Sin embargo, si uno le toma el gusto al home office debería encontrar una solución duradera, tanto para que no lo sufra la espalda como para que no sea a costa de la familia.
“Cuando alguien tiene que trabajar tres o cuatro semanas en casa, puede encontrar alguna solución de compromiso”, dice Detlef Detjen, que trabaja en una organización para promover una espalda sana.
Pero si esa situación se prolonga en el tiempo la mesa y la silla de la cocina no son adecuadas. “Ahí es necesario acondicionar mejor el lugar, como si fuese la oficina”, advierte.
“Por lo general los apartamentos y las casas pequeñas están totalmente armadas, todo tiene su sitio, y encontrar un lugarcito adicional cuesta”, reconoce la diseñadora de interiores Ines Wrusch de Hamburgo.
Sobre todo si se tiene en cuenta que uno espera que el lugar de trabajo cumpla con ciertos requerimientos para permitir que uno sea productivo.
“Al elegir un espacio lo principal es que cuente con la tranquilidad suficiente para permitir la concentración y que esa tranquilidad no sea perturbada por las demás personas que habitan la casa”, apunta Christine Scharrenbroch, experta en la industria de muebles.
Transformar la cocina en oficina
La cocina suele ser un buen lugar para trabajar para muchas personas porque pueden colocar sin mayor inconveniente la computadora, el monitor y otros elementos de trabajo sobre la mesa, pero ese sitio también suele ser muy frecuentado por toda la familia y puede que no sea la mejor solución a mediano plazo.
“Para poder trabajar en casa es necesario renunciar a alguna otra función de un espacio o elegir un sitio neutro que permita ser utilizado para más de una función a la vez”, analiza Wrusch.
Pensar bien la instalación de los muebles puede ayudar. “Por lo general se apunta a que el trabajo no conquiste un espacio demasiado grande en la casa, con lo cual una opción pueden ser los escritorios que, además de ser funcionales, sean estéticamente agradables y se adapten bien a una sala de estar o a una habitación de huéspedes”, recomienda Scharrenbroch.
Algunos modelos incluso pueden colocarse en un pasillo o en el rellano de la escalera, “por ejemplo en forma abatible, sujeto a la pared”.
Un momento muy importante del homeoffice consiste en guardar los materiales de trabajo una vez terminada la jornada y eso resulta mucho más fácil si trabaja en un escritorio con cajones o si tiene pequeñas cajoneras, por ejemplo con rueditas, o un sistema de estantes.
Los muebles ideales para trabajar en casa
También resulta muy importante tener muebles lo más ergonómicos posible. “Los escritorios que permiten adaptar la altura son cada vez más requeridos, no sólo en las oficinas, sino también en para trabajo en casa”, asegura Scharrenbroch.
La ventaja es que permiten adoptar diferentes posturas de trabajo y de ese modo cuidan la espalda. “Al elegir una silla de trabajo, lo importante es que la superficie sobre la que uno se sienta tenga juego hacia adelante, hacia atrás y hacia los costados”, añade Detjen, experto en cuidados para la espalda.
Aunque el espacio en casa sea reducido, es sumamente importante colocar la pantalla a cierta distancia de los ojos. “Recomendamos una distancia de entre 60 y 100 centímetros, y no debería ser en ningún caso menor de 50 centímetros”, dice Detjen.
Hasta el perro necesita su espacio
Cuando en casa hay más revuelo del habitual o el ambiente es más tenso, eso puede transmitirse a nuestro perro, aseguran los expertos. Por eso, sus dueños deberían prestar atención a que en tiempos de teletrabajo y homeoffice el animal también pueda retirarse a su canasto o mantita, sin, por ejemplo, ser molestado por niños.
Además de las fases de descanso y los paseos, los expertos recomiendan entretener al perro en casa con trabajo mental. Por ejemplo, se le pueden enseñar trucos nuevos o ponerlo a buscar alimento.