Catalogada como la variante dominante del coronavirus, Ómicron ha mostrado menor letalidad respecto a la variante Delta.
Recientemente se ha detectado la nueva subvariante ómicron BA.2, la cual podría ser “silenciosa”, aunque se desconoce cuál podría ser su alcance y potencial.
Según sitios especializados, investigadores de Hong Kong realizaron un estudio que permitió descubrir que la variante ómicron se multiplica 70 veces más rápido en las vías respiratorias, lo que, según los expertos, explicaría la razón por la que esta variante se transmite rápidamente.
El estudio también evidencio que la variante ómicron se replica con menos eficacia en los pulmones que la versión original del virus y eso ayuda a explicar por qué los expertos la han relacionado con una enfermedad menos grave.
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Según el último reporte, las principales manifestaciones clínicas de la variante ómicron son las de una “infección leve”, que incluyen fiebre o escalofríos, tos, estornudos, fatiga, dolores musculares o corporales, dolor de cabeza, dolor de garganta y congestión o secreción nasal.
Secuelas de ómicron
Los últimos estudios sobre la variante ómicron señalan que 4 de cada 10 personas podrían sufrir contagio con esta variante, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con los reportes, aunque esta variante se considera “leve”, se puede llegar a padecer los síntomas durante seis meses o más y con los siguientes los problemas.
- Falta de aire
- Confusión mental
- Cansancio y fatiga extrema
- Debilidad muscular
Además, en los casos más alarmantes, esta variante puede ocasionar daños en los pulmones, los riñones y corazón, así como provocar enfermedades autoinmunes.
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De acuerdo con los estudios, otra secuela de la variante ómicron está relacionada con problemas de memoria y desajustes cognitivos.
