Antes los humanos únicamente comían aquello que cazaban o recolectaban y tenían que aguantar períodos largos de ayuno mientras el cuerpo guardaba la energía en forma de grasa. En la actualidad eso ha cambiado, porque la agricultura permitió que las personas se establecieran en un lugar y ya no tengan que esforzarse físicamente por conseguir sus alimentos.
Actualmente se habla de un regreso para experimentar parte de esa etapa de ayuno y se asocia con beneficios para la salud.
El estudio Efectos del ayuno intermitente en la salud, el envejecimiento y la enfermedad de Rafael de Cabo y Mark P. Mattson, publicado en 2019 en The New England Journal of Medicine, explica que diferentes análisis preclínicos y ensayos han demostrado que el ayuno intermitente tiene beneficios de amplio espectro para muchas afecciones de salud.
“Queda por determinar si las personas pueden mantener el ayuno intermitente durante años y potencialmente acumular los beneficios observados en modelos animales. Además, los estudios clínicos se han centrado principalmente en adultos jóvenes y de mediana edad con sobrepeso, y no podemos generalizar a otros grupos de edad los beneficios y la seguridad del ayuno intermitente que se han observado en estos estudios”, explican los investigadores.
Entre los cambios se tiene el cambio metabólico y la resistencia al estrés celular. La glucosa y los ácidos grasos son las principales fuentes de energía para las células. Después de las comidas, la glucosa se usa para obtener energía y la grasa se almacena en el tejido adiposo como triglicéridos.
Durante los períodos de ayuno, los triglicéridos se descomponen en ácidos grasos y glicerol, que se utilizan para obtener energía. El hígado convierte los ácidos grasos y también se convierten en una fuente importante de energía para muchos tejidos, especialmente el cerebro.
¿De qué trata el ayuno intermitente?
El ayuno intermitente es posible tomarlo en algunas modalidades en la que se deja de comer algunas horas o días. Existen algunas modalidades como la 16:8, que significa ayunar 16 horas y comer ocho, también la 5:2, comer normalmente durante cinco días y ayunar otros dos, en los que se ingieren pocas opciones, o bien ayunar un día a la semana.
La nutricionista Ana Waleska Solares comenta que esta es una opción para algunos, pero la mayor recomendación es hacerlo de una manera adecuada. Actualmente parte de sus pacientes experimentan esta forma de comer, según su estado de salud y con el control del tipo de comida que consumen durante el horario que se alimentan.
“La finalidad es lograr equilibrio. Consumir frutas, vegetales, alimentos bajos en grasa, cereales con fibra, proteínas de buena calidad como pescados y carnes magras, y otras opciones saludables y no caer en errores como llegar a comer el doble o triple, así como seleccionar comida chatarra”, dice la experta Solares.
Gabriela Guerra Martínez, nutricionista master en consejería psicológica, señala que el ayuno intermitente no se recomienda para niños, adolescentes, personas de la tercera edad, personas con trastornos alimenticios como bulimia y anorexia, quienes padecen de niveles altos de estrés o ansiedad, así como para mujeres embarazadas, en estado de lactancia o cuando se está descompensado y se padece de enfermedades cardiovasculares o diabetes.
Guerra comenta que esta tendencia debe tener un acompañamiento profesional y que no se dé la restricción de alimentos sin orientación para no llegar a carencias nutricionales que pongan en riesgo la salud.
La especialista Guerra dice que, por el contrario, con un seguimiento esta alternativa se convierte en favorable para la reparación celular que hace más lento el proceso de envejecimiento y podría ser un factor protector de cáncer.
“Se ha visto que puede resultar beneficioso desde diabetes hasta alteraciones neurológicas”, agrega Guerra. Además explica que al comienzo del ayuno podrían sentirse dolor de cabeza, ansiedad, cambios en estados de ánimo mientras otros es sienten bien desde el comienzo.
Por ello la guía profesional es indispensable para tener una relación sana con la comida, saber cuántas calorías son necesarias y cómo se distribuye los grupos de alimentos. Guerra dice que esta consciente que este ayuno no es un requerimiento poblacional.
“La persona debe tener claro el objetivo de este estilo dentro de su estilo de vida, que se adapte a horarios, toma de medicamentos y podría hacerse por etapas y luego se suspende, podría hacerse por un tiempo y no para siempre, así como decidir no hacerlo…únicamente es otra opción. Llevar un plan regular y sano sin regulaciones de horario será igual de provechoso”, asegura Guerra.
Expertos en nutrición también hacen énfasis que si pasa por más de 16 horas de ayuno se eviten la actividad física intensa. Mientras se ayuna podría ayudar una caminata, pilates, yoga, entre otros tipos de ejercicios.
Guerra agrega que lo importante es escoger el mejor momento del día para el entreno de acuerdo a las necesidades de la persona, adecuar el tipo de ejercicio y su intensidad al plan de alimentación.