La temperatura del agua
Si se da el caso de que agua demasiado caliente entre en la bañera cuando el bebé ya está dentro de ella, las consecuencias pueden ser terribles. “Un bebé puede escaldarse en cuestión de segundos, mucho más rápido de lo que el bebé puede reaccionar y llorar”, explica el pediatra Hans-Jürgen Nentwich.
Los niños pequeños, a diferencia de los adultos, corren un mayor riesgo de sufrir quemaduras graves, en parte por su piel más fina y su menor superficie corporal.
Dicho riesgo también existe cuando los padres bañan a su bebé en el lavabo. Si el pequeño se mueve de forma imprevisible, puede tropezar fácilmente con el grifo y el regulador de temperatura.
Agua templada sobre el cuerpo
El bebé no debe estar demasiado caliente en el baño, pero por supuesto tampoco helado. Por eso, los padres deben verter siempre agua templada del baño sobre las partes del cuerpo que no estén dentro del agua.
Además, una vez que el bebé se haya desvestido, los padres deben meterlo directamente en la bañera para que no se enfríe.
Toalla preparada
¿Está sonando el timbre? Dejar al bebé solo en la bañera durante poco tiempo nunca es una opción. Por ello, la BVKJ aconseja tener preparada una toalla para poder sacar al bebé de la bañera en cualquier momento. Todo lo necesario para el baño también deben estar a mano para que los padres no tengan que trasladarse a otra habitación.