¿Usted ya separa en casa sus desechos y residuos o todavía está en una fase de comenzar a aprender este proceso?
Ponerse la camiseta con el tema ambiental requiere que conozca cómo clasificar mejor todo lo que sale de su hogar
En el proceso surgirán dudas y la finalidad es que este artículo le ayude a tener los conocimientos básicos de ello y por qué debemos hacer este cambio a nivel de país, y reconocer cómo podría afectarle este cambio en su hogar.
El cambio más notorio será el 11 de febrero del 2025, porque entrará en vigencia la siguiente fase del acuerdo gubernativo 164-2021, que establece el Reglamento para la gestión integral de los residuos y desechos sólidos comunes.
Otto René Sandoval, biólogo y asesor profesional de la Dirección para Manejo de Residuos y Desechos Sólidos, del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (Marn), dice que algunas personas piensan que el acuerdo creado en el 2021 ya no está vigente. Sin embargo, en el 2023 concluyó la primera fase, que se extendió hasta febrero del 2025, y a partir de esta fecha entrará lo planificado para la segunda fase.
En el ámbito municipal se deben crear los reglamentos para establecer tarifas y sanciones frente al incumplimiento de la separación de residuos y desechos sólidos. Al momento se lee en el reglamento un monto entre uno a 40 salarios mínimos.
(Foto Prensa Libre: Pexels)
En febrero próximo ya no serán dos sino tres categorías divididas en orgánicos e inorgánicos (reciclables y no reciclables). En este artículo se tendrá una página para explicar con más detenimiento a qué se refiere cada uno y ayudarle a conocer este proceso.
Ahora bien, si alguien quiere hacer su separación aun más específica y extendida, en ese caso el reglamento no interviene. Por ejemplo, poner un recipiente solo para papel y cartón, destinar otro para plásticos, uno más para latas y así con cada uno de los productos que tienen cierto valor y podrían ser útiles para diferentes industrias y procesos.
“Cada ciudadano es un actor importante que todos los días genera residuos y desechos personales. Por esa razón, cada guatemalteco tiene la corresponsabilidad ambiental de estar involucrado en los procesos y proyectos en la cadena de manejo integral”, agrega.
“En este momento, para agosto del 2024, los domicilios están obligados a clasificar sus residuos en dos contenedores: uno con residuos orgánicos de cocina, hojarasca y otros desechos, y otro con los inorgánicos, como papel, cartón, vidrio y otros”, explica el biólogo.
Si desea aprender a separar residuos y reciclar este es el paso 1 de 3, abajo colocaremos el resto de información de la guía:
Lea más:
¿Y si no se clasifica?
De acuerdo con los consensos entre el Marn y otros sectores que analizaron la mesa técnica del contenido del reglamento, se determinó que a partir de febrero del 2025 se aplicarán las sanciones correspondientes.
Cada municipalidad será la encargada de elaborar sus propios reglamentos con base en el acuerdo 164-21 y estructurar un capítulo de las infracciones y sanciones.
Al respecto, Óscar García, director de Manejos Sólidos de la Municipalidad de Guatemala, indica al no cumplir podrían tenerse multas con una suma que va de uno a 40 salarios mínimos, según lo impuesto por el acuerdo en mención. Por ahora, se están creando estos procesos para echarlos a andar en su momento.
Ejemplo en acción
Por segundo año consecutivo, los niños y jóvenes han dado un ejemplo a sus familias y al país sobre cómo proceder a la separación de desechos a través del programa Ecoaprendiendo por el Motagua.
La actividad es organizada por la Alianza por la Cuenca del Motagua, que busca sumar esfuerzos y voluntades de entidades del sector público, privado, sociedad civil, academia y cooperación internacional, y ha creado este concurso en el cual invita a establecimientos educativos a participar en una recolección masiva. En el 2024 se sumaron 140 centros.
Parte del programa fue capacitar a 450 maestros y el impacto de educación ambiental llegó a más de 33 mil niños y adolescentes en el país.
Se prevé que dicho proyecto pueda formar parte del Currículum Nacional Base y que todos los estudiantes reciban estos programas.
