RESULTADOS
En el experimento efectuado por la especialista, un grupo de personas escucharon melodías y se ejercitaron durante tres semanas. Al final del proceso, quienes lo hicieron sin música tenían una resistencia vascular menor.
Deljanin explicó que el efecto relajante de las melodías aumenta el óxido nítrico en el organismo. “Las endorfinas que secretamos en el cerebro al disfrutar de una canción activan el óxido nítrico, que dilata los vasos y aumentan el caudal de sangre”.
La experta recomendó especial cuidado al momento de elegir la música, ya que algunos ritmos pueden alterar las emociones o estimular recuerdos negativos.
Fuente: Muyinteresante.es