
- Por último, no olvide comer cinco tiempos de comida (desayuno, almuerzo, cena y dos meriendas) e incluir, de manera balanceada, carbohidratos, grasas, proteínas, frutas y vegetales.
Rutinas alternadas
Para el entrenador personal Ricardo García, el ejercicio será más efectivo si se alterna con otras prácticas.
- Procure no hacer solo rutinas de spinning, pues, aunque ayudan a bajar de peso y a tonificar, no desarrollará músculos.
- “Lo ideal es quemar grasa y darle paso al aumento de músculos. En ese caso, también es bueno recurrir a rutinas de pesas”, dice García.
- Además, es sano que varíe los ejercicios cardiovasculares. Un día puede hacer bicicleta estacionaria y al siguiente puede correr o bailar zumba.
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