“Aunque las vacunas brindan protección contra los virus de la influenza A, el tratamiento antiviral se convierte en la primera línea de defensa en las pandemias, porque hay tiempo insuficiente para producir las vacunas”, recuerdan los autores en el texto de la investigación.
Este compuesto “representa un novedoso antiviral contra los virus de la influenza humana del subtipo H1”, explicó Joshy Jacob, uno de los investigadores que llevó adelante el trabajo.
El urumin es un péptido, un grupo de aminoácidos, que se encuentra en las secreciones de la piel del sapo Hydrophylax bahu vistara, presente en el sur de la India y descubierto en el 2015.
Recurrir a este tipo de péptidos es una estrategia familiar, pues los científicos aprovechan los mecanismos de defensa innatos de otras especies para poder generar nuevos antivirales.
Este péptido se une a la hemaglutinina, una proteína que se encuentra en la superficie de los virus de la gripe, y logra destruirlos físicamente.
“El urumin representa una clase única de viricida antigripal que apunta específicamente a la región de la hemaglutinina”, añade el texto del estudio.
Los investigadores creen que el urumin tiene, por lo tanto, “el potencial para contribuir” con los tratamientos durante un brote de gripe.
“Puede ser usado como droga antiviral contra los virus de la influenza H1 cuando ocurra una pandemia y hay tiempo insuficiente para hacer una vacuna”, consideró Jacob.
Según el investigador, también podría ser utilizado cuando comienzan a aparecer cepas resistentes a los medicamentos actuales. También continuarán con la investigación de otros compuestos de sapos que pueden ser usados para tratar otras infecciones virales como hepatitis, VIH y zika.
En el futuro, los investigadores buscarán formas de probar este agente antiviral en hurones, que constituyen el patrón de referencia en los modelos animales de transmisión y patogénesis de la gripe.