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Puede encontrar estas pequeñas bayas durante todo el año en mercados y supermercados, en racimos de colores que van desde un verde blanquecino, pasando morado, hasta llegar al negro, todas ellas con un característico sabor dulce.
Son una buena fuente de energía porque además de agua, las uvas tienen grandes cantidades de hidratos de carbono de rápida asimilación. La nutricionista Adriana Gálvez explica que estos también son llamados glúcidos o azúcares, y que aunque su función principal es ser proveedores de energía, también evitan la formación de los cuerpos cetónicos, que son productos de desecho de las grasas que aparecen cuando el cuerpo utiliza las grasas en lugar de los azúcares para generar energía. Existen varios tipos de hidratos de carbono, pero lo más conocidos son la glucosa y la fructosa, los cuales se obtienen de las frutas y la miel.
Otro de los aportes que las uvas pueden dar al cuerpo humano son todo el grupo de vitaminas B, que tienen grandes aportes al sistema nervioso. Además contienen vitamina C, la cual es un antioxidante importante para la piel, los huesos y el tejido conectivo, además de que promueve la curación y ayuda al cuerpo a absorber el hierro.
Asimismo proveen vitamina A, la cual además de ayudar al buen desarrollo de los huesos, dientes y piel, también contribuye a la prevención de enfermedades infecciosas, especialmente del aparato respiratorio y también previenen enfermedades oculares degenerativas como las cataratas.
En cuanto a los minerales, Gálvez explica que las uvas tienen potasio, cobre, hierro, calcio, fósforo, magnesio, selenio y otros. Gracias a ellos las uvas estimulan los riñones, facilitando su acción diurética y la eliminación de sustancias como el ácido úrico. También actúan como desintoxicantes del hígado, mejorando problemas hepáticos.
A las uvas también se les atribuye la función de retardar el envejecimiento, prevenir enfermedades cardiovasculares, proteger contra el cáncer y de poder contrarrestar la fatiga, anemia, estrés físico y mental. Además son diuréticas, por lo que ayudan a eliminar de una manera natural el exceso de líquidos retenidos en el organismo.
Acorde a información difundida por la Fundación Española del Corazón, la dietista y nutricionista Iva Marques-Lopes de la Facultad de Ciencias de la Salud y el Deporte de la Universidad de Zaragoza asegura que existe un compuesto llamado resveratrol que se encuentra en la piel de las uvas violetas, al que se le atribuye una actividad protectora muy fuerte en las células por tener efectos inhibidores sobre agentes que las dañan como los tóxicos, los radicales libres y otros compuestos dañinos sobre su material genético.
“El potasio ayuda a bajar los niveles de sodio y, por tanto, la presión arterial, por lo que las personas con hipertensión arterial deben aumentar su consumo”, resalta también Marques-Lopes.
Aunque también se han reconocido los beneficios de las semillas de las uvas, Gálvez explica que el cuerpo humano no es capaz de digerirlas correctamente, por lo que únicamente recomienda el uso de la extracción de sus grasas en aceite para fines culinarios y estéticos.
Aunque lo más común es comer esta fruta por sí sola, puede incluirla como ingrediente en varios platillos, a modo de incrementar la frecuencia y cantidad con que la consume.
Sugerencias para incluirla en su dieta
Una forma sencilla y muy práctica para comer más uvas es en ensaladas y estas no solo tienen que limitarse a la época navideña. Por ejemplo, puede preparar una deliciosa ensalada de queso de cabra con uvas y sésamo. Los ingredientes para servir tres porciones son: hojas de lechuga de distintos tipos, 200 gr. de queso de cabra, 100 gr. de uvas, una cucharadita de semillas de sésamo, vinagre de manzana, aceite de oliva y sal.
La preparación es muy fácil. Inicie lavando la lechuga y cortándola en trozos pequeños. Colóquela en un recipiente, añada el queso partido en trocitos y las uvas cortadas a la mitad (sin pepitas). Finalmente agregue las semillas de sésamo, sal, vinagre y aceite al gusto.
Si le gustan los sabores más fuertes y variados, puede hacer una ensalada con vinagreta de uvas. Los ingredientes para servir tres porciones son: 200g de distintos tipos de lechuga, un tomate, queso fresco, una cebolla pequeña y diez uvas moradas, uvas pasas. Corte en cubitos y mezcle todos los ingredientes en un recipiente hondo. Luego proceda a preparar la vinagreta.
Para hacer la vinagreta utilizará 3 cucharadas aceite de oliva, 1 cucharada de vinagre de manzana, una cucharada de miel, 4 uvas rojas y sal al gusto. Luego de cortar las uvas por la mitad y retirarles las semillas, mezcle los ingredientes en una licuadora hasta que tengan una consistencia líquida.