A muchas de las personas con las que se cruza y saluda a diario al llegar o salir de su casa, seguramente les gustaría conseguir ese mismo objetivo, pero no saben cómo hacerlo.
Tal vez una de las maneras más prácticas de lograrlo, consista en convertirse en “el mejor vecino”, dando el ejemplo para que otras personas lo sigan y ayudando así a mejorar la vida de nuestra comunidad más cercana, el barrio, señalan desde la plataforma en línea Nextdoor, especializada en gestión redes sociales hiperlocales para vecindarios.
“Las relaciones personales son fundamentales para mejorar nuestra calidad de vida, y nuestros vecinos son las personas que tenemos más cerca para hacerlo, por lo que está en nuestras manos cuidarlas”, afirma Katherine Villegas, gerente de ciudad (City Manager) de Nextdoor, en Madrid (España).
Un buen vecino reconoce que forma parte de una comunidad y se compromete a cuidarla, fortalece las relaciones con otros vecinos para mejorar la convivencia y está concienciado sobre las necesidades de su entorno para asegurar la máxima calidad de vida de sus habitantes, según explica.
Villegas comparte con EFE cinco recomendaciones para “ser el mejor vecino” y ofrece un ejemplo de cómo aplicar cada una de ellas, fortaleciendo las relaciones entre vecinos y la vida barrial.
CREAR VÍNCULOS AFECTIVOS
Acciones tan sencillas y cotidianas como saludar o pararse a hablar con los vecinos ayudan a generar relaciones personales, cercanas y agradables, según Villegas, que explica que “la mejor forma de cuidar nuestros lazos afectivos con los vecinos es preguntarles qué tal se encuentran y mostrar interés por ellos”.
“Preguntarle a alguien qué tal está, ayuda a conocerlo mejor y promover una relación cercana y de confianza. Algo tan simple como hablar y compartir un momento con alguien que le transmita confianza y con quien se sienta cómodo dialogando, puede ser terapéutico para muchas personas” recalca.
Villegas destaca el caso de una vecina que ha creado un grupo, formado por decenas de personas que, al igual que ella, se sienten solas en el barrio, y con las cuales mantiene contacto habitual, para luchar juntas contra la soledad.
OFRECER AYUDA
“Los vecinos pueden ser un apoyo en el día a día para afrontar mejor la jornada laboral y la rutina o reducir el estrés. Pueden ayudarnos en tareas tan sencillas como recogernos un paquete, regarnos las plantas o dar de comer y atender nuestra mascota, cuando vamos a pasar un tiempo fuera de casa”, según Villegas.
Añade que “hay muchos casos de vecinos que hacen la compra a personas mayores del barrio o han recogido del colegio a los hijos de sus compañeros de edificio”.
“Con un vecino también podemos relajarnos, saliendo a correr juntos después de trabajar o tomando un café o aperitivo para comentar cómo ha ido el día”, comenta.
Un ejemplo de actitud solidaria es el de un vecino que creó en Nextdoor un grupo, con más de 70 miembros, en el que padres y madres de familias monoparentales ofrecen ayuda y aportan consejos, específica.
ORGANIZAR ACTIVIDADES DE OCIO COLECTIVAS
“Los barrios cobran vida cuando los vecinos se relacionan y comparten tiempo de calidad. En la puerta de al lado puede haber una persona con las mismas aficiones que usted. ¿Qué espera para intentar conocerla?”, propone Villegas, invitando a tomar la iniciativa en lugar de esperar a que lo hagan los demás.
En muchos vecindarios “hay personas que se reúnen para practicar deporte en grupo, compartir un ‘hobby’ o caminar por un parque o entorno verde cercanos. El cuidado y paseo de las mascotas, también ofrece un punto de encuentro y conexión muy habitual entre vecinos, dándoles la oportunidad de charlar y relacionarse”, añade. La clave es participar y proponer.
Villegas también cita el caso de muchos vecinos que se reúnen para recoger basuras y comparten entre ellos sus trucos y hábitos para reciclar correctamente.
COMPRAR EN COMERCIOS LOCALES
“Los barrios ofrecen muchos servicios a través de sus comercios locales, así como la posibilidad de apoyar y crear relaciones duraderas con quienes los regentan, quienes también son vecinos”, según la especialista de Nextdoor.
Villegas recomienda acudir a estos comercios para comprar comida, ropa, herramientas y productos del hogar, y también frecuentar los restaurantes y bares de la zona, que ofrecen espacios ideales para fomentar las relaciones entre vecinos.
“Comprar y consumir en este tipo de tiendas y locales, y recomendarlos a otras personas, impulsa la vida del vecindario y ofrece un trato más personal, haciendo que las tareas diarias se vuelven más amenas y agradables”, señala.
Otro tipo de conexión surge de los centros culturales creados por la propia comunidad vecinal, como el que ha puesto en marcha un vecino de Madrid, reconvirtiendo el antiguo caserón de su familia en un punto de encuentro, según explica.
INFORMARSE SOBRE LO QUE SUCEDE
Interesarse por la actualidad y mantenerse al día respecto de las noticias de su entorno más cercano, ayuda a los vecinos a sentirse parte del barrio, y les sirve de base para crear colectivos o grupos que busquen y pidan soluciones a los problemas de la comunidad, según Villegas.
Señala que al “igual que se comparte el disfrute de parques, locales y servicios, en un barrio también se comparten obras y problemas, y afrontar este tipo de dificultades de forma colectiva es más gratificante”.
“Consultar la prensa local, donde los vecinos expresan sus opiniones y plantean temas para mejorar la convivencia, o utilizar plataformas digitales, donde se informa y comenta lo que ocurre, desde si una calle está cortada, hay una avería en un parque o han abierto un comercio nuevo, no lleva mucho tiempo y ayuda mantenerse actualizado”, concluye Villegas.