Salud y Familia

Prevenga el acoso escolar con buena comunicación

Un tercio de los estudiantes en el mundo son afectados por la violencia y acoso en el centro educativo, según la Unesco. La comunicación asertiva y la buena escucha de los padres son indispensables para que los jóvenes aprendan a relacionarse y disfrutar de sus días en el centro escolar.

“La violencia y el acoso en el centro educativo, incluido el ciberacoso, adoptan formas directas e indirectas que pueden afectar en todos los aspectos de la personalidad, producir daños sociales, reducir el acceso a una educación de calidad y empeorar la salud física y mental, y el bienestar emocional, todo ello asociado a consecuencias duraderas que persisten en la edad adulta y generan grandes costos para la sociedad”, señala la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Datos de la Organización indican que el acoso afecta aproximadamente al 32% de los estudiantes del mundo y Guatemala no es la excepción. Según la Encuesta Nacional sobre Violencia y Clima Escolar 2015 —el registro más reciente—, en el país, el 14% de los estudiantes de primaria y secundaria han sufrido acoso escolar.

En las dos últimas semanas, circularon en redes sociales un audio en el que un joven amenaza con matar a sus compañeros de clase y el video de una golpiza entre dos estudiantes. Ambos casos ocurrieron en dos colegios privados de la capital.

Los sucesos alertaron a padres de familia, por lo que es importante saber cómo abordar el tema de la violencia y acoso en el centro educativo y tratarlo con los jóvenes. Los expertos recomiendan como primer paso la comunicación basada en confianza y buena escucha.

Buena comunicación

La confianza en los niños se construye con pequeñas acciones que los hacen sentir seguros, afirma Mayti Gálvez, psicóloga educativa. Por ello, los padres de familia deben escuchar a sus hijos para que se sientan comprendidos y tengan la confianza de conversar de cualquier tema.

Es aconsejable escuchar todo tipo de anécdotas que cuentan los niños y evitar regaños o culparlos. Se debe corregir de forma asertiva y explicarles las razones. De esta manera los pequeños podrán identificar posibles casos en los que sean víctimas u observadores.

Para saber si sufren de acoso escolar, la psicóloga Mónica Franco expone que los padres de familia pueden preguntar a sus hijos cómo es la relación con sus amigos o compañeros de clase. Una buena técnica es pedirles que describan qué han hecho en el recreo, cómo le fue en una clase, con quienes se relacionan y cómo es el trato entre todos.

Por otro lado, para estar al tanto de lo que llevan los niños al colegio, lo recomendable es que un día antes los ayude a preparar la mochila.

Lo importante es que los hijos se sientan acompañados y no fiscalizados, de lo contrario se desgastará la confianza que tienen en sus padres. “En la medida que los adultos se involucren en las tareas de sus hijos, más allá de ayudarlos a hacerlas o supervisar que estén bien hechas, podrán controlar qué tipo de materiales llevan a clase”, dice Gálvez.

¿Qué hacer si sospecha que su hijo es acosado?

En caso de que tenga la sospecha de que su hijo es víctima de violencia o acoso escolar, es imperativo pedir retroalimentación del colegio sobre su desenvolvimiento social, indica Franco.

A los espectadores de los abusos se les debe explicar que esa no es la actitud adecuada y cómo abordar el problema, para que puedan identificar el acoso y sean capaces de pedir ayuda.

Al estudiante que cometió el abuso es necesario que se le haga saber las consecuencias que tienen sus acciones, más allá de los problemas que tendrá al romper los lineamientos de conducta del centro educativo. Además, se le debe apoyar para que aprenda a relacionarse sanamente con las demás personas.

La víctima debe recibir apoyo profesional psicológico para que pueda expresar sus sentimientos en un espacio que considere seguro. También se le puede apoyar con el aprendizaje en el manejo de conflictos, a tener comunicación con personas de confianza y a fomentar relaciones estrechas para que vuelvan a confiar y pueda tener amistades.

Redes sociales

Un estudio de la Unesco destaca que los estudiantes que son víctimas de ciberacoso han sufrido primero acoso en el centro de estudios, y un gran porcentaje de las víctimas han sido objeto de los dos hostigamientos. En internet el acoso puede incluir la difusión de rumores, la publicación de información falsa, mensajes hirientes o fotos o comentarios ofensivos.

La psicóloga Gálvez recomienda que el niño que use alguna red social lo haga en el celular del adulto y deje abierta su cuenta. De esta forma se podrá supervisar el uso adecuado.

En caso de que se trate con un adolescente y tenga su propio teléfono, es fundamental mantener la confianza y que los padres de familia puedan agregarlos a la red social. En ambos casos es importante explicar qué tipo de información se puede publicar o no, dice Gálvez.

¿Dónde denunciar el acoso escolar?

El Ministerio de Educación cuenta con cuatro canales para denunciar el acoso escolar.

  1. Personalmente en la sede del Ministerio, 6a. calle 1-87 zona 10.
  2. A través de la línea telefónica 1503.
  3. Por medio del correo electrónico info@mineduc.gob.gt
  4. En los buzones ubicados en las recepciones del Ministerio y en las direcciones departamentales de Educación.

A la vez, la Procuraduría de los Derechos Humanos recibe denuncias de acoso escolar a través de su línea telefónica 1555, que atiende las 24 horas todos los días. También puede llegar a la sede de la institución en la 12 avenida 12-54, zona 1 para presentar el reporte.

Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar

El año pasado, en París, durante la 40 reunión de la Conferencia General de la Unesco, a instancias de México, Marruecos y Francia, se proclamó el primer jueves de noviembre de cada año, el día internacional contra la violencia y el acoso en la escuela, incluido el ciberacoso, que se celebrará por primera vez en el 2020.

El objetivo es abordar las causas profundas de la violencia y promover una cultura de respeto de los derechos de los estudiantes y de tolerancia cero hacia cualquier tipo de agresión.

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ESCRITO POR:

Andrea Jumique Castillo

Periodista de Prensa Libre especializada en temas de salud, bienestar y cultura, con 5 años de experiencia.

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