Si la función está alterada, habrá que corregirla y una biopsia podrá aclarar la naturaleza de la lesión, lo que permitirá planificar la extensión de la cirugía.
Ya en sala de operaciones, se deberá cumplir con una secuencia de pasos. El primero será pasar la lista de seguridad, que entre otras cosas, verifica el nombre del paciente, el diagnóstico, el lado a operar y la confirmación de que el equipo y los insumos necesarios para la cirugía están disponibles y listos. El segundo será, la limpieza del área operatoria, la colocación de los campos estériles, el marcaje de la incisión y la comunicación con el anestesiólogo para iniciar la cirugía.
Actualmente, se recomienda en todas las cirugías de tiroides el uso de neuromonitorización, que no es más la estimulación eléctrica de los nervios responsables de la movilidad de las cuerdas vocales, que están en íntima relación con la tiroides y cuya cercanía los hace vulnerables a ser seccionados o lastimados.
La consecuencia del daño a estos nervios es ronquera postoperatoria. Este recurso tecnológico ayuda a la identificación y verificación de la función de estos nervios durante la cirugía, ayudando a tomar la decisión de parar o continuar una cirugía que requiera la remoción de toda la tiroides, como en casos de cáncer.
Otro aporte tecnológico valioso y de reciente uso por algunos equipos de cirujanos de tiroides en el mundo es la autofluorescencia emitida por algunos tejidos al ser estimulados con un rayo de luz casi infrarroja, detectada por filtros especiales acoplados a una cámara que permite ver los tejidos autofluorescentes.
Por propiedades particulares, las glándulas paratiroides, que se encuentran adosadas a la tiroides, emiten una mayor fluorescencia que la tiroides y los tejidos que las rodean, por lo que con este método es posible verlas, identificarlas y saber si están bien vascularizadas. El daño a estas glándulas hace que dejen de producir una hormona (PTH), que regula la circulación del calcio en la sangre, lo que provoca su descenso y la aparición de síntomas que requieren la administración de calcio endovenoso y tomado. Su uso ha modificado las tasas de hipocalcemia después de cirugía de tiroides y se considera un recurso necesario y valioso.
Tecnología
Carlos R. Cordón F. Cirujano Endocrino, Miembro de la asociación de Endocrinología Metabolismo y Nutrición de Guatemala.
El respeto y el cumplimiento de las medidas necesarias, el uso rutinario, sistemático y el entrenamiento adecuado de los nuevos recursos tecnológicos, hacen que, en manos de cirujanos expertos, la cirugía tiroidea sea efectiva y segura.