Uno de los más comunes son los Oxiuros (lombrices), que pueden llegar a provocar molestias a hombres, mujeres y niños.
Por eso es importante conocer qué son, síntomas y cuál es la prevención.
Qué son los parásitos
Una de las infecciones intestinales más frecuente a nivel mundial es la de los Oxiuros (lombrices) que son blancos y delgados y pueden llegar a medir de 6 a 13 milímetros de diámetro. En la mayoría de casos de personas infectadas no presentan síntomas, pero en otros sí puede presentar problemas como: sueño interrumpido y picazón en el ano.
Esta infección es más común en niños de etapa escolar, los diminutos huevecillos microscópicos se transmiten de niño a niño.
Existen medicamentos orales que acaban con los Oxiuros. Este tratamiento debe aplicarse a toda la familia, sumado a una higiene profunda en la ropa como pijamas, ropa de cama y ropa interior.
Síntomas de una infección parasitaria
En la mayoría de los casos esta infección por parásitos no causa síntomas, pero hay casos en los que se presentan algunas complicaciones:
- Picazón del ano o vagina
- Insomnio, rechinado de dientes, irritabilidad y agitación
- Dolor estomacal y en ocasiones náuseas
Es recomendable hablar con el médico cuando se presenta una picazón anal intensa, más aún si esta ocurre durante la noche.
Causas
Su contagio es relativamente fácil, a través de alimentos y bebidas contaminadas o a través de los dedos, ya que los huevos son diminutos (microscópicos). Al tragarse los huevos, estos eclosionan en el intestino y maduran hasta convertirse en gusanos adultos en tan solo unas semanas.
Los parásitos hembras pasan a la zona anal a depositar sus huevos, causando picazón en el ano. Al rascarse donde hay picazón, estos se adhieren a los dedos y debajo de las uñas llevando los huevos a otras superficies como juguetes, ropa, asientos de inodoro, alimentos, líquidos y a otras personas.
Estos huevos pueden sobrevivir de dos a tres semanas en cualquier superficie.
Riesgos
Esta infección presenta algunos factores de riesgo en la población infantil, pero también en personas que estén expuestas a escenarios particulares.
Niños
Esta infección es más común en niños de 5 a 10 años. Esta población influye en que fácilmente se propague a la familia y a las personas encargadas de cuidarlos, así como a los compañeros de estudios o centros de cuidado. No es común en niños menores de 2 años.
Hacinamientos
Las personas que viven en condiciones de hacinamiento tienen un mayor riesgo de contraer esta infección parasitaria.
Complicaciones
En la mayoría de casos esta infección no causa problemas graves, pero en algunas ocasiones puede ocasionar infección, como por ejemplo, en los genitales femeninos. Este parásito puede trasladarse a la vagina y luego al útero, trompas de Falopio y alrededor de la Pelvis, causando problemas como inflamación vaginal (vaginitis) e inflamación del recubrimiento interno del útero (endometritis).
Estas son algunas complicaciones poco frecuentes de la infección parasitaria:
- Pérdida de peso
- Infección urinaria
- Infección abdominal (cavidad peritoneal)
Prevención
Además de una limpieza regular de todas las superficies y la ropa, existen otros métodos que evitan la propagación de los huevos de oxiuros (lombrices) y prevenir una reinfección. Estos son algunos:
- Lávese por las mañanas: Los oxiuros (lombrices) ponen huevos por la noche, por lo que debe lavarse la zona del ano por la mañana ayudando a reducir la cantidad de huevos en el organismo. Una ducha puede evitar la recontaminación.
- Cambio de ropa interior y de cama diariamente: ayuda a eliminar los huevos de los oxiuros (lombrices).
- Lavar la ropa con agua caliente: lavar las cobijas, pijamas, ropa interior, y toallas con agua caliente ayuda a reducir la población de huevos, además de secarla a temperatura máxima.
- No rascarse: evitar rascarse en la zona del ano, mantener las uñas cortas de los niños para minimizar el espacio para que se acumulen los huevos. Sugerirle al niño que no se muerda las uñas ni se meta los dedos a la boca.
- Lavado de manos: con esta medida se reduce el riesgo de propagación y contagio de la infección. El lavado de manos debe ser después de ir al baño, cambiar pañales y antes de comer.