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“Son únicos porque no imitamos a nadie, además representan identidad y diversidad, porque pueden acompañar diferentes platillos, son el perfecto aperitivo, para frutos del mar e incluso postres”, afirma César Saldaña, director general del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Jerez. En la actualidad, el Jerez es uno de los vinos más versátiles que existe, pues se considera como el maridaje idóneo para cualquier momento del día.
Es en el Marco de Jerez, la región vitivinícola más antigua que se conoce en España, donde se produce esta bebida desde hace más de 3 mil años, la cual además se comercializa en más de 50 países alrededor del mundo.
“Lo auténtico y genuino” es algo que se puede encontrar en un Jerez, de acuerdo con Saldaña. El Consejo Regulador que dirige es la encargada de certificar que los productores cumplan con todos los requisitos que se establecen para la elaboración de un vino de calidad. Además se encargan de la defensa del Jerez, pues “lamentablemente hay muchas usurpaciones. Tanto por productores que no cumplen la norma como otros países donde hacen imitaciones menos afortunadas”. Garantizar que se mantenga una fórmula se siglos es su principal labor, explica.
Más sobre la bebida
Otra de las características que se puede encontrar en estos vinos es su variedad de sabores que existen. Los tipos predominantes son el fino, cuyo sabor es más ligero y seco; el oloroso, especial para maridar carnes, o el Pedro Ximénez que se recomienda para acompañar algo dulce o sabores muy intensos, como helado de vainilla o queso azul.
Pero no es solo su versatilidad en cuanto a sabores, sino su proceso de preparación, lo que ha hecho que este tipo de vinos sea considerado como uno de los más singulares del mundo. A tal punto que en 2014, Jerez fue elegida como la Ciudad Europea del Vino.
Lo que hace realmente singulares y únicos a los vinos de Jerez es su sistema de crianza dinámica, a partir de un método de criaderas y soleras, el cual permite un envejecimiento excepcionalmente prolongado. Durante la crianza, los vinos de varias cosechas son mezclados en un sistema de tres alturas de barriles, llamadas botas de Jerez. Este consiste en que un porcentaje contenido de la bota en el nivel superior se extrae tras un periodo de tiempo para rellenar las botas en el nivel inferior. La solera es el porcentaje que se extrae para su comercialización. Como la bota superior se rellena con vino nuevo, los más viejos se benefician de su frescura.
Cada vez la popularidad de estos vinos es mayor alrededor del mundo. De tal cuenta, este año el Tío Pepe Cuatro Palmas, el fino más conocido a nivel internacional, y producto de una prolongada vejez, pues hacía 53 años que reposaba en una de las seis botas de la bodega González Byass, fue galardonado como el mejor vino del mundo durante el International Wine Challenge 2019.
Los vinos de Jerez en Guatemala
Recientemente, representantes de las principales importadoras y distribuidores de vino en Guatemala pudieron degustar de seis variedades de la denominación de origen de Jerez en una cata que estuvo a cargo de César Saldaña, director general del Consejo Regulador.
Los vinos presentados en el país fueron:
- Fino Bertola. El fino es un vino de brillante color, amarillo pajizo a dorado pálido. Con aromas avellanados y sabor delicado. Los finos suelen tener aromas punzantes y delicados, avellanados y con notas de masa fresca de pan y hierbas del campo. Este vino es preparado a partir de la uva palomino y se envejece bajo la capa de levaduras. Es un aperitivo ideal, que intensifica los sabores de todos los platos. Durante la cata se acompañó de jamón serrano en una tostada de pan con tomate.
- Manzanilla La Goya. Este vino pálido es de un brillante color amarillo pajizo. Es ligero y fresco. Es un vino blanco, seco y su crianza se lleva a cabo exclusivamente en bodegas de Sanlúcar de Barrameda. Las manzanillas son sometidas a periodos de crianza realmente prolongados. Este Jerez se sirvió con aceitunas y salchichón.
- Oloroso Zuleta. Este Jerez con matices de la madera, de color oscuro, y con un aroma a nuez y caramelo, es ideal para maridar carnes y quesos. Su elaboración requiere envejecerlo expuesto al oxígeno. Este se maridó con queso curado.
- Cream Bertola. Este dulce vino, producido con uvas palomino y Pedro Ximénez, se envejece en botas de roble. Su aroma punzante y cuerpo denso, es ideal para las pastas y los postres. Se acompañó de un paté de hígado de pato.
- Moscatel Zuleta. Procedente de la uva moscatel, con aromas florales y frutales, es un vino seco y de sabor dulce. Es una bebida versátil, y puede acompañarse de repostería y frutas. Se sirvió junto con tortas dulces de almendras.
- Pedro Ximénez Bertola. Es un vino dulce y suave, con aroma a dátiles y fruta pasificada. La uva, de su mismo nombre, e pone al sol sobre colchones para que se pasifiquen. Es ideal para quesos, mariscos y postres. Su dulzura le asemeja a un chocolate amargo.
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