La hora cero es un momento determinado en que la población debe haber cambiado sus hábitos de vida con el objetivo de frenar el aumento de la temperatura, la producción de basura y la contaminación del agua para conseguir revertir el efecto invernadero que poco a poco acaba con la vida en el planeta. El 2030 es la fecha límite para hacer un cambio o de lo contrario, la humanidad se verá afectada por graves consecuencias.
El efecto invernadero es un fenómeno cuyo proceso inicia cuando la radiación que proviene del sol llega a la superficie de nuestro planeta. La mayor parte de esa energía recibida se conoce como “de onda corta” y aunque parte de ella se absorbe por la atmósfera (como en el caso de la radiación ultravioleta) y otra es reflejada por las nubes, también hay un grupo que llega a la superficie del planeta y le da calor. Cuando la radiación alcanza y calienta la superficie terrestre, el planeta devuelve la energía en forma de “onda larga” y es reflejada y enviada de nuevo a la atmósfera. Sin embargo, algunos tipos de gases atmosféricos retienen parte de esta energía en el interior del planeta, haciendo que la temperatura de la superficie se eleve. Retener esta energía hace posible la existencia de la vida en el planeta, pero los niveles elevados producen lo que conocemos como el calentamiento global.
En 1992 se firmaron tres acuerdos rodeando La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). La adición del Protocolo de Kioto a este convenio comprometía a las naciones de una manera mucho más jurídica a hacer cambios a procesos que beneficiaran y frenaran el cambio climático. El Acuerdo de París llegó en el 2015, con una visión mucho más estructurada y alarmante para las partes firmantes. En él se advertía que la temperatura global no podía sobrepasar los 1.5° centígrados.
Si bien estos tratados buscan vincular las grandes acciones industriales, y los mega procesos de importación y exportación de productos, han existido diferentes iniciativas para que cualquier persona pueda hacer su parte y que esta sí repercuta en su comunidad.
Los últimos análisis indican que si la población actúa ahora puede reducir las emisiones de carbono de aquí a 12 años y frenar el aumento de la temperatura media anual por debajo de los 2 °C, o incluso a 1.5 °C por encima de los niveles preindustriales, según los datos científicos más recientes.
¿Qué se puede hacer para contrarrestar el cambio climático?
La ecología se centra en proteger el medio ambiente, ahorrar energía y buscar la conservación de recursos naturales. Copas menstruales, cepillos de dientes de bambú, detergentes y jabones ecológicos, papel reciclado y pañales de tela son algunos de los productos cotidianos que pueden ayudar a que los grandes procesos industriales (como la reutilización de plásticos) se haga con mayor eficacia.
Por su parte, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), una organización que tiene por misión detener la degradación del ambiente natural del planeta y construir un futuro en el que los seres humanos vivan en armonía con la naturaleza conservando la diversidad biológica del mundo, propone tres retos distintos que cualquier persona puede cumplir y explica su razón. El objetivo es que todos puedan aportar su grado de arena para cambiar las condiciones del planeta:
#RetoDíaSinCarne: se necesitan 15,500 litros de agua para producir un kilo de carne.
#RetoDíaSinPlástico: de un solo uso: cada año se vierten 100 millones de toneladas de plástico a la naturaleza.
#RetoDíaSinEmisiones: el transporte urbano es el causante del 30% de todas las emisiones de CO2
En esta página web puede elegir su reto, llenar un formulario y recibir consejos sobre cómo superarlos.
Algunas iniciativas poco convencionales que han lanzado empresas privadas alrededor del mundo se centran en una cultura de reciclaje, y no únicamente de bienes tangibles como el plástico, el cartón o la comida.
Aunque puede resultarle extraño, es importante que sepa que los correos electrónicos han sido el centro de una revolución ecológica que ha llevado a investigar datos realmente interesantes para disminuir la producción de CO2 (dióxido de carbono) a escala global:
- Por cada mail almacenado en las carpetas del correo, se generan diez gramos de CO2 al año.
- Si cada persona eliminara 50 correos, se ahorraría la energía equivalente a apagar 2.700 millones de bombillas en el mundo.
- Se estima que los servidores (que almacenan contenido multimedia, correos electrónicos entre otros) generan aproximadamente el 2% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
