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La tos provoca una contracción de los músculo intercostales (en la pared torácica) y en el diafragma para eliminar cualquier sustancia dentro de la vía aérea y así mantener limpios los bronquios y pulmones en general.
Cuando un cuadro de tos en adultos, no permite realizar las actividades cotidianas o pasa más de una semana sin cambios, entonces es necesario consultar con el médico para encontrar la razón exacta que la provoca y evitar complicaciones. “Por lo regular los pacientes buscan ayuda hasta llevan un mes con el problema y después de automedicarse con opciones populares que no han sido efectivas”, describe el médico neumólogo Esaú España.
En niños, el tiempo de consulta es más corto y depende de la severidad de los síntomas. Si la tos está combinada con fiebre es una consulta inmediata, de igual forma cuando existe dificultad en respirar, dice Alan Barrientos, nemólogo pediátrico.
Por su parte, Moisés López, neumólogo de niños especializado en Alemania y jefe de la unidad de neumología del Hospital Roosevelt, expresa que una señal de alerta también se da cuando se tose más de 15 minutos sin parar por lo menos cada dos horas, de igual forma si las secreciones claras pasan a amarillentas.
¿Qué tipo de tos presenta?
La tos está dividida en diferentes maneras. Cada una tiene una causa relacionada.
- Tos seca
Es irritativa y no hay flema. Se presenta por episodios que duran entre 10 y 30 segundos. Esta es producida por virus o bacterias, así como por reflujo gastroesofágico, inflamación u obstrucción de la vía aérea. - Tos productiva
En esta hay moco y flema y se asocia a procesos infecciosos, virales o bacterianos.
Si el paciente tiene fiebre, malestar, dolor de cuerpo y decaimiento va acompañada por la productiva y las medidas a tener en casa requiere de reposo y tomar abundante líquidos. Esto último provoca que esta sustancia sea más líquida.
Se recomienda no automedicarse, porque en ocasiones estas soluciones podrían provocar que se quiten molestias y congestión, pero hace que el moco se seque y quede pegado haciendo que se complique y se convierta en una bronquitis o bronconeumonía.
Como parte de los cuidados, se debe evitar las comidas y bebidas frías. El neumólogo Barrientos explica que el frío hace que los virus se reproduzcan más fácilmente y que los procesos empeoren.
Por el contrario, se recomienda cubrirse -cuando no hay fiebre- y tomar opciones calientes como sopas y tés, para que el cuerpo se defienda mejor. Evite las opciones con mucha azúcar porque ésta espesa el moco y hace que cueste más liberarlo.
La Clínica Mayo explica que las pastillas o caramelos ayudan a suavizar la garganta cuando hay tos seca. No los ofrezca a niños menores de 6 años, porque existe riesgo de atragantamiento.
Una cucharadita de miel también es beneficiosa, únicamente después de cumplir un año de edad, antes evítelo.
El humo de cocina, vehículos y el cigarrillo afecta la recuperación. Lo mejor es alejarse de ellos, Barrientos explica que por cada cigarrillo que se fuma o al que se está expuesto disminuye 15 minutos el movimiento de los hilios, -pelitos que están dentro de los pulmones y su función es mover el moco hacia afuera-.
En busca de la causa
En el invierno los cambios de temperatura provocan que se desarrollen más virus y durante esta época la polución o contaminación influye en que se presenten más irritaciones en el sistema respiratorio, provocando más casos de tos.
Es importante encontrar la causa que provoca la tos para tener un tratamiento más certero.
Los especialistas refieren que el reflujo gastroesofágico que no se controla podría producir asma o una neumonía por aspiración, por la irritación de la vía aérea, por el movimiento y por la inhalación de gotitas de contenido gástrico.
Los procesos virales podría complicarse con infecciones bacterianas y una gripe podría llegar a complicarse en una bronquitis o una neumonía, lo cual lleva al uso de antibióticos recetados e incluso una hospitalización.
El neumólogo pediatra López, explica que 10 de cada 100 niños podrían presentar complicaciones con infecciones de oído, garganta, sinusitis por bacteria o riesgo de neumonía,
España, comenta que durante la consulta es importante saber desde cuándo comenzó el cuadro de tos para definir si es aguda o crónica, esta última se presenta después de cuatro semanas.
Según el caso, se solicitarán diversas evaluaciones, algunos pacientes necesitarán radiografías de tórax para descartar lesiones pulmonares, en otros podría requerirse cultivos de garganta, tomografía helicoidal de tórax, por mencionar algunos de los exámenes relacionados.
En los estados crónicos se buscarán diferentes afecciones como tuberculosis, bronquiectasias ( dilataciones de los bronquios), infecciones por hongos, así como cáncer de pulmón. En este último caso se ve una tos persistente, en ocasiones con sangre o flema de color del metal oxidado, así como dolor de pecho y ronquera.
Prevenir con la vacunación
Los médicos consultados insisten en la importancia de la vacunación tanto en niños como en adultos. Las vacunas contra la influenza A y B son necesarias cada año.
En niños, la vacuna contra la varicela también es recomendable. Los niños de 12 meses hasta los 12 años de edad deben recibir dos dosis. “Esta enfermedad generalmente al final produce un proceso infeccioso respiratorio”, agrega Barrientos. El sarampión también provoca complicaciones pulmonares.
La difteria ahora ha reaparecido en América Latina porque las personas han dejado de vacunarse y por eso es importante retomar esta medida. En mayores de 50 años se puede tener un refuerzo de la difteria, tetanos y tosferina, así como contra el neumococo, una vez en la vida.
López, complementa que en general también ayuda a disminuir enfermedades el estar bien hidratados y tener una nutrición equilibrada.
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