“Mi objetivo era tratar de analizar con más profundidad el código genético que se expresaba en todos los organismos vivos, desde una flor hasta un elefante, y así descubrir cómo funcionaba la esctructura de las células”, dijo Yonath, quien se mostró sonriente e hizo varias bromas durante el encuentro con periodistas.
“Si bien es cierto que fue de mucha alegría el Nobel, ese descubrimiento -encontrar la estructura del ribosoma mediante una metodología compleja- me entusiasmó más que el premio”, añadió.
También indicó que cuando recibió la noticia del galardón pensaba que era una broma, porque en años anteriores había sido nominada, y recuerda que al abrir la puerta de su casa, ese día, había como 25 periodistas frente a ella, impacientes de escuchar sus declaraciones.
Hallazgo clave
El ribosoma es parte del código genético que codifica la proteína. “Para ir del ADN a la proteína existe un camino responsable y ese es el ribosoma”, dijo la científica, quien es directora del Centro Kimmelman de Estructura Biomolecular, del Instituto Weizmann, en Israel. Existen 25 mil proteínas y unos 25 aminoácidos, refirió.
Este importante hallazgo de la ciencia no solo permitió comprender el origen de la vida, sino se está utilizando para el diseño de nuevos antibióticos y así combatir el riesgo de la resistencia bacteriana. “Los antibióticos atacan el ribosoma de la bacteria, que es el eje central de su vida. Antes se sabía que los antibióticos eran importantes, pero después de este hallazgo se pudo determinar por qué las bacterias se volvían resistentes a ellos”, agregó.
Yonath dijo que a las grandes farmaceúticas no les interesa desarrollar nuevos antibióticos porque no les resulta rentable. “No hay ninguna ventaja de este diseño para ellos, porque no es beneficiosa”, explicó. La Organización Mundial de la Salud ha reconocido la prioridad de desarrollar nuevos antibióticos. Hay una farmacéutica austriaca, Nabriva, que está intresada en aplicar su descubrimiento para crear nuevos medicamentos.
Ante la pregunta sobre el doctorado Honoris Causa que le será otorgado en Guatemala, la científica dijo que aunque no tiene ninguna colaboración científica ni educativa con la Universidad del Valle, se siente muy contenta de recibir este galardón, y se siente “enamorada de Guatemala”. Esa institución educativa cumple en el 2016 50 años de labor.
“Es divertido ser científica. Es como un pasatiempo, porque es apasionante, pero es una profesión por la que le pagan a uno. Se despierta el deseo de ser curioso. Sin importar el genéro de la persona, ya sea hombre o mujer, lo importante es perseguir su sueño”, indicó.
“Nos sentimos muy orgullosos de científicas como la doctora Ada Yonath que hacen un trabajo muy duro con sus logros”, dijo el embajador de Israel, Moshe Bachar, quien la acompañó en la actividad. El rector de la Universidad del Valle, Roberto Moreno, destacó que Israel asigna 4.25 por ciento del PIB a la ciencia e investigación, en tanto que Guatemala, según datos del Concyt, solo el 0.4 por ciento del PIB.
Un poco de su trayectoria
La doctora Yonat estudió en la Universidad Hebrea de Jerusalén, tanto el pregrado como la maestría, donde profundizó en el mundo de la Bioquímica, Química y Biofísica. Luego estudió en Estados Unidos en dos institutos de investigación muy prestigiosos como el Instituto Carnegie Mellon y el Instiutto de Tecnología de Massachussetts.
Algunos galardones
Además de pertenecer a varias organizaciones, incluyen el Consejo Científico Asesor del Secretario Genreal de Naciones Unidas, ha recibido doctorados Honoris Causa y reconocimientos en países como Polonia, Chile, Italia, Rusia, Estados Unidos, Francia, Filipinas, Alemania, Hong Kong, México y Reino Unido.