Como resultado de lo anaterior, este año se logró recuperar 3 mil 827 libras de botellas plásticas;
3 mil 463 libras de cartón y papel; 3 mil 535 libras de vidrio; 859 libras de tetrapack; 3 mil 802 libras de latas de aluminio, y 1 mil 102 unidades de Ecoladrillos. Todo este material pasó a ser materia prima en industrias y otras empresas y no llegará a contaminar el Motagua.
Este río, según estudios de oenegés, vierte el 7 por ciento del total de plástico que llega a los océanos.
“Si nos hacemos responsables de nuestros desechos podríamos resolver hasta el 85 por ciento del problema de contaminación que causamos desde nuestra propia casa”, puntualiza Jeanne Samayoa, presidenta de la Alianza por la Cuenca del Motagua.
Respecto del concurso, Samayoa agrega que busca ser un incentivo. Los ganadores podrían recibir desde un laboratorio de computación hasta computadoras y columpios de plástico reciclado, entre otros premios.
Cuatro centros educativos recibieron un laboratorio de cómputo: el Instituto por Cooperativa Maya Canoense, aldea Las Canoas, San Andrés Semetabaj, Sololá; la EORM aldea El Plan, Morazán, El Progreso; el Instituto Nacional de Educación Básica Jornada Matutina con Orientación Agropecuaria y el Instituto Nacional de Educación Básica Jornada Nocturna, ambos en Estanzuela, Zacapa.
En el 2023 participaron 20 centros educativos en el programa ECOreto 21, y en este se sumaron 140 planteles. Una imagen del día de la premiación de los establecimientos en el Palacio Nacional de la Cultura.
(Foto Prensa Libre: Ecoaprendiendo)
En ECOreto 21, los participantes cumplían con las actividades con las que sumaban puntos. Entre otras, jornadas de limpieza y reforestación infantil, además de la recolección de materiales reciclables.
(Foto Prensa Libre: Ecoaprendiendo)
Aprendizajes
El director del plantel de El Progreso, Eswin Joel Tista, recuerda que la emoción no solo fue por parte de los niños sino también de sus padres, quienes empezaron a preguntar sobre las diferentes actividades que desarrollaron. Aprendieron a preparar abono orgánico y lo utilizaron en la siembra de milpa. Asimismo, estudiantes y sus padres sembraron alrededor de 20 árboles por familia, los cuales son cuidados por la comunidad. Asimismo, se unieron nueve alumnos de preprimaria y cinco de la telesecundaria.
Por su parte, Érick Locón, director de Instituto Mixto de Educación Básica Maya Canoense, explica que durante algunos años se ha fortalecido el reciclaje en su establecimiento. En el 2021 recolectaban, pero no encontraban quién recogiera el material. Al año siguiente recibieron apoyo de una empresa y se involucró Atitlán Recicla, que facilitó trasladar los productos para su reciclaje o reutilización.
Después vino la invitación a ECOreto 21, en el 2023 y 2024. El primer año ganaron un segundo lugar y en fecha más reciente el primero. En redes sociales el instituto motivó a la comunidad a participar, en idioma kaqchiquel y en inglés.
“Si nos enfocamos en el cambio generacional a través de la educación ambiental, los niños y jóvenes influyen en sus padres. No es lo mismo que me lo diga una autoridad como la municipalidad, que me quiere regañar y castigar si no cumplo, a que el mensaje lo lleven nuestros hijos, porque siempre haremos lo mejor para ellos”, enfatiza Samayoa.
Paso 2 de 3 para hacer la separación de residuos y reciclar:
Buenos motivos para reciclar los residuos
Reciclar no significa limpiar basura o guardarla; por el contrario, es encontrar materia prima útil para nuevos procesos y con ello evitar la contaminación.
Además de un reglamento que obliga a la clasificación de residuos en los hogares, existen otros motivos por los cuales algunas familias guatemaltecas ya han empezado esa tarea.
Están quienes lo hacen por mejorar la situación del planeta y ven los beneficios de este cambio en el futuro, y quienes lo asumen como un reto personal que les permita obtener algo a cambio.
