Sin embargo, puede ocurrir que rechace de repente el pecho, con llantos y fuertes gritos, lo cual inquieta mucho a los padres, que se esfuerzan en darle la mejor atención y cuidados.
Si bien esta situación es posible en todas las fases de la lactancia, es más probable que suceda en unas que en otras. “Suele ocurrir en el tercer o cuarto mes o entre el quinto y el octavo mes de vida del niño”, explica Katrin Görtz, enfermera pediátrica de las Clínicas Oberhavel en Oranienburg, en el noreste de Alemania.
¿Cuál es la causa para que un bebe rechace el pecho?
Normalmente, hay que investigar un poco, porque el rechazo del pecho puede tener muchas razones, algunas tan simples como que la madre haya comido algo picante que al bebé no le gusta, o que esté usando un perfume o un jabón con un aroma con el que el pequeño no está familiarizado.
Pero también puede deberse a la postura de lactancia. En ese caso, puede ayudar probar una diferente. A la hora de dar el pecho, esto debe ser igual de cómodo para la madre y para el niño. Si la madre está tensa, la lactancia no suele funcionar tan bien.
El bebé debe estar lo más cerca posible de la madre, lo ideal es que la cabeza y la columna vertebral del niño estén alineadas, para que pueda succionar sin ningún esfuerzo.
Otra posible causa puede ser que “el niño succione el pecho, pero que no salga suficiente” leche, señala la pediatra alemana Tanja Brunnert. En tal caso, un masaje en el pecho que estimule la producción suele ayudar.
Pero también puede ocurrir lo contrario: que la leche salga a borbotones, lo que dificulta al bebé la coordinación entre la succión, la respiración y la deglución, algo que lo frustra. Brunnert aconseja que la madre se incline hacia atrás mientras lo amamanta, lo cual ralentiza el flujo de leche.
También es posible que el bebé rechace el pecho porque tenga una infección. Los padres pueden tomarle la temperatura y observarlo atentamente: ¿hay indicios de dolor de oídos porque se los toca con frecuencia? En caso de duda, hay que llevarlo al pediatra.
“A veces, el rechazo del pecho también se debe a que el bebé está expuesto a demasiados estímulos”, observa Sandra Uffelmann, jefa de matronas de las Clínicas Oberhavel. El niño percibe su entorno con mayor claridad debido a una nueva fase de desarrollo, y le molestan la música o las charlas y risas de sus hermanos.
En este caso, madre y bebé deben retirarse a un lugar tranquilo con luz tenue, tener mucho contacto físico y volver a intentarlo.
¿Y si nada ayuda? Si el bebé sigue negándose a mamar, la madre puede vaciarse el pecho a mano o con un dispositivo y luego alimentar al bebé con el biberón lleno con leche materna.
Al mismo tiempo, se recomienda ofrecer el pecho al bebé una y otra vez. “Si la lactancia materna no funciona durante dos días, la madre no debe tirar la toalla y empezar el destete prematuramente”, apunta la pediatra Brunnert.
También es bueno pedir consejo a matronas con experiencia. Hasta que se encuentre ayuda, el lema es “mantener la calma”, aconseja la enfermera pediátrica Katrin Görtz. Sobre todo, las madres afectadas no deben culparse a sí mismas. “No es necesariamente culpa de la madre si la lactancia no funciona”, asevera la matrona Sandra Uffelmann.