Salud

Productos químicos asociados al cáncer de mama podrían filtrarse de los empaques a los alimentos, según estudio

Un estudio identifica casi 200 sustancias relacionadas con el cáncer de mama en algunos envases y materiales con los cuales se empacan alimentos.

Se encuntran en estudios los materiales de recipientes de comida para determinar su relación con el cáncer de mama. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

En una investigación publicada en Frontiers in Toxicology, investigadores del Food Packaging Forum  (FPF) identificaron 189 carcinógenos mamarios potenciales y confirmados que se han detectado en materiales en contacto con alimentos.

“Este estudio demuestra que existe una enorme oportunidad para prevenir la exposición humana a sustancias químicas que provocan cáncer de mama”, afirma Jane Muncke, directora ejecutiva del FPF y coautora del estudio. “El potencial de prevención del cáncer mediante la reducción de sustancias químicas peligrosas en la vida diaria no se ha explorado lo suficiente y merece mucha más atención”, asegura.

Los investigadores también compararon su investigación con otra presentada en 2024 en Environmental Health Perspectives, que realizaron Silent Spring Institute y la Universidad de California en Berkeley, quienes hallaron un listado con más de 900 sustancias químicas con evidencia de que pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama.  

Los investigadores revisaron información de bases de datos autorizadas, incluidas las monografías de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) y ToxCast de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) para encontrar qué sustancias químicas se ha descubierto que inducen tumores mamarios en roedores. 

Tres cuartas partes de las sustancias químicas en contacto con alimentos (FCC) relevantes para el cáncer de mama se detectaron en artículos en contacto con alimentos hechos con plástico, pero todos los grupos de materiales excepto el vidrio contenían algunas de las sustancias químicas. Sin embargo, algunas de estas sustancias pueden estar en los cierres metálicos de los recipientes de vidrio. En ambas investigaciones también se mencionan las  latas revestidas o con cierres metálicos, papel y cartón.

Los autores piden una mejora de las metodologías de identificación de peligros relacionados con el uso de sustancias químicas en productos de uso cotidiano. Esto incluye evaluaciones mejoradas para conocer los efectos de estos compuestos en la glándula mamaria, así como el desarrollo de ensayos para una gama más amplia de sustancias químicas y un enfoque más integral de las pruebas químicas. 

Al respecto, Sergio Ralón, médico guatemalteco, especialista en enfermedades mamarias , explica que existe un gran número de investigaciones actuales relacionadas con cáncer de mama y aquellas relacionados con esta temática de contaminación, pero los resultados todavía no son concluyentes.

Ralón también comenta que es importante tener paciencia y quizá en algunos años se tendrá más certeza y estudios mayores basados en evidencia que indiquen qué artículos utilizar y cuáles no.

"Con certeza sí se sabe desde hace algunos años que existe un mayor índice de cáncer de mama en poblaciones que tienen un mayor consumo de grasa saturada, comparada con las que no", agrega Ralón.

La reducción de la exposición de toda la población a posibles carcinógenos mamarios se puede lograr mediante modificaciones de políticas basadas en la ciencia que aborden la evaluación y la gestión de las sustancias químicas en contacto con los alimentos, dicen los investigadores.

Sobre los alimentos procesados y los microplásticos

En Austria también identificaron una preocupante correlación entre el consumo de alimentos ultraprocesados y una mayor presencia de microplásticos en el cuerpo.

Según los resultados de un estudio piloto, publicados en Science of The Total Environment, las personas que consumen ultraprocesados ingieren más microplásticos que aquellas que optan por alimentos frescos.

El uso de envases y utensilios de plástico, por el contrario, no mostró una influencia importante en la presencia de estas micropartículas detectadas en el organismo. El estudio lo dirigió Christina Hartmann, de la Agencia Federal de Medio Ambiente de Austria, y en él participaron 15 personas, de entre 24 y 43 años, residentes en Viena y alrededores.

Aunque este estudio pionero no encontró diferencias importantes en la cantidad de microplásticos por el uso de envases y utensilios plásticos, Hartmann señaló que "el grado de procesamiento de los alimentos es lo que juega un papel determinante".

Cómo prevenir el cáncer de mama

El promover un estilo de vida más saludable en el cual se disminuyan los índices de obesidad, no fumar y que la persona esté libre de alcoholismo, sí podrían provocar una disminución en los casos de cáncer, agrega Ralón.

Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de mama fue el más común entre las mujeres de 157 de los 185 países considerados en 2022. (Foto Prensa Libre: Klaus Nielsen/Pexels)

De igual manera, el médico guatemalteco hace énfasis en la importancia de buscar alimentarse de manera equilibrada, ejercitarse y tener evaluaciones frecuentes como mamografías, así como practicar el autoexamen mamario. Este último es útil para conocer el cuerpo y de encontrar algo anormal, consultar con un especialista.

La mamografía es recomendada hacerla después de los 40 años. Clínica Mayo explica que este examen es una radiografía de las mamas. Se puede utilizar para el examen de detección del cáncer mamario o con fines diagnósticos, como para investigar síntomas o hallazgos inusuales en otra prueba por imágenes.

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