La Gremial de Empresas de reciclaje, productos y servicios ambientales expone que es preciso que cada persona reconozca estas cadenas de valor de ciclo abierto, en las cuales, en lugar de generar un residuo destinado a un vertedero, se da una segunda vida útil al material, que reduce el uso de materias primas vírgenes, que a su vez mejora los costos. Además, se fomenta la conciencia ambiental al preferir productos que incorporan un alto porcentaje de materias primas recicladas.
En el país, hay entre dos mil y dos mil 300 vertederos ilegales, dice César Masalla, asesor técnico en instituciones públicas y privadas. “Estos basureros indican una carencia de planificación”, afirma.
El profesional menciona que tanto las autoridades como las comunas necesitan darle un giro técnico a este eje en todo el territorio.
Incentivos
Ciertos proyectos buscan recompensar a los usuarios para que sean más conscientes de cómo proteger el medioambiente.
Una aplicación que está ganando terreno es ecoins, un sistema de información que permite rastrear la huella del material reciclable recuperado y premia el compromiso con el reciclaje. Además, promueve el consumo responsable y la economía circular, expresa Doris Estrada, gerente de la unidad de expansión de este concepto en Guatemala.
Cuando el usuario entrega residuos que pueden cobrar valor, en cualquier punto autorizado, se le otorgan puntos.
Esta aplicación, que se puede descargar en www.ecoins.eco/guatemala, tiene un mapa con lugares que ofrecen servicios de reciclaje, y una opción para ganar puntos entregando en el “camión recolector”.
Parte de este proyecto, que ha crecido en la región, consiste en orientar. Ha recuperado más de 60 toneladas de residuos con la ayuda de las más de 5 mil 300 personas inscritas. El diferencial es que obtiene datos estadísticos cada vez que se hace una entrega.
Otra iniciativa es Vidriox Vidrio, una campaña de canje de vidrio usado por productos nuevos del mismo material que organiza en diferentes momentos el Grupo Vidriero Centroamericano (Vical). Eduardo Ordóñez, portavoz del grupo, hace énfasis en que el vidrio tiene la capacidad de ser reciclado en un 100 por ciento.
En la página web de la gremial grepsa.gr8.com también se puede encontrar un grupo de empresas que ponen a disposición servicios de reciclaje e información de recolección de diversos productos y materiales como medicamentos o baterías de automóviles, por dar un ejemplo.
El doctor Nelson Amaro, del Instituto de Desarrollo Sostenible, de la Universidad Galileo manifiesta que Guatemala está suscrita a diferentes acuerdos internacionales, lo cual es un paso importante. También pone en valor la posibilidad de alcanzar en el país el llamado 7 R, o siete metas que incluyen rediseñar, reducir, reutilizar, reparar, renovar, recuperar y reciclar. “Como se observa, reciclar es el último paso”, destaca Ordóñez, al añadir que los guatemaltecos tienen la oportunidad de ser más conscientes de lo que compran, para evitar productos de un solo uso y que terminan en cuestión de poco tiempo en la basura.
Paso 3 de 3 para hacer la separación de residuos y reciclar:
Retos para el futuro
En países como Canadá la clasificación de desechos es un tema instalado en la cultura y tienen muy poca basura, explica Lorenzo Magzul, un guatemalteco kaqchikel que trabaja como parte del equipo de equidad climática en el Consejo de Planificación Social Comunitaria en la ciudad de Victoria.
Lo anterior ha permitido buscar otros proyectos que sigan ayudando al medioambiente, y con esa finalidad diseñaron un programa de subsidios dirigido a comprar bicicletas eléctricas para los habitantes de menos recursos.
“Actualmente la mira es en otros proyectos de cambio climático, por ejemplo, diseñamos un programa de subsidios para comprar bicicletas eléctricas para los habitantes en personas de menos recursos o personas con discapacidad. El piloto benefició a casi 400 personas, así que al ser exitoso se dio un subsidio de seis millones de dólares canadienses candienses para que se avance en este tema.
Este es un vehículo que permite que exista menos tráfico y logre un impacto en la disminución del cambio climático”, agrega. Además comenta que las municipalidades de este país están preocupadas ahora por apoyar a grupos más vulnerables, un paso más en el avance del tema.
“Tengo un nieto y quisiera dejar un mejor lugar para él y que no estén con un mundo más afectado”, concluye.
