Salud y Familia

¿Quién lleva las riendas de nuestra vida?

Le comparto dos reglas que aprendí desde niña y que me han servido toda la vida.

¿Quién lleva las riendas de nuestra vida?

La sensación de ir galopando y sentir la fuerza de la vida moverse, la intensidad del aire en la cara y la experiencia de libertad son maravillosas. Foto Prensa Libre: Pixabay

Desde muy pequeña aprendía a montar caballo. Nací en una granja, así que para los 5 años ya podía montar sola. Era sencillo, solo había dos reglas. La primera:  si te caes, te levantas. La segunda: Nunca dejes las riendas sueltas.

La primera regla me enseño que en la vida nos vamos a caer, algunas veces va a doler más que otras. Pero de que nos caemos, nos caemos. Así que no valía tanto la pena pensarlo, tan solo necesitaba saber que después de revisar que todo estuviera bien, uno se monta de nuevo. Se podrán imaginar que esto me ha servido mucho en la vida.

La segunda regla, he observado que es un poco más difícil de aplicarla en la vida, eso sí, igual de importante y útil.

La sensación de ir galopando y sentir la fuerza de la vida, moverse, la intensidad del aire en la cara y la experiencia de libertad son maravillosas. Eso sí, solo puede disfrutarse cuando sé que tengo las riendas en la mano. De lo contrario, esas mismas condiciones, el galope, el movimiento, el aire, suman para convertirse en una pesadilla de pérdida de control.

En la vida también nos pasa así. Cuando somos nosotros quienes llevamos la dirección y sabemos que somos libres de actuar y responder, tenemos la satisfacción de la libertad.

Pero tanto ustedes como yo, sabemos que no siempre es así. A veces, sentimos que no tenemos idea a donde vamos, que la vida nos lleva, aun cuando quisiéramos vivir otras experiencias. Otras veces tan solo estamos tratando de mantenernos arriba con el temor constante de caernos o nos sentimos caminando en círculos repitiendo constantemente viejas experiencias.

Cuando esto pasa, lo más seguro es que no seamos nosotros los que llevamos las riendas.  En cambio, se las hemos entregado a alguien más.

Se las damos a las opiniones de las otras personas cada vez que hacemos solo que los demás esperan de nosotros. Este pareciera un camino seguro al inicio, pero con el tiempo vamos sintiendo un vacío interno cada vez más grande.

Se las damos al miedo cada vez que nos enfocamos en el “No quiero que pase…”  Y es oportuno recordar que el miedo solo sabe generar más miedo. Por lo tanto, en lugar de alejarnos de los peligros, nos lleva directamente a ellos.

Cuando el miedo las toma, nos sentimos impotentes ante la vida. Cuando las toman las demás nos sentimos esclavos de ella.

La pregunta que les dejo el día de hoy es: ¿Quién está llevando las riendas de su vida?

Los invito a observar esas situaciones en la vida en la que nos sentimos libres, con alegría y satisfacción, se hagan esta pregunta y anoten la respuesta. Luego, observen las situaciones de la vida en la que sentimos que las cosas están mal, y que anote esa respuesta.

Julita Alonso

Decidir

Julita Alonso

Con esa claridad, ahí podemos elegir, si nosotros damos la rienda a otros, siempre las podemos tomar de vuelta.