Esta clasificación sirve sobre todo a aquellos hoteles que no son conocidos por su marca. Sin embargo, esto no es igual en todos lados.
Las cosas son algo distintas en Europa. Allí se intenta unificar el sistema de las estrellas desde 2009. Para ello, 19 países que forman parte de Hotrec Hospitality Europe, la asociación paraguas europea que reúne hoteles, restaurantes y cafés, se asociaron en una Hotelstars Union.
Además de Alemania, forman parte de esta iniciativa Austria, Suiza, República Checa, Hungría, Países Bajos, Bélgica, Dinamarca, Suecia y Malta. Todos ellos están unidos por un sistema de clasificación para sus hoteles: 247 criterios según los cuales se entregan entre una y cinco estrellas.
Criterios evaluados regularmente
“Cada tres años, una comisión de expertos evalúa si se respetaron estos criterios”, dice Luthe, presidente de Hotelstars Union. De acuerdo con las informaciones, más de 21.000 hoteles de toda Europa participan en esta clasificación voluntaria. “En Alemania son actualmente el 35 por ciento de los hoteles”, señala Luthe. Eso son unos 7 mil, la mayoría de los cuales tiene tres estrellas.
Cada cinco años se ajustan los criterios. El actual catálogo seguirá vigente hasta 2025. Hay criterios mínimos con los que cumplir para cada nueva estrella, así como un sistema de puntos para evaluar equipamiento, calidad y servicio.
Por lo general, se otorgan varios puntos por las habitaciones y camas grandes, las piscinas o el servicio de niñera. También tienen un efecto positivo las estaciones de carga para autos eléctricos, así como los certificados de mantenimiento sostenible. Cuando el hotel logra más puntos que los que otorga determinada categoría de estrellas, puede sumar la leyenda “superior”.
Los hoteles clasificados deben además estar bien limpios y cuidados. El equipamiento debe funcionar y las renovaciones no pueden estar demoradas. Pero, ¿en qué se diferencian realmente las estrellas?
– Una estrella: equipamiento simple, limpieza diaria
Los hoteles con una estrella suelen ofrecer habitaciones simples con ducha o bañadera y váter. Cama, mesa, silla y armario: no se necesitan muchos más muebles. Sin embargo, cuentan con algunos extras, como Internet y televisor en el cuarto. En el baño debe haber una toalla por persona, jabón sólido o líquido. Quien pasa la noche en un hotel así puede tener la seguridad de que la habitación se limpiará a diario.
– Dos estrellas: a partir de aquí hay un desayuno tipo bufé
A partir de las dos estrellas, las personas que trabajan en recepción deben ser al menos bilingües. Todas las mañanas se sirve un desayuno tipo bufé. El equipamiento de los cuartos se ve algo más confortable. Entre otras cosas, debe haber un velador para leer en la cama y más espacio para guardar la ropa. Los huéspedes disponen además de un toallón y una toalla de mano.
– Tres estrellas: nivel medio con más confort
Con tres estrellas, se añaden algunos servicios. La recepción, por ejemplo, debe estar disponible las 24 horas. Si se lo desea, el personal debe transportar el equipaje, lavar la ropa y brindar más almohadas. El cuarto cuenta además con un lugar especial para guardar la valija, una mesa de luz y más lugares para sentarse. Además, ofrece teléfono, secador de pelo y un espejo de cuerpo entero.
– Cuatro estrellas: elevador, bar y servicio de cuarto
A partir de las cuatro estrellas, el hotel debe contar con un elevador para los huéspedes. El lobby se vuelve más grande, más confortable o desemboca directamente en un bar. En el cuarto debe haber adicionalmente un sofá y una mesita para dejar cosas. El televisor debe contar con canales internacionales. Además, debe ofrecer un minibar con bebidas frías, un servicio de 24 horas para consumir bebidas en el cuarto o un maxibar en el mismo piso. Si el huésped lo desea, debe poder contar con una bata de baño y pantuflas.
– Cinco estrellas: lujo con varios extras
Quien hace una reserva en un hotel cinco estrellas, accede al confort máximo. Ya se trate de servicios de conserjería, shuttle, pequeños regalos de bienvenida o un servicio de bebidas y comidas para el cuarto durante las 24 horas, en estos hoteles se cumple con distintos deseos. Además, brindan una caja de seguridad para guardar pertenencias de valor.
Los soles no son estrellas
Ese es un panorama más o menos grueso de los criterios para otorgar estrellas de Hotelstars Union. Sin embargo, en muchos portales o catálogos de agencias de viajes es posible encontrar también soles, rombos, cuadraditos o puntos.
“No tienen nada que ver con los criterios para otorgar estrellas”, dice Markus Luthe y añade: “Solo pueden ser empleados si quien los publica explica qué hay que entender por ellos”.
Por eso, es necesario saber que los organizadores de viajes suelen emplear evaluaciones propias basadas en estándares nacionales u observaciones propias. Es así como puede pasar que hoteles de la categoría del organizador no se correspondan con la clasificación de estrellas del país. Por eso hay que analizar bien qué significa cada clasificación.
En el caso de los viajes organizados, la categoría de estrellas del país debe ser visible antes de la reserva y en la confirmación del viaje.
Las casas para vacaciones también tienen estrellas, pero son otras
Hay una excepción para las casas y viviendas que se alquilan para vacaciones, así como los cuartos privados para vacacionar con hasta nueve camas. Para ellos, la Asociación Alemana de Turismo (DTV) otorga estrellas de ocho puntas.
“La evaluación de estos alojamientos es algo más profunda. Entre otras cosas, analizamos los cubiertos y la vajilla que hay en los armarios, por ejemplo”, explica Patrick Berger, que dirige el sector de clasificación de la DTV.
El foco está puesto aquí en la calidad y el equipamiento. A partir de tres estrellas, el alojamiento debe contar con Internet inalámbrico. A partir de cuatro, con un lavaplatos y ropa de cama. A diferencia del caso de las estrellas para los hoteles, para las casas y viviendas de verano no hay una escala europea.
Las estrellas que otorga la DTV, por ejemplo, solo corren para alojamientos de este tipo en Alemania. De acuerdo con la asociación, hay unos 40.000 clasificados. “La mayoría son alquilados por privados”, afirma.