Consejos para la separación de residuos en el hogar:
"En Guatemala estamos haciendo poco y vamos tarde"
A lo largo de su vida, Marco Vinicio Cerezo Blandón se ha especializado en temas ambientales. Cuenta con una maestría en Economía del desarrollo, por la Universidad Pantheon-Sorbonne de París, Francia, y una trayectoria conservacionista de más de tres décadas.
En junio de 1990 estableció la Fundación para el Ecodesarrollo y la Conservación (Fundaeco), la cual se ha convertido en una oenegé conservacionista de relevancia en la región. La organización ha recibido distintos reconocimientos como los premios de la Fundación BBVA al Mejor proyecto de conservación de la Biodiversidad en América Latina, 2006, y el de la Fundación Alstom a la Conservación de la Naturaleza, 2010, y en fecha más reciente la designación como Proyecto Faro (NCS Lighthouse) otorgada al Proyecto REDD+ del Caribe de Guatemala por parte del Foro
Económico Mundial.
En esta entrevista nos habla acerca de su visión del medioambiente en Guatemala.
¿Por qué la economía circular es tan importante en el presente y el futuro?
Hablaremos primero que en la actualidad funciona una economía lineal. Sacamos recursos de la naturaleza, como por ejemplo el hierro o el petróleo, y fabricamos un producto. Lo utilizamos y después lo descartamos y va a la basura. La idea de la economía circular es que todo lo que extraigamos de la naturaleza pase por un proceso de utilización y consumo responsable, de utilizarlo el mayor tiempo posible y después, cuando el producto termina su vida útil, pase al reciclaje para que los recursos que se utilizaron y que ahora son desechos vuelvan a utilizarse en otro nuevo producto. Así funciona la naturaleza. Cuando un animal muere regresa al suelo y ese suelo alimenta la vida de una planta que va a alimentar a un animal en el futuro. En la naturaleza todos los ciclos son circulares.
A su parecer, ¿cómo se ha recibido este último acuerdo 164-2021, reglamento para la gestión integral de los residuos y desechos sólidos comunes?
Estamos haciendo poco y vamos tarde. Los ríos y los cuerpos de agua de Guatemala están contaminados y más del 80 por ciento de los desechos sólidos van a parar a basureros clandestinos y también a la orilla de las carreteras. En este contexto, cualquier cosa que se haga es positiva. Es un paso correcto y necesario, al igual que los esfuerzos que están haciendo muchas organizaciones.
El verdadero problema es la debilidad financiera y técnica de las municipalidades, que no tienen los recursos financieros ni las capacidades técnicas para establecer los sistemas adecuados de manejo y gestión de desechos sólidos. Los verdaderos cambios se lograrán a nivel de los sistemas institucionales, en particular de las municipalidades y de las empresas, para la adecuada gestión de los desechos.
¿Por qué es tan difícil el cambio dirigido a preservar la naturaleza en los guatemaltecos?
En realidad creo que existen dos problemas principales. El primero de ellos es la impunidad y la avaricia de unos pocos, y en el otro extremo, la necesidad y la pobreza. Por una parte, tenemos a gente muy poderosa que destruye bosques para establecer plantaciones de palma africana, y por el otro lado, a los campesinos pobres que necesitan sembrar maíz para alimentar a su familia. Creo que detrás de todo ello está la debilidad de la aplicación de la ley en Guatemala y la debilidad del estado de Derecho.
¿Qué pasará si no cambiamos?
La buena noticia es que sabemos cómo resolver todos los problemas ambientales. Sabemos qué hacer con los desechos, cómo reciclar los plásticos, cómo tratar el agua. Tenemos las soluciones técnicas y tecnológicas a todos los problemas ambientales. Hay un problema de decisión política en las autoridades y en los empresarios, y un problema de capacidades institucionales, pero esto se resuelve con decisión.
El dilema es que si no lo hacemos rápido, vamos a llegar a donde nos dirigimos. Hay noticias alarmantes acerca de cómo la contaminación afecta la salud de la población. Por ejemplo, en este momento, el 30 por ciento de las familias tiene problemas de fertilidad, pero se estima que en 30 años será 70 por ciento. La fertilidad se está reduciendo debido a la contaminación ambiental.