Rancherito Calibre 58 es conocido en redes sociales por mostrar sus habilidades en el canto, sobre todo por interpretar música regional mexicana como corridos y rancheras. En su cuenta de TikTok reúne a más de 57 mil seguidores.
Días antes de la aprehensión, en redes sociales circuló un vídeo en el que se ve al joven agredir a una mujer, por lo que Gudiel Cojulum utilizó TikTok para emitir una opinión al respecto. Los vídeos suman más de 100 mil reproducciones y en su mayoría contienen mensajes de apoyo para el intérprete de música regional mexicana.
Ante esta situación, especialistas en ciberseguridad, redes sociales y psicología enfatizan que es importante tener un pensamiento crítico acerca de lo que se consume en internet, sobre todo la niñez y juventud para distinguir entre lo bueno y lo malo que se ve en el ciberespacio. Además, para no replicar los mensajes que se reciben.
Pensamiento crítico
“Hoy las redes sociales nos muestran un mundo maravilloso. Los niños y adolescentes son propensos a creer que esas vidas son reales y desean obtenerlas fácilmente, por lo que es bueno que los padres puedan interactuar con ellos, saber qué contenidos están accediendo y ayudarles a analizar si lo que ven es bueno o es un contenido ‘chatarra’”, señala Wendy Acevedo, licenciada en psicología.
Debido a que el Internet tiene mucha información, hay que saber utilizarlo adecuadamente para que sea una herramienta de conocimiento y fuente de información. Ya que la niñez está expuesta a las redes sociales desde pequeños, es importante enseñarles a buscar datos de fuentes confiables y que sean positivos para ellos.
“Desde pequeños es bueno enseñarles a tener criterio sobre lo que es bueno y lo que no, no solamente decirles lo que deben hacer, sino explicar las razones y hacerlos pensar sobre ello”, añade la profesional.
Cuando la niñez aprende a tener un pensamiento crítico tienen más autonomía en la toma de decisiones, así como en sus acciones. Esto aumenta su autoestima porque se sienten capaces de tomar decisiones correctas sin que nadie los ayude. Además, los hace capaces de procesar mejor la información, clasificarla como verdadera y falsa, así como adoptar lo que es relevante.
De acuerdo con Mario Salazar, pedagogo y especialista en alfabetización mediática, comparte 4 consejos para fomentar el pensamiento crítico en la niñez y juventud:
- Fomentar el gusto por el aprendizaje y la comprensión: de esta manera, los jóvenes investigarán y tratarán de entender mejor cualquier situación, lo cual les ayudará a tomar mejores decisiones, clasificar información y pensar de manera crítica.
- Habilidad para argumentar: el pensamiento crítico requiere de debate para conocer la opinión de los demás, por lo que se requiere escuchar a los demás y saber defender sus ideas, para luego tomar decisiones sobre una situación en concreto.
- Fomentar buenos valores: como en toda educación, es importante incluir buenos valores para que los utilicen al argumentar y tomar criterio ante hechos específicos.
- Libertad de expresión: cuando el niño o adolescente tenga la capacidad suficiente para tomar decisiones, déjelo hacerlo. Esta manera podrá aprender de ellas, aún así se equivoque.
Alfabetización mediática
“Nos referimos a alfabetización mediática a la capacidad de identificar los tipos de medios de comunicación y comprender los tipos de mensajes que envían. Acá no nos referimos solo a los medios tradicionales, sino a los mensajes de texto, mensajes y vídeos que se hacen virales en redes sociales”, indica Gonzalo Ortiz, experto en ciberseguridad y alfabetización mediática.
La alfabetización mediática ayuda a reconocer que esos mensajes que recibimos, ya sea en medios tradicionales o redes sociales, los creó alguien por alguna razón. Para identificar esos motivos se requiere de pensamiento crítico, encontrar fuentes de información fiables y expresar sus ideas con respeto.
“En los jóvenes hay que hacer énfasis en la forma que tienen de interpretar estos contenidos. Es necesario que aprendan a tener un pensamiento crítico, y analizar todas las informaciones que reciben desde las distintas redes sociales. Es necesario que sepan distinguir lo que es la realidad de lo que se muestra en las redes, de igual manera, deben aprender a distinguir entre información veraz y lo que todos conocemos como “fake news””, añade el profesional.
“No prohibir, sino acompañar”
Ante los diversos contenidos que se tiene en Internet, es importante que los padres de familia acompañen a sus hijos respecto a lo que consumen en el ciberespacio. En el caso de la niñez, esto podría ser un objetivo más fácil ya que existen varias herramientas para monitorear la navegación en Internet.
En el caso de los adolescentes, además de monitorear su contenido, se debe fomentar la confianza para que puedan conversar con los adultos acerca de qué les causa intriga o alegría en Internet.
Los chicos jóvenes desean privacidad y tienen derecho a ella hasta cierto punto. Es normal que los padres se preocupen por lo que sus hijos están consumiendo en Internet. Acevedo recomienda que los hijos tengan la suficiente confianza para platicarlo con los adultos, y que, si los padres notan algún cambio, si en una conversación comentan algo de lo que ven, actúen lo más tranquilamente posible.
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“Evitar las críticas y los regaños. El ideal sería poder hablar con ellos y preguntar qué cosas buenas creen que están obteniendo de esos sitios, hacerles preguntas que los lleven a ellos mismos a decidir si lo que están consumiendo es bueno o no. Hacerles reflexionar es la mejor opción pues, si se les prohíbe, será una razón más para fuerte para que lo hagan pues pueden actuar por rebeldía”, añade la licenciada en psicología.
Hablarles y mostrarles sitios o personas de las que pueden aprender o encontrar elementos que les ayude a mejorar su vida, puede ser una opción para que vean que no todo es malo, pero que deben ser cuidadosos con lo que consumen.
“En la adolescencia, las personas están tratando de encontrarse a ellos mismos, pero la opinión de los amigos es muy fuerte, pues están validando su forma de ser y pensar. La opinión de los amigos es más importante que la de los padres y otros adultos, por lo que es inevitable que escuchen todo aquello que está de moda. Prohibir no es lo mejor, criticar sus gustos tampoco, es mejor, en una conversación casual, hablar de la música y de ser posible, explorar otros géneros, cantantes, grupos, etc. para que tengan más opciones”, enfatiza.
