“La neumonía es una infección del pulmón, en la que los sacos de aire, o alvéolos, se llenan de líquido o pus. Los síntomas pueden crear cuadros leves o muy graves que requieren hospitalización, terapia intensiva y pueden provocar la muerte”, indica Nancy Sandoval, infectóloga de adultos del Hospital Roosevelt.
En el año 2019, aproximadamente 2.5 millones de personas a nivel mundial murieron por neumonía. Entre ellos, más de 600 mil niños menores de cinco años, según la especialista. En Guatemala, la neumonía es la primera causa de muerte en niños pequeños y ocasiona aproximadamente una tercera parte de las consultas ambulatorias a servicios pediátricos.
Desde el 2009, cada 12 de noviembre se celebra el Día Mundial contra la Neumonía, para hacer conciencia de esta enfermedad que afecta principalmente a la población en los extremos de la vida. Es decir, a los niños pequeños y a los adultos mayores.
Esta enfermedad es provocada por varios microorganismos, como bacterias, virus y hongos. “Dentro de las causas está el virus sincicial respiratorio y la gripe. Sin embargo, la causa más común es una bacteria llamada neumococo (Streptococcus Pneumoniae)”, explica Gabriela Ábalos, infectóloga pediatra, líder médica de vacunas para Latinoamérica de Pfizer.
El neumococo también provoca otras enfermedades como meningitis, bacteriemia, otitis media y sinusitis. Estas infecciones neumocócicas son una causa importante de morbilidad, hospitalización y mortalidad en todo el mundo, con dos grupos de edad de mayor incidencia y gravedad: los niños menores de 2 años y los adultos mayores de 65.
Síntomas de la neumonía
La mayoría de las neumonías bacterianas se curan en 1 a 2 semanas. La neumonía viral puede demorar entre 4 y 6 semanas para desaparecer por completo.
Los síntomas de una neumonía pueden ser leves o graves. Sin importar la edad, suele manifestarse por fiebre, decaimiento, dificultad para respirar, tos con moco, escalofríos, dolor de pecho, flema, fatiga, náusea, vómitos, diarrea, desorientación y alteración de la conciencia.
“El paciente comenzará con un cuadro respiratorio leve, pero con los días irá empeorando en fiebre y, sobre todo, la dificultad para respirar. Esto sucede porque el pulmón, con la inflamación, no ingiere los niveles de oxígeno que necesita nuestro cuerpo”, expresa Ábalos.
La neumonía puede afectar a bebés y niños pequeños, por lo que los síntomas en las primeras edades será fiebre persistente, vómitos, falta de hambre y energía, están irritados, inquietos y no pueden tragar.
Además, pueden presentar signos de problemas respiratorios: tono azulado en la piel o labios, resoplido, retracción de los músculos entre las costillas al respirar, respiración rápida y ensanchamiento de los orificios nasales con cada respiración.
“Todas las personas tienen susceptibilidad para enfermar de Neumococo, pero hay algunas que tienen una condición que los hace más susceptibles de enfermar de gravedad. Estos serán los menores de cinco años y mayores de 60, así como aquellos que tengan enfermedades crónicas. Por ejemplo, los pacientes con diabetes, hipertensión, insuficiencia cardiaca, enfermedades autoinmunes que requieren tratamientos que les bajan las defensas, como cáncer”, declara Sandoval.
Por ello, la recomendación de las especialistas es que las personas con alguna de estas enfermedades deben prestar más atención a los síntomas y buscar ayuda médica si estos duran más de 72 horas. Pero, si se tiene dificultad para respirar, está alterando la conciencia o está muy soñoliento, tiene escalofríos y mucha tos antes de este tiempo, debe visitar a un médico lo más pronto posible.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de la enfermedad será clínico, es decir, que un médico debe revisar al paciente para escuchar sus pulmones y saber los síntomas que ha presentado.
“Para confirmar la inflamación del pulmón es una placa de tórax. En esta, lo que analizamos es que si vemos que todo el pulmón está negro significa que tenemos solamente aire, pero si vemos lesiones blancas que pueden ser localizadas o parcheadas en los dos pulmones, nos hablan de inflamación”, explica Ábalos.
Dependiendo de la causa de la neumonía y los síntomas, el paciente recibirá algún tipo de tratamiento.
Cómo prevenirla
Las vacunas son una de las medidas para prevenir la enfermedad neumocócica, entre ellas la neumonía. Guatemala cuenta con un esquema de vacunación de neumococo para niños menores de 2 años, con dosis administradas a los 2, 4 y 12 meses de edad.
También se incluye a las personas mayores de 2 años que tengan alguna enfermedad que altere su sistema inmunológico y/o presenten alguna enfermedad crónica que los haga propensos a sufrir una neumonía grave.
El único requisito para solicitar la vacunación es la boleta de referencia y/o receta y firmada por el médico, la cual debe describir diagnóstico e historial de vacunación del paciente. La vacuna es gratuita y se administra en todos los centros de salud de cabeceras departamentales del país, en horarios y días hábiles. Adultos mayores y población adulta en riesgo podrían vacunarse en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGGS).