Si no se cumple lo anterior, el cliente tendrá dudas respecto del tipo de uso que se le ha dado al vehículo y los servicios preventivos que recibió para alargarle la vida útil.
“Un carro de agencia necesita, los primeros tres años, servicios de mantenimiento. Luego, los tres años siguientes, los servicios incluyen reparación o cambio de refacciones. De lo contrario no se puede preservar la vida útil, por lo que requerirá de otros con alto costo”, enfatizó Santos.
Evaluación
En el mercado de automotores, la depreciación —mecanismo mediante el cual se reconoce el desgaste que tiene un auto— juega un papel primordial en el costo de cada carro. Los primeros tres años tienen un 45 por ciento de depreciación y los siguientes tres un 25 por ciento.
“Esto varía según la marca, pero es un buen parámetro de precios para quienes están pensando en adquirir un carro”, indicó Santos.
No hay que dejarse impresionar solo por el aspecto estético. Santos aconseja llevar un técnico especializado en la marca del carro, al sitio donde se piensa comprarlo para que lo revise a fondo y dé un diagnóstico real de las condiciones de este. También hay que cerciorarse de que el número de chasis y motor coincidan. Algunos vendedores alteran los paneles de instrumentos, por lo que es necesaria una exploración a fondo.
“La revisión no solo debe hacerse al oído, sino con pruebas que incluyan medición de compresiones y un escáner para determinar cómo está el vehículo. Así el comprador sabrá qué tanto debe invertir para mantener el carro al cien por cien”, concluyó Santos.
Lea la nota completa en la edición impresa de Prensa Libre, o adquiérala aquí.