Salud y Familia
¿Qué transmiten los regalos hechos a mano y con creatividad?
Este es un tiempo para compartir, obsequie un detalle significativo y que logre una conexión emocional con quien lo recibe.
El tiempo y esfuerzo que se pone en un regalo o en detalles que le acompañen puede hacer una gran diferencia en lo que comparta estas fiestas de fin de año. (Foto Prensa Libre: cottonbro studio/Pexels)
El regalo perfecto es aquel que nos hace pensar en la persona especial que lo recibirá y que toma en cuenta su personalidad y gustos. Esto nos lleva a conocer más de la persona que recibirá el detalle. Algunas veces no se requiere preguntar sino ser buen observador.
El psicólogo Mario Velásquez comenta que los verdaderos regalos de Navidad no se encuentran necesariamente en los objetos materiales, sino en la calidad del tiempo compartido y en las experiencias emocionales que creamos con los demás. “Los regalos más significativos son aquellos que van más allá de lo físico, como el apoyo emocional, el cariño, la empatía y la atención plena a las necesidades de los demás. Estos regalos son capaces de generar vínculos más profundos y duraderos, lo cual tiene un impacto positivo en nuestro bienestar emocional”, agrega Velásquez.
Por su parte, la psicóloga Nissely Herrera destaca que los verdaderos regalos son aquellos que nos hacen sentir gratitud y nos permiten honrar la vida, la esperanza y el amor. “El consumismo nos hace pensar que debemos gastar más y más, comprometiendo nuestro presupuesto, pero podemos resignificar los regalos. En esta temporada, donde ponemos la mirada, el tiempo y la sencillez, hay un profundo regalo y gratitud”, subraya.
Los regalos hechos a mano, como una carta, una tarjeta o una comida preparada con cariño, tienen un valor emocional mucho mayor que los obsequios materiales. “El proceso de creación de algo personal refleja el tiempo y el esfuerzo invertidos en la otra persona, lo cual hace que el regalo sea percibido como más auténtico y genuino. Desde un punto de vista psicológico, estos detalles representan una conexión emocional directa, ya que implican una inversión personal en la relación. El acto de preparar algo con nuestras manos también activa sentimientos de cuidado y afecto hacia el otro, lo que fortalece los lazos emocionales y fomenta una mayor intimidad y satisfacción en las relaciones”, complementa Velásquez.
El psicólogo explica que un regalo personalizado activa el sistema de recompensas en el cerebro, generando una sensación de alegría tanto en quien da como en quien recibe. Además, puede convertirse en un recordatorio emocional significativo, ayudando a fortalecer la memoria de momentos especiales compartidos.
Por otro lado, Herrera destaca que, al dar un regalo personalizado, no importa cuánto se gaste, sino cómo se entrega y el amor que se pone en el detalle. “Es una manera de decirle a alguien que notamos su presencia y lo honramos”, indica. También invita a reflexionar sobre el ritmo personal: “recordemos que podemos ir despacio. Aunque es un momento para celebrar, no olvidemos que algunos atraviesan duelos por trabajo, relaciones o fallecimientos. Respetar su ritmo también es un regalo de compasión”, agrega.
La chef repostera Fátima Muñoz comparte que desde niña ha disfrutado preparar postres. El año pasado comenzó a estudiar repostería, aunque siempre ha sabido que la comida es un lenguaje de amor. “Me encanta cocinar para las personas porque cada preparación es para alguien especial, y requiere esmero y dedicación”, expresa.
Muñoz destaca que uno de los productos más fáciles de preparar es la masa de galletas y los brownies: “Lo esencial es aprender a usar el horno y medir los ingredientes correctamente”, aconseja. Para quienes no se animan a cocinar, sugiere buscar proveedores de productos personalizados o con detalles artesanales, ya que estos otorgan un valor diferente a los regalos comestibles.
Iván C. Hernández, del proyecto Iván Letters, comenta que los regalos personalizados implican poner un poco del alma en lo que se hace. “Una carta, un cuadro o un detalle hecho con las propias manos requiere tiempo y energía, lo que lo convierte en una forma cálida y bonita de agradar a alguien”, explica. Hernández enfatiza que no es necesario que sea perfecto: “Lo artesanal, por lo general, no lo es, y en eso radica su valor”.
Finalmente, recuerda que actualmente hay tutoriales de manualidades, cursos en línea y talleres presenciales que pueden ayudar a aprender o mejorar técnicas para crear regalos especiales y llenos de significado.
Otra manera de ayudar en Navidad
Para muchas familias, ayudar a otros es una forma significativa de unirse durante las fiestas. Velásquez señala que ayudar a personas necesitadas en Navidad no solo tiene un impacto directo en quienes reciben la ayuda, sino que también aporta bienestar a quienes la brindan. “El acto de dar, de compartir lo que tenemos con quienes más lo necesitan, genera un sentido de propósito, satisfacción y conexión humana. Además, esta acción promueve valores como la solidaridad, la empatía y la gratitud, los cuales son esenciales para la salud emocional y el bienestar colectivo. Desde una perspectiva psicológica, hacer el bien a los demás puede mejorar nuestra autoestima y ayudarnos a encontrar un sentido más profundo de realización en esta época del año”, explica.
Por su parte, la psicóloga Nissely Herrera reflexiona: “Ayudar a otros nos produce una sensación de propósito en la vida, de agradar, servir y devolver algo de lo que hemos recibido durante el año”. Destaca que siempre hay personas en condiciones vulnerables que necesitan de nuestra solidaridad. “A veces creemos que, para dar, deberíamos tener mucho, pero en realidad, el tiempo, el compartir, la mirada, el cuidado o simplemente conversar con alguien son actos valiosos. Ayudar a alguien a limpiarse, poner en práctica el amor y la gratitud, es transformador”, afirma Herrera.
Una enseñanza de valores en Navidad
Involucrar a los niños en la creación de regalos o en la ayuda a personas necesitadas es una excelente oportunidad para enseñarles valores fundamentales como la empatía, la gratitud y la solidaridad, señala el psicólogo Mario Velásquez. También asegura que, a través de actividades simples como hacer tarjetas o galletas para regalar a familiares o vecinos, los niños pueden aprender el valor de la generosidad y de dar sin esperar nada a cambio.
Velásquez sugiere organizar actividades en las que los niños colaboren en colectas o en la preparación de algo especial para quienes más lo necesitan. Estas experiencias no solo les permiten desarrollar habilidades emocionales y sociales, sino que también fomentan su desarrollo integral. Además, compartir el proceso con los niños fortalece los lazos familiares y crea recuerdos significativos que perduran con el tiempo.
Por su parte, la psicóloga Nissely Herrera reflexiona: “es una manera trascendental de preservar las tradiciones de fin de año. Con el paso del tiempo, vemos la importancia de volver a lo básico y de retomar las prácticas sencillas de la vida, que nos recuerdan el valor de estar presentes”.
Herrera añade que, aunque los niños de hoy reciben más regalos que antes, lo importante es enseñarles el impacto de compartir y acompañarlos en acciones significativas.