A criterio de Figueroa, quien tiene 18 años de experiencia, hay tres herramientas principales que nunca deben faltar al momento de transmitir relatos. “Tenemos que utilizar la cabeza —para trabajar historias, personajes y secuencias—, el cuerpo —brinda movimiento— y el corazón —dar amor en cada momento—”, agregó.
La artista también explicó que hay otros detalles importantes, como vestirse de manera neutral, pues se evita que los niños se distraigan. “El color negro de nuestra ropa también puede servir como telón cuando utilicemos personajes de peluche u otros accesorios”, aconsejó Figueroa.
Los padres introducen a sus hijos al mundo de la lectura a través del ejemplo. Si ellos leen, los pequeños también lo harán.
Aprovechar el Día del Libro para que los chicos adquieran la costumbre de que todos los años deben comprar una obra y así comenzar su propia biblioteca.
Preferir libros de cuentos en los que niños y niñas puedan identificar sus debilidades, con el objetivo de que el personaje le enseñe a ser mejor persona por medio de aventuras.
Otro aspecto relevante es saber elegir la historia que se contará, la cual debe responder a los intereses del público. “Aunque existen miles de libros con cuentos, sugiero elegir relatos que incluyan aventuras que provoquen risas”, enfatizó la invitada.
Tipos de narración
De acuerdo con Figueroa, la literatura infantil tiene una gran riqueza de géneros, lo que representa varias maneras de construir mundos mágicos para niños. “Vale la pena que padres de familia, maestros o cuentacuentos exploten las adivinanzas, los trabalenguas y las rimas. La narración es positiva tanto para quien la cuenta como para quien la escucha”, explicó.
Interacción
Figueroa también contó tres cuentos para diferentes edades. El primero fue una historia en aumento, en la cual aparecen más personajes conforme se desarrolla el relato. Este es ideal para niños preescolares, pues pueden participar y recordar quiénes son los protagonistas.
La experta también relató la fábula La gallina amiga, en la cual el personaje principal le salva la vida a un gallo que estaba en apuros. “Con este cuento, que es para los primeros años de primaria, podemos enseñar valores”, destacó Figueroa.
Por último, Figueroa enseñó un cuento rápido en forma de trabalenguas, el cual puede transformarse en un reto familiar, pues padres e hijos deben aprenderse una historia y narrarla lo más rápido posible sin equivocarse.
“Con estos sencillos consejos, este Día del Libro puede ser el mejor pretexto para empezar a fomentar la lectura y que este se convierta en un hábito para toda la vida”, concluyó Figueroa.
