Históricamente, los perros se han establecido como una de las compañías favoritas de los seres humanos, ya sea como para protección o, como ha sucedido en los últimos años, como compañeros de vida.
Sin embargo, hay quienes no están listos para tener un perro y, a las semanas, después de algún zapato mordido, piso sucio, ladridos o llantos, desisten y deciden regalar o, en el peor de los casos, abandonar a la mascota.
Gabriela Abadía, de 25 años de edad, ha mostrado un interés por rodear su vida de perros. Eso ha implicado un esfuerzo por conocer a esos animales y ayudarles de la forma que corresponde, mientras acompañan su vida.
Su solidaridad con los perros ha motivado a Abadía por adoptar perros callejeros; en algunos casos, también ha hecho de su hogar un espacio temporal para buscar una familia que quiera recibir al can.
“Cuando uno rescata o brinda hogar temporal a un perro, la mayor parte del tiempo es una situación no planificada”, explica Abadía. Esa sorpresa, cuenta, debe hacer que la persona cumpla con ciertas cosas para asegurarse que el perro esté bien”.
Denis Ochoa, médico veterinario, complementa esa propuesta afirmando que los cuidados en los primeros días son importantes e imprescindibles, con la intención de tratar algún golpe o enfermedades.
“Lo más recomendable es llevar al perro a una veterinaria. También practicarle un baño para eliminar parásitos externos, pulgas y garrapatas. También se debe realizar una desparasitación interna”, explica el especialista.
Abadía recomienda paciencia y cautela para lidiar con un perro. “Los primeros momentos son claves para que el perro se sienta en confianza de sanar y relajarse en el lugar”.
¿Existen los perros “bravos”?
En algunas ocasiones, el temperamento de los perros debe tomarse en cuenta para evitar algún peligro que hiera a algún perro que ya habite en la casa o a alguna persona.
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De acuerdo a Ochoa, los primeros días son importantes para conocer y mediar con la actitud del can para hacer que se acostumbre a otras personas y animales. La atención, el cariño y la paciencia considera que son elementos claves.
Además para evitar los riesgos de contagiar una enfermedad, Abadía sugiere que el perro recién adoptado se mantenga aislado los primeros días para descartar conflictos. Además, debe supervisarse la interacción entre ambos.
“Si hay perros que se llevan mal, un perro lastimado o asustado, no va a querer que un otro perro se le acerque. La mayoría de veces los perros recatados están asustados”, cuenta Abadía.
Para el veterinario, no existen perros malos. “Si se trata a un perro con amor y bondad, este responderá de buena manera”. Aunque aclara que, como perros, “es importante tener el control sobre el perro sin llegar a su maltrato”.
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Una recomendación es si el perro mantiene problemas de inquietud o enfados, un entrenador canino puede ayudar a resolver esos inconvenientes.
